InfoCatólica / La Esfera y la Cruz / Archivos para: Marzo 2013

27.03.13

Entrevista al arzobispo de San Francisco sobre el matrimonio gay

A continuación les ofrezco mi traducción de la entrevista que el Arzobispo de San Francisco Salvatore Cordileone ofreció al periódico estadounidense USA Today, con motivo de que la Corte Suprema de los EUA, próximamente revisará el fallo que dejó sin efecto la Proposición 8 de California, donde los votantes de ese Estado decidieron mantener el matrimonio como una relación sólo entre un hombre y una mujer.

¿Cuál es la principal amenaza en permitir que gays y lesbianas se casen?

La mejor pregunta es ¿Cuál es el principal bien en proteger el concepto público de que para constituir un matrimonio necesitas un esposo y una esposa?

Puedo ilustrar mi punto con un ejemplo personal. Cuando era obispo de Oakland, vivía en una residencia en la catedral, que tenía vista al Lago Merritt. Es muy hermosa. Pero más allá del lago, donde las calles iban de 1st Avenue a los límites de la ciudad en la 100th Avenue, esas cien calles consistían completamente de barrios urbanos plagados de padres ausentes y todo el sufrimiento que eso produce: violencia juvenil, pobreza, drogas, crímenes, pandillas, deserción escolar y una tasa de homicidios increíblemente alta. Al caminar por esas calles puedes ver con tus propios ojos: una sociedad que es descuidada en unir a padres y madres para educar a sus hijos en una familia amorosa está causando enorme sufrimiento.

Legalizar el matrimonio entre dos personas del mismo sexo instauraría en la ley el principio de que las madres y los padres son intercambiables o irrelevantes, y que el matrimonio es esencialmente una institución acerca de los adultos, no de los niños; el matrimonio no significaría nada más que dar a los adultos reconocimientos y beneficios en su relación más significativa.

¿Cómo podemos hacerles esto a nuestros niños?

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26.03.13

Baja la natalidad, a nadie le importa

Varias veces ya hemos advertido que nuestro planeta no está sobrepoblado, sino que el peligro es precisamente el contrario, que la baja constante en la población termine por acelerar la caída de la civilización occidental. Cada cierto tiempo hay pequeños anuncios del invierno demográfico que nos espera, tales como la despoblación de una ciudad tan importante como Detroit, que actualmente cuenta con 32.000 casas abandonadas y enormes edificios en ruinas, o el dato que, según el más reciente censo de Estados Unidos, en esa nación hay 6 casas desocupadas por cada persona que vive en la calle.

Por nuestra parte, y con la baja constante en la natalidad que ha sufrido Chile desde fines de los años ‘80, ya era tiempo que esta tendencia se reflejara en la realidad, y ayer hemos tenido nuestra primera advertencia concreta, cuando se reportó que, según cifras del Ministerio de Educación, entre 1990 y 2012 hay un 20% menos de alumnos en enseñanza básica.

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22.03.13

Edward Feser, filósofo ateo converso al catolicismo

Hubo un tiempo en que, para los católicos la conversión se presentaba como una calle de un solo sentido: era común saber de personas que habían crecido en familias católicas (con sacramentos hasta la confirmación y todo), y luego habían abandonado la fe de sus padres, ya sea por una religión protestante o directamente por el ateísmo, sea formalmente o llevando un estilo de vida que totalmente ignoraba el aspecto espiritual.

Internet puso fin a esa época oscura, pues nos puso al corriente de cientos de historias de personas que, partiendo desde los más diversos orígenes, encontraron la riqueza y verdad que se encuentran en la Iglesia que fundó NSJC, entre ellas muchos ateos.

Hoy quiero llamar vuestra atención hacia la historia de Edward Feser, escritor y filósofo que cuenta cómo, luego de abandonar su catolicismo de infancia y permanecer firmemente en el campo ateísta, recobró su vínculo con la Iglesia. El largo camino que tuvo que recorrer está relatado en un post de su blog titulado Camino desde el ateísmo (en inglés), pero me interesa compartir con Uds. los párrafos que dedica a la forma como re descubrió a Santo Tomás de Aquino y las pruebas de las existencia de Dios

Dejo con Uds a Edward Feser:

A fines de los 90, siendo todavía un estudiante, me dieron la oportunidad de enseñar un curso de filosofía de la religión, seguido de varias oportunidades de enseñar cursos de “Introducción a la Filosofía". En este último, quería enfocarme en tópicos que fueran de interés para los que no tuvieran un interés general en la filosofía. Puesto que todos tienen algún interés en la religión (incluso si, en algunos casos, sólo tienen un interés hostil), los argumentos sobre la existencia de Dios parecían un buen tópico al menos para una parte del curso. Naturalmente, ese fue un tópico para el curso de filosofía de la religión. Así, tenía una razón para revisar esa materia luego de haberle dedicado poco tiempo por muchos años.

