InfoCatólica / La Esfera y la Cruz / Archivos para: Septiembre 2013

27.09.13

Refórmanos, Señor, te rogamos.

Durante toda mi infancia, juventud y vida adulta, Juan Pablo II fue “El Papa". Su visita a Chile revolucionó el país y nos dio la esperanza de que podíamos salir adelante en un proceso político tremendamente polarizador y complicado, como un pueblo unido y reconciliado. Sin esa visita, es probable que jamás hubiéramos tenido la ocasión de escuchar una voz quieta que nos decía “sin odio, sin violencia, vota No". El rostro de Juan Pablo II estaba (y todavía permanece) en muchas casas de personas humildes, en calendarios y estampas, como un símbolo del hogar.

Bajo esa imagen recuperé mi catolicismo, tal vez no tanto como realidad espiritual al principio, sino como construcción filosófica, pero Juan Pablo II era ambas cosas. También me encontré con las diferentes corrientes dentro de la Iglesia, pero la presencia del Papa me hacía confiar en que había una mano a la vez firme y cariñosa a cargo de la barca de San Pedro. Admiré y admiro especialmente su testimonio de sacrificio durante su última enfermedad, a nombre de tantas personas que deben permanecer postradas a causas de la edad y la salud, sobre todo por su rebeldía ante el modelo de obligatoria juventud y máxima productividad que nos impone la cultura. Cuando falleció, ni siquiera fue tanta la tristeza, simplemente era el momento de volver a la casa del Padre, a recibir su recompensa.

Cuando se realizó el cónclave en 2006, todo era novedoso para mí, y debo reconocer que estaba muy nervioso. Eran cerca de las diez de la mañana, y yo estaba escuchando una radio a pilas en mi oficina de San Vicente de Tagua Tagua, cuando el Cardenal Medina anunció al Cardenal Ratzinger, con esa “r” arrastrada a más no poder. Me emocioné hasta las lágrimas. Desde luego, racionalmente no podía menos que confiar en que Dios cuidaría de su Iglesia, pero ahora me doy cuenta que en un nivel emocional, tenía miedo sobre el futuro, sin “mi Papa", Juan Pablo II.

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22.09.13

La parábola del mayordomo infiel

No es el tema de este blog comentar ni menos interpretar los textos bíblicos, sabe Dios que la Iglesia tiene personas mucho más calificadas para eso. Sin embargo, la lectura de hoy es uno de esas parábolas que llama la atención, por lo oscuro de su mensaje, y las otras lecturas la pusieron para mí en una nueva perspectiva, de modo que aquí les dejo algunas ideas.

Del evangelio de hoy:

Lc 16,1 Decía también a los discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. 2 Lo llamó y le dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto".
3 El administrador pensó entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. 4 ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!".
5 Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?". 6 “Veinte barriles de aceite", le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez". 7 Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?". “Cuatrocientos quintales de trigo", le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos".
8 Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en sus trato con lo demás que los hijos de la luz. 9 Pero yo les digo: Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas.

Esta es una parábola extraña, porque parece que Dios termina alabando a un servidor que no sólo es infiel, sino que además no tiene ninguna característica que parezca digna de imitarse: administraba mal, era flojo y orgulloso (no quería cavar ni mendigar), y termina agravando su culpa al condonar las acreencias de su señor, a sus espaldas. ¿Qué ocurre aquí?

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17.09.13

Noé, la película

Luego de protagonizar en Una Mente Brillante, Russel Crowe y Jenniffer Connely vuelven a interpretar como pareja, esta vez salvando a la humanidad de su extinción en el diluvio, en una nueva versión de la historia de Noé. El filme es dirijido por Darren Aronofsky, quien no es un desconocido a los temas religiosos pues los ha abordado anteriormente en películas como “Pi” de 1998 y La Fuente de la Vida de 2006.

Con fecha de estreno para el mes de abril del próximo año, es claro que estamos ante una producción de alto perfil al más puro estilo de Hollywood, con un elenco donde además aparecen Emma Watson y Anthony Hopkins. Esto asegura una distribución mundial y una importante campaña publicitaria.

La pregunta ahora es si el guion será más o menos fiel al relato bíblico. En estas cuestiones hay que ser lo más flexible posible, porque los datos bíblicos efectivamente son escasos, de modo que cualquier intento de adaptación a la pantalla grande implicará un importante esfuerzo de “rellenar” los datos que faltan.

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9.09.13

Cómo pedir disculpas

Unos días atrás, una amiga me comentaba de una situación institucional complicada, donde preveía que el colegio donde ella trabaja tendría que eventualmente pedirle disculpas a los padres por las conductas de los profesores, a lo que yo le comentaba de diversas páginas que relataban diversos pasos para una disculpa efectiva.

Para ella he preparado este documento, resumiendo y mezclando los consejos de diversas páginas, pero antes de terminarla, quise compartirlas con Uds. por si tenían alguna sugerencia. Pero antes, comencemos por los errores más comunes al momento de ofrecer disculpas.

1. “Lamento profundamente si alguien se sintió ofendido…”

Es habitual, sobre todo entre los políticos, que se usen frases similares a estas para disculparse, donde la clave está en el condicional “si", que termina por hacer responsable a la víctima de la situación. Por ejemplo “Lamento profundamente si decepcioné a los votantes…” o “Lamento profundamente si puse demasiada presión en los jugadores…".

Este tipo de frases, lejos de ser una disculpa, no hace más que enfocar la situación en otro, en el que se “sintió” ofendido, por ser demasiado sensible; en los votantes, por haber esperado que sus políticos fueran honestos; o en el equipo que no pudo soportar mi ritmo de trabajo.

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6.09.13

Curiosidades del traductor de Google

En el artículo titulado Arsenokoités and Malakos: Meanings and Consequences, Dale Martin, Profesor de Estudios Religiosos en la U. de Yale, a quien ya antes nos hemos referido en este blog, examina el famoso pasaje de la Primera Carta a los Corintios, donde dice:

1 Cor 6:9 ¿Ignoran que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se hagan ilusiones: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los pervertidos, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los bebedores, ni los difamadores, ni los usurpadores heredarán el Reino de Dios.

Señala el Profesor Martin que es forzado e injusto usar este pasaje para sostener una aparente condena de la Biblia hacia la homosexualidad, pues donde se suele traducir “homosexual” o “sodomita” (aquí pone “pervertidos"), el original dice “arsenokoitai", palabra cuyo significado sería oscuro, pues rara vez aparecer en otros textos. Agrega que no basta con una mera deducción etimológica (arseno: hombre; koites: yacer) para determinar su sentido, y que una revisión de otras listas de pecados de la época donde también aparece, se encuentra mencionada en medio de la avaricia o el robo, por lo que deduce que se refiere a alguna inmoralidad sexual relacionada con la prostitución o el abuso de niños.

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