¿Para qué sirven los hermanos?

Hace días he venido pensando en honrar a mis hermanos en mi blog por lo que, debido a cierta situación que se ha presentado, he decido hacerlo hoy.

Soy la hermana mayor de un hombre de 53 años y de una mujer de 46.

He vivido con ellos o muy cerca de ellos toda mi vida salvo cortos períodos lo cual no ha sido fácil pero si providencial y hasta divertido.

Mi hermano fue mi compañero de juegos en la infancia y de quien aprendí y luego desaprendí a ser mamá. Nos ha costado lágrimas el proceso pero dichosamente el, no sin haber puesto yo gran esfuerzo de mi parte, ha conseguido la autonomía que necesitaba.

Con mi hermana ha sucedido parecido con la diferencia que, desde que papá murió, es la mamá ya que tomó la decisión de cuidarme mientras algunas situaciones para mí se resuelven. Todo lo que no pudimos juntas hacer de niñas por la diferencia de edad, lo hacemos ahora. Ella es mi compañera de juegos.

Los pecados y errores de cada uno no son un secreto para el resto. Algunos han sido pecados compartidos y otros han tenido consecuencias graves para los demás, sin embargo, por gracia de Dios y disposición de nuestra parte, todo ha sido perdonado y enmendado por lo que hemos podido seguir siendo una familia según Dios.

Es que acaso puede haber fraternidad donde prevalece el juicio y no se da oportunidad a la reconciliación?

Desde fuera recibo constancia de que nos juzgan como a buenas personas pero a la vez como a un tren de alocados, soñadores e ilusos y más de uno me ha dejado claro en más de una ocasión, tanto de manera directa como sutil, el que sabe cómo poner remedio a nuestra situación.

Yo nada respondo ni tampoco doy crédito a lo que dicen ya que nadie, salvo papá, mamá y nosotros mismos, conoce el camino que como familia hemos transitado para continuar siendo -de viejos- hermanos que se aman entrañablemente, que se cuidan y trabajan unidos por salir adelante contando con la ayuda de Dios.

Por lo tanto, el Señor es el único testigo de nuestro deseo de amarle por sobre todas las cosas y ahora lo son nuestros padres y abuelos quienes desde el cielo interceden con gran alegría por nosotros al ver que honramos su legado de fe, esperanza y amor.

Como familia estamos pasando por un período en el que nuestro futuro no se vislumbra con claridad pero estamos juntos y muy unidos (que no es lo mismo) pero también (lo más importante) profundamente fiados de la Providencia Divina.

Realmente no es algo excepcional lo que puedo decir sobre mis hermanos sino el que de no ser por ellos probablemente habría llegado a considerar que “me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.”.

En cambio, ha sido por ellos, que la Escritura adquiere sentido:

“¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.”

Para eso sirven los hermanos, señoras y señores, sirven para conocer del amor de Dios.

Dichoso el que cuente con hermanos que aman y permiten ser amados.

4 comentarios

  
Rocio
No temer a la humillación es también parte de esa Gracia que Dios nos regala Totus, unidos y fuertes sabiendo que la fuerza no nos viene de ningún lado humano, amándonos como sólo Dios quiere que nos amemos.

Yo ni me atrevo a enumerar las tantas razones por las cuáles te admiro y amo, solo diré que ese don que tenes de defender por sobre todas las cosas a Dios, a su Santa Iglesia y a Su Amor, me hacen sencillamente caer de rodillas y sentirme infinitamente afortunada de tenerte a mi lado, gracias Totus!

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Gracias a vos, corazoncita, te quiero hasta el cielo y de vuelta.
03/04/14 2:57 PM
  
Pepe Tasis-Riba
Muchas gracias le sean concedidas; Dios le pague tanta generosidad. Concordamos; sé que Dios hará de mi, su más inútil jardinerito, un verdadero Santo; lo sé muy bien. Mi camino a la Santidad anhelada lo inicié un día de estos...hará cosa de 53 años. Precisamente a su lado! Dios mantenga el buen sentido del humor - que sé que tiene - y me conceda terminarlo, justamente en el sitio al que sé, llegará también usted.
Paz y bien !

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Aquí vamos, como jugando, Pepito y llegaremos con la ayuda de Dios.
Cuídese de la gripe. Si necesita algo me pega un chiflido.
03/04/14 4:03 PM
  
iker
¿Para qué sirven los hermanos? Pues también para hacerte sufrir un poco...)) y para que no te olvides de rezar.

El mío es más bien agnóstico, tirando a anticlerical, vive de forma estable en pecado contra el sexto mandamiento, podría dar menos importancia al dinero... y sin embargo le considero "buena persona" y sobre todo, es mi hermano y le quiero así que rezo mucho por él. Seguramente no tanto como Santa Mónica por San Agustín pero bastante sí.

Si me comparo, yo era más pecador que él en todas y cada una de las facetas. Si Dios salió a buscarme a mí, que lo hizo, ¿por qué no con él?

Un saludo


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Nos hacen y los hacemos sufrir. Es cierto, Iker.
:)

03/04/14 10:51 PM
  
Alf_3
Guardando todas las proporciones existentes, con mis dos hermanos pasa bastante parecido. Si bien durante nuestra madurez e intenso trabajo profesional de todos, nos distanciamos un poco, ahora nos hemos vuelto más comunicativos, aunque vivamos lejos unos de los otros. Para eso sirven las tecnologías de la comunicación actuales.
Por otro lado, si tuvimos algunos tropiezos espirituales durante nuestras vidas anteriormente, estamos retomando la ortodoxia, quizá hasta por miedo. Pero no importa, Dios en su Misericordia, nos llama más intensamente, para seguir en sus enseñanzas. Gracias a NSJC.
04/04/14 11:22 PM

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