InfoCatólica / Deo Omnis Gloria / Archivos para: Junio 2015

24.06.15

Tratar con cada uno personalmente. Uno a la vez. Uno a cada instante.

Conocer el contexto histórico dentro del cual se movió Jesús sirve para comprender de qué manera desenvolvernos en el nuestro ya que tanto Jesús como nosotros nos movemos en un ambiente paganizado.

En tiempos de Jesús la mujer era tratada, literalmente, como una mercancía; cuando, sin descendencia enviudaba, se la enviaba a la indigencia e, incluso, se le invitaba a echarse al aceite hirviente para evitar tan amarga existencia; por otro lado, los niños eran considerados mano de obra, los ancianos o enfermos, un estorbo. Cada uno estaba por lo suyo, es decir, el caos socio-económico en el que vivió Jesús era dramáticamente cercano al nuestro.

Ahora bien, quizá por eso Jesús se tiró a la calle para tratar con cada uno personalmente. Uno a la vez. Uno a cada instante.

Sitúate en un laberinto con quienes, más desesperados que tú, caminan desorientados buscan la salida. Qué harías? Te esmerarías en salir por tus propios medios o procurarías ayudar a cada uno con el que te encontraras? O, por ejemplo, si estás en un gran barco que se hunde. Qué harías? Buscarías tu propia salvación o procurarías salvar a quien no encuentra la forma de sobrevivir?

En esto me hizo cavilar la promoción de una serie de televisión titulada Helix que trata sobre un virus que amenaza a la especie humana en la que locutor dice: - ¡Para establecer un nuevo orden siembra el caos!

Es solo una serie de televisión pero han escrito el guion muy cercano a la realidad de los cristianos ya que el protagonista, sin importar lo que sucederá al momento siguiente, trata personalmente de salvar a cada uno con el que se encuentra por lo que la trama cambia constantemente, lo que produce gran suspenso en el espectador.

El personaje principal es un experto que desconoce si podrá contener al virus por lo que, mientras lo descubre, reacciona ante las necesidades de los demás con la firmeza de sus convicciones en procura de salvarlos a pesar de que no tiene certeza de que sobrevivirán. Lo hace porque encuentra que es lo justo, lo razonable, lo único posible.

Deja la vida por salvar a cada uno. Uno a la vez. Uno a cada instante.

Actualmente vivimos un período en que el virus de la mentira ha penetrado hasta la médula de un gran porcentaje de la población produciendo en ellos indescriptible irracionalidad, por lo que es realista considerar que vamos camino a la desaparición de la cultura cristiana dentro de la cual hemos conocido a Dios.

Tendemos a angustiarnos y a desesperar ante dicha perspectiva de futuro pero es una tremenda tontería reaccionar de ese modo ya que lo que la realidad nos propone es volvernos a Jesús.

Si, es simple, mirarlo a los ojos y pedir su gracia para creer en su plan de salvación el cual siempre ha consistido tratar con cada uno personalmente. Uno a la vez. Uno cada instante.

Es, quizá, lo único justo, razonable y posible que a la vez podemos hacer por los demás mientras el resto, jugando a ser Dios, nos hacen pagar el precio*

No será hasta que termine la temporada de Helix que sabremos si el “nuevo orden” del que habla la promoción llegará a establecerse; por el momento, lo que necesitamos saber es que la serie tiene sentido únicamente debido a que el personaje principal sobrevive aferrado a sus convicciones.

Quizá de la misma forma muera y así concluya la temporada. No lo sabemos. Y, poco importa, ya que es solo una serie televisión y la vida espera al actor fuera de las puertas del estudio tal como a cada uno nos esperan fuera de este lugar.

*”Play God. Pay de Price” (lema de Helix que se puede leer en el cartel)

20.06.15

En San Joaquín de Flores celebran misa bajo la forma antigua*

En Costa Rica los fieles que han solicitado la santa misa celebrada bajo la forma extraordinaria han venido celebrándola bajo el cuidado pastoral del Obispo de la Diócesis de Alajuela y del Presbítero Sixto Varela, párroco de San Joaquín de Flores.

