Una gota de esa Sangre

Aconsejaba Pascal pensar que, en la Pasión, una gota de toda la sangre que Cristo derramó fue derramada por mí, para mi bien, para mi salvación, para el perdón de mis pecados concretos, que contribuyeron a causar esa Pasión. Cristo no sufrió en general, ni por una causa abstracta. Ese día, Cristo pensaba en mí.

Aquí tienen un sonetillo de Viernes Santo para meditar sobre este gran Misterio.

Una gota de esa Sangre

De tanta sangre, una gota
La derramas hoy por mí,
Sabiendo bien que yo fui
Como el rufián que te azota.

Cuando de esa carne rota
Brota el vino carmesí,
Yo gano lo que perdí,
Mi victoria es tu derrota.

Ay de mí, que fui comprado
Pagando tan alto precio,
Más allá de lo soñado.

Ay de mí, que soy un necio
Y por haberme salvado
No te di más que desprecio.

8 comentarios

  
Carlos R. Entrena Guadix
Dios le bendiga, Bruno.
03/04/15 3:24 PM
  
María-Ar
Sentido y hermoso como el anterior.
+
03/04/15 3:27 PM
  
Ricardo de Argentina
Hermoso e inspirado, Bruno.
Por cierto, ¿quién es el autor?
03/04/15 4:41 PM
  
RockyMarciano
¿Y se pregunta Ricardo
quién escribió este poema?
Son el blogger y su pena,
perfumada como el nardo.
03/04/15 8:31 PM
  
Ricardo de Argentina
¡Ahh..!
Ya me parecía quién era el culpable...

¡Felices y Santas Pascuas para el vate y su hermosa familia!
04/04/15 3:10 AM
  
José María Iraburu
Ahora va a resultar que Bruno escribe unos sonetos preciosos.
Pero, bueno ¿esto qué es?... ¿A dónde vamos a llegar?
Esto no estaba programado.
Ay, Señor...
04/04/15 8:06 PM
  
antonio
Excelente!!!!!!
04/04/15 11:26 PM
  
Antonio1
Maravillosa la imagen de Cristo de la Clemencia, obra maestra de Martínez Montañés, que se puede admirar en la sacristía de la catedral de Sevilla.
05/04/15 11:05 PM

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