Educar con autoridad: VII Congreso Nacional de Educadores Católicos

El Congreso Nacional de Educadores Católicos en su VII edición, dirigido, como cada año, al educador en el sentido más amplio –profesores, padres, catequistas, monitores de tiempo libre, consagrados…- abordará una cuestión palpitante como controvertida: la autoridad. El título de este séptimo congreso resulta inequívoco: “Educar con autoridad: en busca de la referencia perdida”.

Apúntate en la agenda esta fecha: 12 de marzo. Vuelve el Congreso Nacional de Educadores Católicos de la Fundación Educatio Servanda. Y lo hace como siempre, con un tema actual, del máximo interés educativo, y que, como viene siendo habitual no ahorrará controversias: la autoridad.

El título de esta nueva edición, ya la séptima, que como en años anteriores, se celebrará en el colegio Juan Pablo II de Alcorcón no deja lugar a dudas: “Educar con autoridad: en busca de la referencia perdida”.

Y es que el título es sintomático de nuestro pensamiento. No queremos equívocos porque no albergamos duda alguna. Lo decimos claramente: la autoridad ha desaparecido de nuestro horizonte y se hace preciso recuperarla. De ahí que vayamos en su búsqueda.

Ya sea como padres, ya como docentes, o simplemente en calidad de observadores, nadie es ajeno al paulatino desprestigio y deterioro del que el concepto de autoridad ha venido siendo objeto en las últimas décadas, adjudicándole casi siempre connotaciones negativas que confunden, cuando no pervierten el verdadero significado del término.

Las consecuencias de este deterioro se hacen visibles cada día en una quiebra social, que si deja sentir en las diferentes esferas del ámbito público y privado, se manifiestan con especial énfasis en el campo de la educación, empezando por la que es la célula vital y base fundamental de la sociedad: la familia. Es un hecho que el mundo que vivimos no parece creer ya en la autoridad como principio clave para regular casi ningún aspecto de la vida colectiva.

Y sin embargo, la autoridad bien entendida, cuya importancia como institución la hace merecedora de respeto por su función social, y resulta inseparable de  conceptos de tanta relevancia como la legitimidad, dignidad, calidad y excelencia, ha sido durante siglos uno de esos elementos clave que contribuyeron a dar cohesión y vertebrar el mundo. Tanto es así que Hannah Arendt ya advertía que si desaparecía la autoridad, con ella se hundirían los fundamentos del mundo.

Luego, si como parece obvio, la educación, por su propia naturaleza, no puede renunciar a la autoridad, ¿por qué ésta sigue siendo objeto de permanente controversia?, ¿Por qué si, por una parte, se demanda su presencia, por otra su sola mención despierta recelo?, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?, ¿en qué punto la autoridad paterna se diluyó frente al capricho de los hijos?, ¿puede un maestro optimizar la educación que presta en el ejercicio de su vocación, con el panorama infantil y juvenil que se le presenta en el aula?, ¿es factible recuperar en el mundo que vivimos la autoridad?

A estas y otras preguntas quiere dar respuesta este VII Congreso Nacional de Educadores Católicos que, organizado por la Fundación Educatio Servanda, contará, como siempre, con los mejores especialistas en la materia. Este año nos ilustrarán sobre la cuestión el doctor en Educación y Licenciado en Psicopedagogía, Santiago Sastre, los coachers Borja Milans del Bosch y José Ballesteros, los doctores en pedagogía, Juan José Javaloyes y Elda Millán, así como José María Contreras, formador y coacher.

4 comentarios

  
Veronica
Suelo escuchar bastante que los padres de hoy en dia son muy permisivos y no tienen autoridad, pero la realidad que observo diariamente es la contraria. Padres autoritarios que pretenden controlar en exceso hasta el mas minimo aspecto de la personalidad de sus hijos. La autoridad del padre es natural y no tienes que hacer nada raro para tenerla: si gritas tu hijo grita, si rezas el reza, si le hablas con respeto te trata con respeto, si le das ordenes porque yo lo mando y punto aprende que las cosas se hacen porque a uno le dan la gana y punto. El problema es que no somos conscientes de la cantidad de ordenes que damos al dia, algunas sin palabras, a nuestros hijos. No nos paramos a percibir la autoridad natural que Dios nos ha dado, porque si lo hicieramos, descubririamos que para educar correctamente a nuestros hijos, deberiamos empezar por reeducarnos a nosotros mismos, a no ser contradictorios, irracionales, irrespetuosos, poco pacientes... Si nuestros hijos adolecen de virtud, miremonos a nosotros mismos, porque ellos no son mas que el ejemplo de obediencia a nuestra autoridad, esa autoridad que ejercemos continuamente sin palabras, pero luego desmentimos con palabras grandilocuentes. Resumiendo, en mi opinion es falso que los padres adolezcan de autoridad, todos la tienen, solo que cuando el hijo no sale como quieres, generalmente diferente a como eres tu, entonces, para justificarnos pensamos: es que no he tenido autoridad y he sido permisivo. Pero bueno, el autoengaño es gratis. Hay una frase que me encanta: la autoridad es como el dinero, si te lo gastas en tonterias, luego no te queda para lo importante.
10/03/16 1:49 PM
  