Compartimos con ustedes la nota que al respecto elaborara el periodista Gerardo Mora Pana para la edición del ECO CATÓLICO de esta semana en la cual nos ofrece las intervenciones del padre Sixto Varela y de algunos de los fieles comprometidos con el papa emérito Benedicto XVI en la promoción de dicha celebración. 

“No son dos misas diferentes, es la única misa, el único sacrificio de Cristo, nada más que en la forma antigua del rito”, explica el sacerdote.

 

¿Ha escuchado el término de misa tridentina? “Es la Eucaristía celebrada bajo el rito extraordinario (o antiguo) que ha tomado un poco de más auge desde el Papa Benedicto XVI, siendo además una forma de celebración que la Iglesia nunca eliminó”.

De este modo el Padre Sixto Varela, párroco de San Joaquín de Flores, explicó la celebración de la cual el Papa emérito, en su momento, dijo que por su uso “venerable y antiguo, debe conservarse con el honor debido”.

Desde la reforma litúrgica que siguió al Concilio, el Papa Pablo VI aprobó un nuevo misal, y es bajo el cual, se celebra el que conocemos como rito ordinario de la misa. No obstante, muchos fieles desean la celebración del rito extraordinario y es así como este tiene lugar en San Joaquín este 21 de junio a las 11 a.m.

“Es hacer comunión con toda la Iglesia que por siglos y siglos celebró únicamente de esa forma. Grandes santos que conocemos solo conocieron esa forma, hablamos de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Pío…y toda esa lista de santos para atrás del Concilio Vaticano II”, destacó el Padre Sixto.

Ya decía el Papa emérito que “en las parroquias donde haya un grupo estable de fieles adherentes a la precedente tradición litúrgica, el párroco acogerá de buen grado su petición de celebrar la Santa Misa” bajo el rito extraordinario.

“Le hemos dicho a nuestro obispo Monseñor Ángel San Casimiro sobre este grupo de fieles, y hemos buscado un sacerdote preparado para este fin”, dijo el párroco.

 

Lecturas se proclaman en español

Maricruz Tasies entró en contacto con esta forma de celebración hace algunos años, “empecé a leer lo que decía el Papa Benedicto XVI, y de verdad la devoción se apodera de una, porque las rúbricas están diseñadas para que el alma sea capturada, desde luego, la misa es la misma en ambos ritos, pero me sucede que aquí vivo esa potencia del misterio salvífico”, dijo.

Mientras tanto, el joven Sebastián Camacho asegura que no hace falta saber latín para vivir este rito de la misa, además que el Papa Emérito permitió que las lecturas se puedan proclamar en la lengua propia de cada país.

“Comencé a aprender esta forma de celebración para servir como monaguillo, para acolitar, y me di cuenta por medio de este rito que tiene tanta reverencia y solemnidad, que puedo entender más fácil el significado de la misa”, describió.

 

Catequesis

El Padre Sixto explicó que “no son dos misas diferentes, es la única misa, el único sacrificio de Cristo, nada más que en el rito antiguo, se vive quizás más de cerca y se palpa con más facilidad esta dimensión sacrificial, donde todos estamos de frente contemplando a Cristo, empezando por el sacerdote”.

Destacó que con buena catequesis, otros fieles acogen esta forma y participan, pero igualmente, en la forma ordinaria, se debe apreciar el valor del misterio eucarístico. “Los sacerdotes debemos celebrar con mayor dignidad, sin prisas, celebrar con amor, no por un ritualismo barato o un rubricismo exagerado, sino respetando el sacrificio. El problema es cuando convertimos la misa en una obra de teatro, y traemos payasos y el coro en lugar de animar más bien distrae con ritmos y pistas que nos alejan del misterio. La riqueza del nuevo rito de la misa también es enorme, pero los sacerdotes debemos hacerlo con dignidad”, dijo el sacerdote.

Para Pablo Arias, quien también ha descubierto la riqueza del rito extraordinario, destacó, que en ambos casos “si comprendemos que la misa es un cielo en la tierra, los laicos podemos formarnos también y enamorarnos de la Eucaristía que es lo más grande que tenemos. Ningún santo se hizo santo sin la Eucaristía”, dijo.

