¡Él es así!
“Despiértate, hombre: porque por ti Dios se ha hecho hombre” (San Agustín)
Dentro unos pocos días, en muchos hogares cristianos, celebraremos el acontecimiento que tanto bien ha hecho a los hombres, el más importante de la humanidad: ¡El Niño Dios ha nacido!
No hay nada que nos haya hecho tanto bien a los hombres, como lo que ocurrió hace 2000 años en un pueblecito de Israel. ¡Nada!
Es más, como ocurrió hace 2000 años en un pueblecito pequeño que tiene por nombre Belén, cada Navidad “llama a la puerta de nuestro corazón”. En el silencio de la noche, y desde la pobreza de un sencillo establo “nos pide que le hagamos un espacio en nuestra vida. Dios es así: no se impone, no entra nunca con la fuerza; al contrario, como un niño, pide ser acogido”.
Efectivamente: ¡El es así!