1.07.09

Cuando el hombre olvida el concepto de persona

A lo largo de la historia, muchas civilizaciones han aislado a las personas discapacitadas en fortificaciones, islas o zonas inaccesibles para el resto de la gente. Aquellos que han tenido algún problema de tipo físico o mental, han sido en numerosas ocasiones temidos, marginados y rechazados por los demás.

Los espartanos arrojaban desde el Monte Taigeto a los niños con alguna discapacidad. Pero quizás no haga falta ir tan lejos para encontrar ejemplos de eugenesia o perfeccionamiento racial. Casos de sociedades que conceptuan la superioridad de una vida humana sobre otra por condiciones físicas, los tenemos tambien próximos en el tiempo.

Pienso -sin ir más lejos- en la sociedad española actual, que permite acabar con una persona por su supuesta condición física inferior o de indefensión, ya sea a través del aborto o la eutanasia. Es muy ilustrativo en este sentido, el segundo supuesto eugenésico que contempla nuestra actual ley, de tinte espartano (en el peor de los sentidos), y que ha reducido de forma muy drástica nuestra población de niños con discapacidad.

¿Cómo es posible que los hombres lleguen contemplar estas actitudes en su vida social?

Resulta imposible defender el valor intrínseco de la persona sin comprender la dimensión espiritual que la sustenta. En el momento en el que se manifiesta el materialismo, y se amputa a la persona de su dimensión espiritual, ésta se convierte en una manifestación puramente fisiológica. Muy valiosa por su desarrollo, pero cuyo valor emana de las complejidades anatómicas y su mera excepcionalidad biológica.

Cuando se olvida que el verdadero valor de la persona no radica en su parte material, y que nuestra dignidad emana del valor igual de la vida humana por sí misma. Entonces es normal que haya quien llegue a considerar -en el engaño- que unas personas son superiores a otras, basandose en sus mejores o peores condiciones superficiales, para aceptar así la capacidad de poder disponer sobre sus vidas en un criterio supuestamente superior.

Las sociedades que han tomado (o toman) una postura de valor superficial y materialista frente a la idea de persona, han escrito con sangre las páginas más tristes de la historia.

Recuperemos entonces en concepto, la dimensión completa de la persona y su valor profundo.




Javier Tebas
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29.06.09

El encanto de la Città Eterna

Algo tiene Roma que siempre me seduce. Quizás el peculiar contraste entre las acaloradas masificaciones de turistas, y los grupos de jóvenes ensotanados que pasean por sus calles. O las monjitas de temprana vocación y futuro prometedor, de vuelta de la Universitá a la Casa Generalle, en un vagón de metro lleno de narcisistas y metrosexuales al genuino estilo “Armani” o “Versacce”.

El abrazo papal de la plaza de San Pedro o las tiendas de souvenir con estampitas y rosarios. Las céntricas casas decimonónicas de la nobleza decaída que ya no despacha con el Papa, cuyas fachadas almohadilladas han sido “graffiteadas” por algún necio.

La ciudad eterna habla en clave de sentimientos. Pese a sus defectos, sus iglesias neoclásicas y barrocas, o sus grandes basílicas (que no han olvidado el culto casi constante en alguna de las capillas laterales), no pueden dejar indiferente a quien de algún modo siente suya la historia y la tradición católica.

Aunque haya sido extremadamente fugaz, he podido respirar el encanto de Roma, ese que engancha. Tanto, que no es uno supersticioso, pero no fuera a ser verdad, pasé volando por la Fontana de Trevi para cumplir con el primer trámite de una futura visita.


Javier Tebas
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24.06.09

De vuelta y con nuevas ideas

Perdonen las vacaciones, me las tomé sin avisar. La verdad es que si eres estudiante, Mayo y Junio no son buenos meses para andar con muchas cosas entre manos. Tomen de allí -de los exámenes- mi excusa mediocre y mi disculpa de blogger sin hábitos. Vuelvo a Gaudeamus con la cabeza llena de ideas.

Quizás alguien recuerde las crónicas que envié desde Sidney el verano pasado a Religión en Libertad (va a hacer un año). En mi inocencia de novato en esto de los medios digitales, me sorprendieron mucho los comentarios de algunos malévolos navegantes, que apenas publicado el primer artículo ya me ponían “a caldo”. Basta poca experiencia en un blog para aprender a asumirlo religiosamente, pero quizás por ser la primera vez, al final uno se acuerda de los piropos. Venían a decirme que vaya gasto absurdo de dinero eso de ir a las JMJ, que vaya niño pijo repelente, que mejor me fuese de Misión o de asceta al monte, que iba a ser mucho más util que irme de juerga a Australia.

