¡Señor –déjame decirte- qué bien se está aquí!
Siempre he escuchado que hemos de prepararnos para asistir a misa tanto en el aspecto espiritual pero también en el aspecto material y que, esa preparación, es ya una introducción en el no espacio-tiempo de Dios en el que se actualiza el sacrificio de Cristo que tiene su culmen en la Liturgia Eucarística.