Errores fundamentales acerca de la Biblia
Vivimos en una sociedad que no quiere saber nada con la religión, y por lo tanto no sabe nada de la religión, y así, la gran mayoría de los bautizados ignoran incluso los aspectos fundamentales de la fe que se suponía debían recibir. Y cuando uno de esos aspectos se refiere al rol que cumple la Biblia en el cristianismo, no es de extrañar que se cometan errores fundamentales.
Específicamente, quería llamar vuestra atención a la Biblia, y la abismante la ignorancia que existe sobre ella.
Puesto que todas las culturas han usado la literatura y las fábulas para transmitir nociones de sabiduría y experiencia, cuando el cristiano mal catequizado escucha cada domingo que lee un trozo y luego se declara “Palabra de Dios”, naturalmente piensa que estamos ante un libro de historias edificantes que (tal como dice la portada del Libro de las Virtudes) “exaltan los valores que nos hacen mejores personas”.
Pero si un católico de misa dominical se anima a leer la Biblia, con este misma idea en la cabeza, más vale que se prepare para una gran decepción. Naturalmente comenzará por el Génesis, y pasará por los primeros 11 capítulos sin entender mucho, pero sin grandes complicaciones, porque el diluvio y la torre de Babel tienen un tono épico que no se presta para cuestionamientos. “Seguro hay cosas interesantes ahí” se dice “pero ya alguien me las explicará, sigamos adelante”.
Cuando llegamos a Abraham ya parece que estamos hablando de sujetos con los que podemos identificarnos, pero si esperamos una especie de “vida ejemplar", de inmediato comienzan los problemas. El relato inicial nos cuenta que, luego de arribar a la tierra prometida, Abraham tiene que bajar a Egipto por causa de una hambruna, y ahí le pide a Sarai que diga ser su hermana, para evitar represalias del faraón.
Pero ¿El padre de la fe y elegido de Dios pidiéndole a su señora que mienta? Se supone que los cristianos no deben mentir nunca, y que Satanás es el Padre de la Mentira; ciertamente que no es un buen comienzo para un patriarca.
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