InfoCatólica / Fides et Ratio / Categoría: Liturgia

1.06.11

Vísperas de la Ascensión del Señor

Hubiera podido el Señor, unigénito y coeterno del Padre, en la forma de siervo y en cuanto siervo, si necesario fuera, orar en silencio; mas quiso aparecer como suplicante ante el Padre, acordándose de que era nuestro Maestro. Y así, la oración que hizo por nosotros nos la dio a conocer a nosotros, ya que no sólo las pláticas a ellos dirigidas por tan excelente Maestro, sino también su oración por ellos al Padre servía de edificación a los discípulos. Y si era de edificación para ellos, que la escuchaban, también había de serlo para nosotros, que la habíamos de leer escrita. Por tanto, al decir: Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, manifestó que todos los tiempos, y cuando había de hacer o dejar de hacer algo, eran dispuestos por Aquel que no está sujeto al tiempo; porque todas las cosas que han de ser, cada cual en su tiempo propio, tienen su causa eficiente en la sabiduría de Dios, en la cual no existe el tiempo. No se crea, pues, que esta hora vino al acaso, sino por la ordenación de Dios. Como tampoco una fatal necesidad sideral determinó la pasión de Cristo, porque no se puede pensar que las estrellas forzasen a morir a Cristo, su Creador. No fue, pues, el tiempo el que impelió a Cristo a la muerte, sino que El determinó el tiempo en que había de morir, como determinó el tiempo en que había de nacer de una Virgen, juntamente con el Padre, del cual nació sin tiempo. Según esta verdadera y sana doctrina, dice asimismo el apóstol San Pablo: “Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo"; y Dios por el Profeta: “Te he escuchado en el tiempo propicio, y en el día de la salvación te presté mi ayuda"; y otra vez el Apóstol: “Ahora es el tiempo aceptable, ahora es el día de salvación". Diga, pues: Padre, ha llegado la hora, quien con el Padre ha ordenado todas las horas, como diciendo: Padre, ha llegado la hora que conjuntamente hemos ordenado para glorificarme por y entre los hombres; glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti.

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23.05.11

El uso de misales y hojas en la Santa Misa.

Visto en Secretum meum mihi. Fuente Zenit.

Una interesante reflexión sobre el uso de los misales en la Misa. Los antiguos misales tenían muchas bondades. No sólo contenían la Liturgia de la Misa, sino también un devocional, muy útil tanto para la Misa - oraciones para antes y después de comulgar, para profundizar el misterio - sino también para la confesión -examen de conciencia -, ejercicios piadosos, etc. Evidentemente, el devocionario es independiente de la forma del rito romano. Se pueden utilizar perfectamente en el Novus Ordo.

Precisamente para el Novus Ordo, la revista Magnificat viene haciendo una labor muy interesante.

Y a continuación, el artículo.

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22.05.11

Noticias de fin de semana

Valores en alza, ¿seguro?.

Esta mañana, haciendo zapping, he tenido el disgusto de ver el programa de Intereconomía Valores en alza, conducido por el sacerdote Evaristo de Vicente, perteneciente a la Prelatura del Opus Dei. Al poco de aterrizar al progrema, comenzó a informar sobre la nueva instrucción Universae Ecclesia. Para la elaboración de la noticia aprovechó una rueda de prensa del padre Federico Lombardi.

A parte de la ignorancia mayúscula del sacerdote sobre temas litúrgicos - ya se sabe, de lo que no se sabe es mejor no hablar -, al ver la noticia, al menda lerenda no le queda claro si la instrucción era un hito más en el pontificado de Benedicto XVI, marcado por la centralidad de la Liturgia, o si por el contrario, la misma había sido redactada para atar en corto a los fieles que piden la Liturgia con los libros litúrgicos del Beato Juan XXIII.

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19.05.11

Breves notas en torno a la instrucción Universae Ecclesiae

A poco más de una semana de la publicación de la instrucción sobre la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum, los comentarios y escolios en la red se han venido sucediendo a dicho texto. Para unos, el documento se queda demasiado corto, para otros, es un avance, en todo caso, es un motivo de alegría. La Liturgia Usus Antiquior es un tema que suscita el interés, lo que no deja de ser altamente positivo.

Que el Papa haya dedicado un motu proprio a tal asunto y que la comisión Ecclesia Dei haya dedicado una instrucción sobre la aplicación del motu propio, quiere decir que no es un asunto para nostálgicos, sino que está poniendo la Liturgia en el centro de la vida de la Iglesia. Como decía el Papa en la audiencia concedida a los miembros del Instituto Litúrgico San Anselmo, la Liturgia es el «sujeto capaz de renovar la vida cristiana». En este sentido, dicha instrucción está en continuidad con las enseñanzas del Romano Pontifice sobre Liturgia, enseñanzas que se encuentran espigadas tanto en sus catequesis como en sus homilías. En este sentido, el documento es un hito más en el camino iniciado por el Papa reinante.

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8.05.11