Cuento esto no tanto por aquellos comentarios, sino por mi intención de reeditar aquel formato de un diario “en vivo” desde una experiencia en el extranjero. Pero esta vez de Misión.

Ambas experiencias -tanto la del verano pasado como éste- son seguro complementarias y enriquecedoras. He de decir también que no comparto esa chapuza argumental contra la Jornada Mundial de la Juventud, uno de los acontecimientos clave para impulsar la regeneración espiritual de la juventud, y que los alientos de estos criticones no han influido lo más mínimo en mi decisión.

Pues eso…¡Que me voy a Mozambique! Cuando me lo propusieron, dije que sí antes de haberlo localizado en el mapamundi. Voy a acompañar en el viaje a dos amigos que van a dar el pistoletazo de salida a una labor inmensa, un proyecto cargado de ilusión, que se irá desgranando poco a poco, espero que con su colaboración también a través de este blog. Salimos el día 11 de Julio para estar un mes. Aunque estas experiencias están tan cargadas de impresiones e ilusiones previas, que ya es hora de empezar a contar y compartir.

Aunque antes de eso espero poder contaros como me va este fin de semana en Roma, en el Parlamento Universal de la Juventud que organizan las Misioneras Identes. Es una iniciativa a la que me han invitado, y que parece muy interesante y prometedora.

Javier Tebas
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29.04.09

Alternativa Española reprueba a Ana Pastor y Celia Villalobos

El Partido Popular se ha vuelto a cubrir de gloria. Las diputadas Ana Pastor y Celia Villalobos han votado a favor de una iniciativa que pretende reprobar oficialmente en el Congreso unas palabras del Santo Padre sobre la prevención del SIDA, pronunciadas en su reciente viaje a África.

No sé si estas señoras tienen problemas en su capacidad de comprensión, o distrofia a la hora de posicionarse ante proposiciones en las que no había un criterio previo, para luego terminar haciendo una tibia rectificación. Pero estoy empezando a pensar que el Partido Popular en todo esto, no está dando una puntada sin hilo. Estamos presenciando descaradamente la estrategia a dos velocidades que ellos mismos han reconocido. En las cuestiones morales sus votos se vienen dividendo en dos (ya pasó con la salud eugenésica en Bruselas), extremando el riesgo del juego malabarista con el que pretenden mantener en un mismo saco un arco de votantes desde el anticlericalismo promiscuo, hasta la buena parroquiana jubilada de Misa diaria. Pero -perdónenme la expresión- no se puede a la vez ser virgen y estar embarazada, o una cosa o la otra, o sus principios son unos, o son otros, pero no una confusión continua que empieza a oler a hipocresía.

A todo esto sí que existe quien todavía es coherente, se indigna, y lo expresa públicamente. El partido político Alternativa Española -que lucha por romper este juego acaparador de los populares- ha anunciado mediante un comunicado (que reproduzco a continuación) que va a expresar en la Nunciatura Apostólica su apoyo al Papa, y en la sede del PP su repulsa formal frente a este posicionamiento de las dos diputadas del partido de la oposición.

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20.04.09

Sobre la Iglesia y el Estado

El hecho religioso es una realidad inherente al hombre, lo queramos o no, la naturaleza humana jamás puede ser ajena a la religión. Tanto el que es apático y practica el agnosticismo, como quien es ateo o profesa con fe un Credo, todos se sitúan en una postura muy concreta y diferenciada. La cual parte por igual de un análisis personal al que se ha llegado presumiblemente a través la razón o del Don de la fe.

Si extrapolamos esto a nivel social y político, cuando un gobierno adopta una postura aconfesional o apática frente al hecho religioso, no está tomando una postura propiamente imparcial en la materia –porque es imposible- sino que se significa y posiciona tanto como lo haría cualquier Estado confesional religioso, pero profesando en este caso el agnosticismo oficial.

Hay quien acepta - por pura lógica- la primera afirmación. Pero desde posturas generalmente liberales, creen que solamente concerniría a las personas en su dimensión individual. Cabe recordar entonces la gran Encíclica Immortale Dei del Papa León XIII -que trata precisamente la concepción católica del Estado- cuando nos dice que en el ámbito público “la sociedad no está menos obligada que los particulares a dar gracias a Dios, a quien debe su existencia, su conservación y la ínnumerable abundancia de sus bienes.”

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