Mero cristianismo (y V)

“Hasta que no hayáis entregado vuestro ser a Cristo no tendréis un autentico ser. La igualdad se encuentra sobre todo entre los hombres más «naturales», no en aquellos que se entregan a Cristo. ¡Cuán monotamente iguales son los grandes conquistadores y tiranos; cuán gloriosamente diferentes son los santos!

Pero ha de haber una auténtica entrega del ser. Debéis rendirlo «ciegamente», por así decirlo. Cristo os dará ciertamente una auténtica personalidad: pero no debéis acudir a Él sólo por eso. Mientras que sea vuestra propia personalidad lo que os preocupa no estáis acudiendo a Él en absoluto. El primer paso es intentar olvidar el propio ser por completo. Vuestro auténtico nuevo ser (que es de Cristo, y también vuestro, y vuestro sólo porque es Suyo) no vendrá mientras lo estéis buscando. Vendrá cuando estéis buscando a Cristo. ¿Os parece esto extraño?

El mismo principio rige para asuntos más cotidianos. Incluso en la vida social, nunca causaréis una buena impresión en los demás hasta que no dejéis de pensar en la buena impresión que estáis causando. Incluso ne la literatura y el arte, ningún hombre que se preocupa por la originalidad será jamás original; mientras que si simplemente intenta decir la verdad (sin importarle cuántas veces esa verdad haya sido dicha antes), será, nueve veces de cada diez, original sin ni siquiera haberse dado cuenta. Y este principio aparece a lo largo de la vida en su totalidad. Entregad vuestro ser y encontraréis vuestro verdadero ser. Perded vuestra via y la salvaréis. Someteos a la muerte, a la muerte de vuestras ambiciones y vuestros deseos favoritos de cada día, y a la muerte de vuestros cuerpos enteros al final: someteos con todas las fibras de vuestro ser, y encontraréis la vida eterna. No os guardéis nada. Nada que no hayáis entregado será auténticamente vuestro. Nada en vosotros que no haya muerto resucitará de entre los muertos. Buscaos a vosotros mismos y encontraréis a la larga sólo odio, soledad, desesperación, furia, ruina y decadencia. Pero buscad a Cristo y le encontraréis, y con Él todo lo demás".

Mero cristianismo. C.S. Lewis. Libro IV, capítulo 11. Ed. Rialp. 3ª ed.

1 comentario

  
Luis Rodríguez
¡Amén!
03/01/09 11:47 AM

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