 

* Papa Benedicto XVI pidió venerar con el honor debido

NOTA DEL BLOGERO: El sacerdote que celebra es mexicano y se traslada cada dos meses desde Nicaragua para celebrar esta forma del rito. De su parte y de parte de los fieles existe interés en ofrecer la formación que requieran los sacerdotes para aprenderla. 

16.06.15

Explicándome el quehacer de Ginnés Rodríguez, periodista (católica)

Ginnés Rodríguez es periodista y se identifica como católica, sin embargo, uno querría que se tomara el tiempo para profundizar en el concepto de familia expuesto por la doctrina para que estuviera en posibilidad de sopesar las consecuencias que para la dignidad humana podría arrojar su quehacer periodístico.

Respecto al artículo publicado en la edición digital de Teletica que tituló “Desde la Redacción: Familias sin molde” en el cual expone las reacciones tras la serie de reportajes a su cargo; sobre el mismo, es necesario destacar el punto medular sobre el que gira la caótica situación social que el contenido de sus reportajes provocó tanto en redes sociales como en lo interno de las familias, vecinos, amigos y hasta entre compañeros de trabajo.

La periodista dice alegrarse de las reacciones aunque da la impresión de no conocerlas todas y que, por lo mismo, no le es posible medir las consecuencias. 

Lo fundamental alrededor de lo cual gira el caos generado es la impresión creada por la periodista de que existe antagonismo entre la “familia tradicional” (conformada por hombre, mujer e hijos) y la familia monoparental (un solo padre o madre) la que fue introducida con habilidad quirúrgica en la mente de los televidentes que se extendiese a redes sociales y demás.

De ahí que algunas de las familias concluyeran que, como su familia no entra dentro del formato de “familia tradicional” descrito por la periodista, tampoco entra dentro del formato católico de familia.

Lo cual es totalmente falso.

Con tan solo el hecho de haber apelado a los sentimientos (no a las ideas o al pensamiento) la profesional ha creado una ficticia rivalidad provocando una profunda fractura en la sociedad costarricense con graves consecuencias al punto que, la opinión pública en cuestión de días, ha colocado a la familia conformada por padre, madre e hijos, al margen de los beneficios que la periodista pretende promover para las familias monoparentales.

Como primera reacción el resultado ha sido que, a todo miembro de familia “tradicional” al que se le ha ocurrido reclamar su lugar dentro de la sociedad le han “zampado” todo tipo de apelativos cristianofóbicos los que se leen en Facebook, Twitter y demás medios digitales arrojados de parte de quienes tienen la impresión de estar excluidos de la Iglesía.

Así es como nos llaman familias “ultra-conservadoras”,  de “católicos radicales” o, el acuñado en estos días: “activistas del lobby católico” para referirse a inocentes miembros de nuestras familias. 

De los casos más dramáticos que en redes sociales hemos personalmente verificado es la numerosa cantidad de madres solteras o divorciadas quienes, apoyadas por sus amigos y parientes, reclaman furiosas nuestro alto nivel de “intolerancia” hacia su tipo de familia; ante lo que, obviamente, hemos quedado absolutamente perplejos.  

Muy poco podríamos hacer laicos o sacerdotes para atender adecuadamente a tantas mujeres que ahora se sienten doblemente inadecuadas debido al quehacer de un profesional a quien hoy día muchos aplauden por su “gran sensibilidad social”.

¡Como pa’echarse a llorar!

De esta manera, el aparentemente inofensivo uso de un término (familia tradicional) puesto en rivalidad con otro (familia monoparental), ha construido una situación falsa y peligrosa por su profundo y largo alcance que ha dejado, dramáticamente indefensa la dignidad humana en cuanto ha vulnerado libertades fundamentales de las que gozábamos, indiferentemente, del tipo de asociación humana a la que perteneciéramos.

Echen cuenta de lo que, un católico de misa de domingo; solito (sin ayuda de nadie) es capaz de provocar. 

Echen números del poder que tiene un solo profesional que cuenta, además, con la aprobación del medio de comunicación para el que trabaja. 

