"Lo que nos sostiene y posibilita"

“Si no creeis (si no os apoyaís en Yhavé) no tendréis apoyo” Is 7, 9

Acaso pensaron que lo de los coros angélicos que mencioné en la entrada anterior era tan solo una imagen literaria? Si lo pensaron, lamento decepcionarlos, porque no pienso retractarme de lo dicho. Yo creo que por gracia he venido escuchando, durante tantos Sanctus como he escuchado a lo largo de mi vida, a los coros angélicos.

Por hablar del don recibido es que he regresado para narrar el resto de la historia. 

Resulta que con el recuerdo de tan vívido golpe de gracia del Domingo de Ramos asistí a la Misa de la Cena del Señor.

Este año el nuevo párroco organizó de tal manera que dicha celebración no se realizó en el Centro Parroquial como es costumbre sino en la filial que contiene mayor número de habitantes y trabajadores informales; es decir, las misas allí se caracterizan por la devoción y la piedad del pueblo por lo que, entre otros, el coro fue una gozada: un joven en el acordeón, una anciano en la batería electrónica, un varón de mediana edad en el bajo, una madre y una hija con un clarísimo falsete al mejor estilo de los mariachis mexicanos quienes, además, alternaban en la ejecución del triángulo y las maracas.

Con la descripción del coro pretendo que se hagan idea del “ambiente” en que se llevó a cabo la celebración que no era, ni de lejos, lo que mi sensibilidad hubiera deseado pero, ahí estuve, con mi velo sentada en la segunda fila al lado de doña Ana (la única otra señora con velo), dándome perfecta cuenta de cuánto gozo y paz me embargaba. 

Para cuando llegó el Lavatorio de los pies, como nunca antes, tuve claro que sin la gracia no podría tomar entre mis manos aquellos pies callosos con uñas feas para besarlos. El padrecito fue tomando con cariño uno a uno cada piecito y lo acercaba a su boca. Fue cuando noté dentro de mí una profunda admiración, respeto y gratitud por el sacerdote de quien mi mente saltó a Nuestro Señor y de El a mi corazón el que no salía de su asombro.   

No sé cuántas semanas santas he celebrado pero en lo que se diferencia ésta a las anteriores es en que, a partir de la gracia recibida el Domingo de Ramos, el Señor me liberó de mis escrúpulos respecto a la liturgia.

Tal parece que de hoy en adelante podré regresar a misa, sin importar cuán horrorosamente simple y hasta chabacana sea la celebración, liberada de asistir como una penitencia.

Saben? Será asistir a misa con el alma pura como cuando era niña teniendo clarísimo en Quien todo mi ser encuentra sustento.

Dice Joseph Ratzinger en su libro “Introducción al Cristianismo” que “la fe [ ] es esencialmente confiarse a lo que no se ha hecho a sí mismo, a lo no factible, a lo que [nos] sostiene y posibilita”

La gracia de la fe. La gracia. 

5 comentarios

  
Luis Fernando
Yo llevo tiempo pidiéndole al Señor que me dé la gracia de no fijarme en las cosas de la liturgia que se apartan de la liturgia. Incluidos los abusos flagrantes. Me alegro que te lo haya concedido.

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Luis Fernando,
Te dará la gracia en el momento en que le parezca oportuno pero, de que te la concederá, estoy segura.
Sigue ofreciendo tu asistencia a misa como penitencia y ofrece la comunión por el Papa, obispos y sacerdotes como sospecho que ya lo haces. :)
Gracias por tu alegría.
03/04/15 2:16 PM
  
Alonso Gracián
Maricruz, creo que este post, con su delicado y fino lenguaje, lleno de unción, muestra algo importante. Y es que la gracia nos enseña a descubrir tesoros.

Saludos en Cristo, con su Madre.


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Ha sido un tsunami de gracia en tesoros descubiertos durante estos días. Ya quisiera tenerte cerca para que me vieras gesticulando al describirlo.
Gracias, Alonso.
03/04/15 2:22 PM
  
Maricruz Tasies
Lo que se me ocurrió le diré a los coros de ahora en adelante es que deberán bajar el volumen de su aparatos para que no solo puedan escuchar a la asamblea sino también y, sobre todo, las voces de los ángeles y de los santos.
Madre mía! Es que con semejante estridencia desafinan ya que ni a ellos mismos se escuchan!
03/04/15 2:57 PM
  
María Arratíbel
Maricruz, ¡da muchas gracias a Dios! Al parecer, te ha concedido una gracia que muchos anhelamos.
03/04/15 10:41 PM
  
PEDRO
Ya era hora, que por lo menos "tolerará", las formas MODERNAS de celebrar la liturgia católica y no dejarse llevar por comentarios escandalizados que ya no funcionan porque la Misa debe cambiar para atraer fieles. Debemos alejarnos de vivir la Eucaristía de una forma amarga, agónica, seria, silenciosa por una más jovial, bulliciosa, que inspiré y por supuesto que transmita esa alegría que el Papa Francisco tanto pregona la Alegría del Evangelio!

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Usted me juzga mal, Pedro, pero no importa.
También juzga mal el Magisterio de la Iglesia sobre la Liturgia.
Saludos,
07/04/15 3:32 AM

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