Veronica
Sigo mi larga disertatio...jejeje, perdon. Cualquier cristiano con deseo de hacer la voluntad de Dios, sabe que este mundo mentiroso y pagano, nos miente radicalmente, sobretodo en las cuestiones relativas a algo tan importante como es la familia: la anticoncepcion, el divorcio, el adulterio, el amor como fundamento del hombre, la lucha de poder hombre mujer, etc. Sin embargo he observado que hay un tema referente a la familia con el que estamos completamente de acuerdo con cualquier pagano: la educacion de los hijos. Se que lo que digo puede resultar chocante, pero he observado que es asi. Cuando me relaciono con madres modernas, ateas, que trabajan fuera de casa, que su marido no les chista... en todas observo la misma vision sobre la autoridad: no dejarle pasar al hijo ni una, que es un pequeño manipuladorcito y si su sabia madre no estuviera ahi, el niño seria incapaz de la minima obra buena y por eso deben establecer estrictos horarios de siestas, comidas, comer exactamente lo que te digo y punto,hacer ya lo que yo digo, ir a la guarderia para que se distancien de ellas y sean autonomos, cogerlos poco en brazos porque se malacostumbran.... vamos la perfeccion de la autoridad. Es decir, que he obsevado que eso de que los padres de hoy en dia ceden ante los caprichos del hijo es UN MITO. Y por desgracia un mito que comparten cristianos y paganos. Yo fui una adolescente rebelde, y mis padres siempre llegaban a la conclusion de que mi rebeldia procedia de que habian sido blandos no castigandome lo suficiente, no pegandome lo sufieciente, dejandome hablar demasiado sobre que me sentia ignorada, que no me trataban como a alguien digno de respeto.... tal vez si me hubieran pegado, castigado, ignorado y faltado al respeto mas y no hubieran sido tan blandos, hubiera sido una adolescente mas buenecita. Pero el raro de Dios quiso ser un padre distinto conmigo, que dice que la esencia de su autoridad es que no ha venido a ser servido sino a servir....Creo que si Dios no fuera un padre que ve venir al sinverguenza del hijo prodigo y en vez de decir: es que fui blando y no tuve autoridad, lo reviste de dignidad ( segun el conductismo el padre bueno de la parabola estaria promoviendo la conducta del hijo prodigo, pues le da un anillo y un cabrito como premio de ser un sinverguenza), si El no fuera asi, todos esos adolescentes problematicos que adoleciamos de aprecio a la autoridad, hoy, estariamos perdidos. Por cierto, Hanna Arendt, fue tambien una gran detractora de los autoritarismos, recordar. Si hoy en dia no hay autoridad, es porque la hemos confundido con el autoritarismo, ya que el autoritarismos engendra la pusilanimidad o la rebeldia. UN SALUDO. PAZ Y BIEN.
10/03/16 2:22 PM
  
Cristina de San Pedro
Felicidades por su Congreso desde Monterrey-México, donde hemos tenido el privilegio de escuchar las sabias experiencias del Dr. Javaloyes, espero poder leer después las memorias de dicho Congreso.
En estos países hispanohablantes del continente americano los padres tienden a la sobreprotección, al abandonismo y al permisivismo, lo menos que vemos es autoritarismo. De todas formas son vicios de la autoridad la cual debemos volver a poner en su lugar.
Les deseo mucho éxito.
11/03/16 5:47 AM
  
Veronica
Hola Cristina! sobreprotección y abandonismo son dos cosas imcompatibles, es imposible hacerlas a la vez. Yo no lo llamaría vicio de la autoridad, sino negligencia en el amor, porque me da la impresión de que a lo que te estás refiriendo es a la indiferencia de los padres con respecto a los hijos (abandonismo y permisivismo), es decir, que ignoran a sus hijos, no pasan tiempo con ellos, no los escuchan, no realizan actividades, etc... aquí lo deformado no es la autoridad, sino que es el amor que el padre debe al hijo. Si no hay lo que llamamos autoridad en este caso, es porque ni siquiera hay relación, con lo que el origen no estaría en la autoridad, sino en la falta atención. Y por otro lado lo que llamas sobreprotección, tampoco me parece que tenga como origen la deformación de la autoridad, sino que puede tener varias causas, tales como la compensación mediante objetos materiales de la falta de tiempo y cariño (de ahí que suele decirse que los padres dan todos los caprichos a los hijos, pero si atendemos bien, solo les dan sustitutivos de lo que el niño realmente necesita: el padre se siente culpable de no poder atender afectivamente al hijo y lo sustituye con objetos); otra causa puede ser la inseguridad afectiva del propio padre o madre, que tiene miedo al abandono y fetichiza el amor del niño en una relacion de carácter dependiente, imposibilitando su autonomía, pues en el momento que el niño fuera autónomo, el padre o madre siente la "angustia de abandono" (este desorden parental es muy muy común), pero en ambos casos no es el desajuste de autoridad el que está en el origen, es decir, no es la causa. La mala relación con la autoridad, es una consecuencia. Recordemos que la fuente de la autoridad bien entendida, es la confianza en la persona o institución revestida de autoridad, en que busca objetivamente el bien y no el propio interés, es que no dicta por irracionalidad, etc...(nuestro mayor modelo de autoridad es Dios, que es amor, fiel y veraz en si mismo y quiere nuestro bien). Resumiendo, en mi opinión, hay una moda muy extendida que califica como "falta de autoridad" una serie de fenomenos educativos, que bien analizados encontramos que tiene un origen bien distinto. El problema es que el "sintoma" que podemos encontrar mas fácilmente es el problema de la actitud de los chavales con la autoridad, pero es un síntoma de algo más profundo. Perdón por haberme vuelto a enrollar. Mil perdones, pero es un tema que me apasiona. Pedro si fuera usted tan amable, podría hacer un post cuando el congreso finalice? Gracias. Un saludo.

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Pedro L. Llera
Haré ese post sobre el Congreso. Y compartiré las ponencias más interesantes en cuanto se cuelguen en Internet.
11/03/16 2:07 PM

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