Para iluminar la situación un respetable sacerdote ha dicho que, como consecuencia lógica, hemos de “enfocarnos en dar la cara para contrarrestar el esfuerzo por desacreditar a la familia y señalar la irresponsabilidad de proponer como ideal lo que muchos no han elegido o aquello que pone en riesgo el bienestar de la familia respecto a la sociedad". 

A lo que añado que, antes que todo, hemos de orar sin cesar. 

Manos a la obra!

2.06.15

Pensar antes que sentir | El caso de los sixtillizos

Érase una vez un esposo y una esposa infértiles que recurrieron a la inseminación artificial buscando satisfacer su deseo de ser padres. Los médicos fertilizaron seis óvulos en el útero de la madre de los que nacieron seis niños en etapa muy temprana de su desarrollo de lo que sobrevino grave estado para la salud de los pequeños.  

Tras varias semanas de luchar por su vida los médicos han declarado muertos a cuatro de ellos; el quinto no está para nada bien. La niña que se encuentra menos grave tampoco tiene garantizada su existencia.  

No, no es un cuento de terror sino la corta historia de unos padres costarricenses que tras haber perdido anteriormente a cuatro hijos persistieron en la obtención de su deseo por lo que ahora cuentan con ocho hijos muertos, uno gravemente enfermo y una pequeña que nadie sabe si sobrevivirá.

Desde semanas antes de su nacimiento su historia viene siendo cubierta por los medios de comunicación la que transcurre paralela a la discusión que mantienen los diputados respecto a la sentencia que pesa sobre Costa Rica respecto a la legalización de la FIV (Fertilización in vitro) dictada por la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH)

Pese a tanto dolor los ticos seguimos divididos cuando lo razonable sería que nos hubiésemos colocado como uno solo al lado de los niños; pero no, todavía hay quienes se colocan del lado de la técnica antes que del lado de los pequeños. 

A qué se debe que tanto médicos, parejas, legisladores y gran parte de la opinión pública antepongan el valor de la técnica por sobre el de la vida humana?

Es debido a que son prisioneros de sus deseos tal como los son de los suyos los seres irracionales. Se consideran libres pero son esclavos de su ambición, aspiraciones, caprichos e intereses, tal cual es dominado por los suyos un animalito o un niño de muy corta edad ante una golosina.

El niño, como el animalito, ante el objeto de sus deseos, no piensa, es como un loquito; solo siente el irrefrenable apetito de la golosina ya que anticipa la satisfacción de la sensación que a la vista produce; es decir, el niño, como el animal, es movido por el deseo ya que ni siquiera piensa en las consecuencias para su salud ni mucho menos en el cargo que significará para la salud pública o para el estado físico y emocional de sus padres al caer enfermo. 

El niño y el animal ante el objeto de su deseo es eso: sensación, no pensamiento.

Por esa razón es que, para evitar las consecuencias, unos padres razonables establecen límites a su hijo; por la misma razón es que, para evitar las consecuencias, es que el Derecho establece límites a los adultos.

En Costa Rica, el Derecho ha establecido como límite el principio constitucional acerca de la inviolabilidad de la vida humana que tiene fundamento en los artículos 21, 48 y 40 de nuestra Carta Magna; por qué, entonces, lo irracional (como es la satisfacción de un deseo) debería imponerse por sobre el principio de razonabilidad contenido en nuestra Constitución?

No existe ni un sola idea razonable que sirva para dar una respuesta veraz a menos que se pretenda hacer pasar como razonable una respuesta ofrecida desde las emociones, sensaciones o sentimientos. Auto-engaño del que deberíamos huir como de la peste ya que nos aleja de la verdad, la libertad y de la vida manteniéndonos cautivos de la mentira y de la muerte. 

Para los padres de los sixtillizos existe esperanza. No solo la esperanza de que sobrevivan dos de sus seis hijos sino la que deriva de la madurez adquirida de su dolorosa experiencia.

Para mi país existirá esperanza en cuanto la ciudadanía también madure como consecuencia del sufrimiento por el que han pasado cada uno de los miembros, vivos y difuntos, de esta familia.

En cuanto todos nos decidamos a pensar antes que, únicamente, a sentir.