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15.03.13

Habemus Papam

Quería preguntarles si alguno se emocionó cuando el cardenal protodiácono pronunció las palabras “Habemus Papam“. Yo sí, y fue extraño porque hasta ese momento sabíamos que se había elegido un Papa, por la fumata blanca que con fuerza emanó de la chimenea de la Capilla Sixtina, y estábamos expectantes para conocer el origen y el nombre del nuevo Vicario de Cristo.

Pero fue cuando escuché estas palabras, que me embargó la emoción y sentí lágrimas en los ojos.

Ya lo había sentido antes, en el Cónclave que designó a Joseph Ratzinger para ser Benedicto XVI, pero en esa ocasión lo atribuí a la alegría que me produjo el saber que estábamos en buenas manos, la sensación de que el Espíritu Santo confirmaba la enorme labor de Juan Pablo Magno, y tal vez al boato con que el Cardenal Medina Estevez (chileno) pronunció “Rrratzinger” desde el balcón. Esta vez, sin embargo, era diferente, porque no sabíamos quien era Bergoglio, ni siquiera sonaba entre los candidatos (aunque no puedo dejar de mencionar que mis predicciones acertaron en un 100%).

Entonces ¿Por qué la emoción ante estas simples palabras?

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11.03.13

Seguridad informática católica

Las ventajas que internet nos entrega, en términos de comunicación, trámites bancarios y similares, también han creado un nuevo riesgo: que personas desconocidas accedan a información personal importante y/o delicada, que normalmente se encuentra disponible para todo el que pueda acceder a las cuentas que usamos.

Una opción radical es no entregar nunca ese tipo de datos a las empresas o sitios que frecuentamos, pero más allá de eso, los expertos en seguridad informática nos entregan importantes recomendaciones para hacer más segura la navegación por internet, tales como mantener antivirus actualizados, no hace clic en los enlaces llegados de un correo, fijarnos en que nuestro navegador esté usando una conexión segura, no ingresar claves en un computador público, etc.

Con todo, la medida de seguridad más importante que podemos implementar es mejorar la calidad de nuestras contraseñas. En este sentido, desde luego se desaconseja utilizar palabras directamente tomadas del diccionario, porque un programa puede probarlas todas contra una clave en muy poco tiempo (en lo que se llama un “asalto de fuerza bruta), u otros datos relevantes, como el cumpleaños de los hijos o el nombre de tu primera mascota, a los que podría tener acceso quien conozca al sujeto, por ejemplo, a partir de información disponible en facebook. En cambio, se recomienda usar contraseñas de más de 7 caracteres, y que contengan una mezcla de minúsculas, mayúsculas, números y otros caracteres especiales, como arroba, dos puntos, tildes, etc.

Lo cierto es que uno tiende a usar claves obvias, precisamente porque son fáciles de recordar, y en cambio “feX1d4@2r!e3″ puede ser una contraseña totalmente inviolable, pero si la usas una vez cada dos meses, es indudable que necesitaremos el sistema de “recuperar clave” siempre que intentemos acceder al sistema.

Una solución que puede entregarnos las mejores ventajas de ambos mundos puede ser emplear versículos de la Biblia. Por ejemplo, la contraseña “Juan3:16″ (Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna) contiene mayúsculas, minúsculas, números y caracteres no literales, y por otro lado es un verso muy conocido, que no es difícil de recordar.

Desde luego la idea es que uno escoja un verso que le resulte personalmente significativo (para que no lo adivine cualquiera que sepa que uno es católico), y a la vez que nos sirva para no olvidar nuestros deberes como cristianos en todos los ámbitos de la vida. Así, por ejemplo, una clave para ingresar al banco puede ser “1Tim6:10″ (Porque la avaricia es la raíz de todos los males, y al dejarse llevar por ella, algunos perdieron la fe y se ocasionaron innumerables sufrimientos.) y en cambio para Facebook sería “Mateo19:8″ (Él les dijo: Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era así.)

No diré que las posibilidades son infinitas, porque no lo son, pero si sumamos al número de versículos contenidos en los 73 libros de la Biblia, las diferentes denominaciones que tienen los libros de la Biblia (Romanos, Rom, Rmn) y los diferentes separadores que podemos usar en vez de dos puntos, la verdad es que tenemos a nuestra disposición a todo un universo de contraseñas únicas, personalizadas, muy seguras, fáciles de tener siempre en mente y que nos ayudan a recordar a cada momento nuestro compromiso cristiano.

¿Qué les parece?

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