InfoCatólica / La Esfera y la Cruz / Archivos para: Septiembre 2012

30.09.12

Más datos demográficos para Chile

Unos días atrás les comentaba acerca de los más recientes datos disponibles sobre demografía en Chile, especialmente aquellos referidos a la pronunciada baja en la natalidad y en general los aciagos indicadores acerca de la familia chilena, con un matrimonio que rápidamente cede terreno a la convivencia informal de las parejas y el divorcio rampante.

Ayer el gobierno ha dado a conocer los resultados de la Casen, encuesta de caracterización social que se utilizará en los próximos 2 años para orientar las políticas públicas, y los resultados han ido en línea con las proyecciones de esa entrada. Entre 2000 y 2010:

  • Las mujeres casadas bajaron de 36 a 27,1%, las convivientes se triplican, de 3,5 a 10% y las separadas o anuladas se duplican, de 3,8 a 6,9%
  • Las personas que viven solas aumentaron de 8 a 11,3%
  • Los hogares sostenidos por una pareja bajaron de 71 a 61%
  • Los integrantes por hogar bajaron de 3,9 a 3,4
  • Los hogares donde hay al menos 1 menor de 18 años bajaron de 65% a 52,3%

Otros datos entregados:

  • Hace 20 años los que convivían eran el 8%, todos los demás eran casados. Hoy día los que conviven son el 28%.
  • La tasa de participación laboral pasó de 31,5% a 43,3% en los últimos 20 años.
  • 1 de cada 4 mujeres más pobres tiene un hijo antes de los 18 años, mientras que en mujeres de ingresos altos, sólo 1 de cada 12.

El Ministro de Planificación social se manifestó preocupado con el bajo número de hogares donde había un menor de edad, en cambio la Ministra del Servicio Nacional de la Mujer destacó el cambio en la familia tradicional chilena, asociándolo a una mayor independencia económica e independencia.

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27.09.12

24.09.12

Reflexiones electorales

A fines de octubre próximo, los chilenos tendremos una elección de alcaldes y concejales, por primera vez con voto voluntario, pues hasta ahora teníamos un sistema de inscripción voluntaria para votar, pero con la obligación de hacerlo en todas las elecciones. Los gringos también se preparan para una elección presidencial en noviembre próximo, donde nuevamente los católicos enfrentan la disyuntiva entre un candidato malo y otro intolerablemente malo. En tal situación, naturalmente nos surgen reflexiones -más o menos conexas- acerca de nuestra participación en estos procesos, incluso sobre la democracia misma.

Me refiero a que la idea de la democracia ha llegado a ser tan importante, que todos se la apropian y nadie se atrevería cuestionarla. En todo el orbe le juran lealtad como el supremo bien político, como si no hubiera nada más allá, y quien ose cuestioanla es tratado como gentil y publicano. A tanto llega la adoración por la democracia, que incluso regímenes políticos totalmente opuestos reclaman para sí el título, desde los E.U.A. hasta la “República Popular Democrática de Corea".

A estas alturas, es evidente que el vocablo “democracia” carece totalmente de sentido en política. Supongo que sin una autoridad central, como tiene la Iglesia, es inevitable que cada concepto que parecía fundacional, eventualmente pierda valor por su abuso. Personalmente me da mucha pena darme cuenta de eso, porque, como les he comentado otras veces, la recuperación de la democracia formó parte de la épica de mi juventud. Hoy parece que, en boca de un político, “democrático” no significa más que “los que están de acuerdo conmigo".

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20.09.12

Si amo a Jesús y soy buena persona ¿Por qué debo ir a misa?

Más temprano que tarde, todos hemos ido a misa, y la hemos encontrado bastante fome. Recuerdo que ya a mediados de los ‘80, el humorista Coco Legrand daba voz a toda una generación de chilenos, cuando decía:

¡Quiero que sepan que soy católico apostólico y romano! P-pero “a mi manera", es decir, cuando puedo no más voy a misa, porque es una lata, todos los domingos, ahí…

Todos hemos tenido la misma experiencia: tal vez acompañábamos a nuestros padres, o pasamos una etapa de más cercanía con la religión, pero en cuanto tuvimos algo más de libertad, dejamos de participar regularmente en la misa dominical. De adultos, un par de veces al año, quizá en semana santa o navidad, algún bautizo, matrimonio o funeral, y pare de contar. ¿Para qué más? ¿Y hacer lo mismo cada domingo? ¡Que lata!

Además la misa “no tiene por dónde” competir con otras actividades, sobre todo hoy en día, que nuestro tiempo libre y para la familia es escaso, y las opciones de diversión para un domingo son variadas y atractivas, como el televisor, el asado, los juegos de computador o Internet, y un largo etc. De partida, su estructura es siempre igual: entre 45 minutos y una hora, pero de ese tiempo sólo los primeros 20 ó 30 minutos son más o menos interesantes –con los cantos, las diferentes lecturas y la prédica, donde a veces enseñan cosas nuevas de Jesús–, pero la segunda parte ¡es siempre lo mismo! El curita dice las mismas oraciones sobre el pan y el vino, luego el padrenuestro, la paz y la comunión, la bendición final y nos vamos para la casa. Parece que si fuiste a una misa, has ido a todas ¿no?

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14.09.12

Un par de dilemas morales hipotéticos

Interesante se ha puesto la conversación acerca de la moral laica. Nos han planteado un par de dilemas morales hipotéticos, que tal vez Uds. estén interesados en abordar.

El primero dice así:

Un tren va a toda velocidad por una via. Llega a una bifurcación que nosotros podemos controlar. Si no hago nada el tren sigue derecho y mata a 5 personas que están en la vía. Si activo el desvío el tren va por una via paralela y mata a solo una persona que está allí.
- Se supone que no se puede ni advertirles a los de las vías, ni al maquinista, solo activar o no hacer nada.

Mi respuesta es que es más correcto no hacer nada, porque si mueren cinco personas no fue porque nosotros los quisimos, no fue un homicidio, pero si cambiamos el curso del tren y muere uno, entonces nosotros somos responsables.

El dilema se plantea ante la alternativa de tomar una opción más utilitarista, que en este caso, sólo miraría al número final de personas muertas, cuyo razonamiento va más o menos así: si una persona es valiosa y tiene derecho a preservar su vida, es claro que cinco personas reúnen más valor que una sola, y por lo mismo lo correcto es preservar un mayor valor, por sobre otro de menor entidad.

Mi respuesta en cambio, se funda en el valor intrínseco de la acción, y la regla de que nunca nos está permitido incurrir en actos intrínsecamente malos, en este caso, procurar la muerte de un ser humano inocente.

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