25.09.22

Respuesta a un lector defensor de Amoris Laetitia

Como por desgracia me ocurre frecuentemente, la respuesta al comentario de un lector, Oscar Alejandro Campillay Paz, me ha salido más larga que los propios artículos, así que he decidido cortar por lo sano y convertirla en artículo. Además, se trata de un tema interesante, la cuestión de si hay contenido heterodoxo en Amoris Laetitia y cómo hay que interpretar ese contenido, que ha salido frecuentemente en el blog.

En negro pondré las afirmaciones de Óscar Alejandro Campillay y mis comentarios, como siempre, irán en rojo.

Leer más... »

22.09.22

No hay que ser un genio para entenderlo

Hace mucho, mucho tiempo, en la época en que los dinosaurios dominaban la tierra, o casi, me tocó hacer el examen de acceso a la universidad (o selectividad, como se llamaba en aquellas edades prehistóricas). No sé si demostré muchos conocimientos, pero al menos aproveché para aprender algo importante sobre la naturaleza humana que nunca he olvidado.

Me examiné en la universidad pública a la que luego asistí como alumno y, debido su caos organizativo endémico, no encontraron aulas suficientemente grandes para nosotros a pesar de tratarse de una universidad gigantesca. Como si no fueran capaces de encontrar hielo en pleno Polo Norte, vamos. La solución que encontraron fue hacinarnos como pulgas en perro flaco, colocándonos en sillas pegadas unas a otras, de manera que cada uno de nosotros tenía delante su examen y, a unos veinte centímetros de distancia, los exámenes de otros dos estudiantes, uno a cada lado.

Leer más... »

16.09.22

Alguien tiene que decírselo

Algunas personas no tienen la capacidad de hablar bien en público de forma espontánea y sin haber preparado el discurso. Mejor dicho, la gran mayoría de las personas no tienen esa capacidad. A estas alturas no creo que sorprenda a nadie si señalo que el Papa Francisco forma parte de esa gran mayoría de la humanidad. Hablar en público no es uno de sus dones y sus colaboradores cercanos deberían decírselo. Entiendo que a nadie le gusta que le recuerden sus defectos. Y entiendo también que a nadie le gusta tener que ser el que recuerda esos defectos a su jefe. Pero a veces es necesario y un deber.

Ser Papa no conlleva tener todas las cualidades del mundo y es normal que no se le dé bien hablar en público. Como decíamos, eso le sucede a la mayoría de la gente, obispos incluidos. Lo que no es normal es que, aparentemente, no sea consciente de que no sabe hablar espontáneamente en público, se empeñe en hacerlo a tiempo y a destiempo con desastrosas consecuencias y ninguno de sus colaboradores tenga el valor de decírselo.

Leer más... »

11.09.22

De reinas y gobernantes

Estos días, parece que el fallecimiento de la Reina de Inglaterra, que en paz descanse, ha sido el tema estrella. Muchos elogios, bastantes críticas, numerosas faltas de respeto e infinidad de tonterías, como era de esperar en las redes sociales, donde no rige el viejo adagio, de mortuis nil nisi bonum. A mi entender, sobre la persona de Isabel II, Reina del Reino Unido, Australia, Canadá y una larga lista de otros países, lo más apropiado es rezar por que Dios se apiade de su alma, como uno pide para cualquier otro ser humano que haya fallecido. A fin de cuentas, al juicio de Dios todos vamos como venimos al mundo: desnudos, sin corona, dinero o fama que nos protejan y muy necesitados de la misericordia divina.

Dicho eso, me parece una buena ocasión para pensar un poco en la autoridad actual y los que la ejercen. ¿Qué pide hoy el mundo a los que mandan? Y, sobre todo, ¿qué es lo que no tolera hoy el mundo en los que ejercen autoridad?

Leer más... »

30.08.22

Respetar todas las opiniones

“El respeto de todas las opiniones, aun de las más falsas o perversas, no es más que la orgullosa negación del respeto debido a la Verdad, Para amar sinceramente la verdad y el bien es necesario no tener ninguna simpatía por el error y el mal. Para amar verdaderamente al pecador y contribuir a su salvación es menester detestar el mal que hay en él”.

Fray Reginald Garrigou-Lagrange OP, La naturaleza de Dios.

……………………..

Leer más... »