Lo que sucede cuando no sabes lo que hiciste en el celular

El otro día, no se qué fue lo que hice en mi celular y aparecieron en la galería toneladas de imágenes que he publicado a largo de muchos años en sitios de la web que ni siquiera recordaba.
Eché un vistazo a los que me traían buenos recuerdos por lo que, al final, aquello representaba un poco más de una bella década de mi vida.
Fue consolador darme cuenta que tuve un período de mi vida muy creativo; aunque quedé preocupada debido a que, justo mi vida presente, no lo es.
He dejado de pintar, casi no publico en el blog, ya no investigo.
Mi tiempo se va como agua entre los dedos dedicada a lo poco que el clima, los oficios domésticos y enfermedades me permiten hacer de oración, de misa frecuente y demás.
Si, tengo mi apostolado en redes sociales pero resulta sumamente insatisfactorio ya que es como predicar en el desierto. Con excepciones.
En lo que recibo satisfacción es en la misa dominical, en cumplir con María con el rezo diario del rosario, en los momentos de oración (cuando no hay sequedad), en alguna que otra lectura de piedad y en los pocos encuentros que tengo con mi familia y amigos. Mis inquilinos? Pues, si, relacionarme con ellos es satisfactorio. Deo gratias! No siempre ha sido así.
Claro, de cuando en cuando y como nunca he sido de aspirar reconocimiento, me sorprendo cuando alguno me hace saber que lo que hago o digo ha sido importante para su vida. Pequeñas e inesperadas satisfacciones.
No se qué será pero, realmente, me veo viviendo de manera tan simple, que no consigo creerlo. Llego a preguntarme si estaré haciendo bien llevando esta vida.
Saben? Uno que se preocupa de la buena administración de los dones recibidos.
Aunque después me pregunto que, cuál otra vida podría llevar si ya no cuento con el tiempo, la salud y el dinero que me facilitaban ser creativa?
Pues, nada, viviré la vida que se me permite llevar; tan simple como eso.
Soy feliz así? Claro que sí, vivo contenta. No paro de sonreír. Gozo a mares con tantas pequeñas cosas. Hasta con recuerdos lindos que me llegan de repente la paso bien.
No sé ni cómo. Debe ser por gracia.
Es raro que, al cabo de la vida, haya uno tenido más de lo que necesita y, de repente, tenga solo lo que necesita. Es raro pero interesante y bello a la vez. Saben? Como bueno y verdadero…
Es raro tambièn que, llevando un vida simple y viéndose acosado de tantos peligros como existen, esté uno tan en paz.
Contento, en paz y agradecido.
Solo la gracia puede hacer tanta maravilla. 
Está claro que llegar hasta aquí no ha sido solo cosa de lo que sucedió cuando no sabes qué hiciste en el celular. 

1 comentario

  
Adrián Ferreira
Me hizo bien leerte y me siento identificado. Quizás convenga cambiar un poco la rutina y dar un paseo si el clima y la salud lo permiten , sino , aunque sea ver el paisaje desde la ventana y pensar en cosas que puedan agradar al Señor. Estas haciendo bien en mantener la oración y sacramentos. Enhorabuena, y aunque muchos te lean, no todos comentan ... sin embargo en cada persona que te lee también escribes de alguna manera algunas palabras en su vida también.Dios te guarde y gracias por compartir esta reflexión.
30/01/18 10:20 PM

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