¿En qué se le habrán ido sus días a nuestro Señor Jesucristo?

Sentados esta mañana en una cafetería en una soleada mañana de invierno y mientras el sacerdote amigo nuestro funcionario de Ecclesia Dei hablaba de sus experiencias, de su vocación, de su trabajo, lo escuchaba en silencio y de pronto surgió en mí la pregunta: ¿Por qué diantre deseo la misa antigua? Nunca he participado en ella y conozco tan, pero tan poco del rito que me avergüenza por lo que me veo obligada a tratar de explicarme por qué. Si, por qué deseo la misa antigua?

La respuesta la tenía ante mis narices en la persona del sacerdote que delante de mi se engullía un tremendo gallo pinto con jamón y “ueos…” (no habla español)

Por qué en él? Fue algo que dijo? Bien, si y no. No fue solo lo que dijo, que de por si fue muy útil, valioso e interesante sino lo dicho y cómo esto combina perfectamente con la forma en que vive su vocación.

La clave se encuentra en algo que mencionó: “la misa antigua definió mi sacerdocio”, tras lo que pensé: “pues, si un rito hace eso con la vocación de un consagrado pues bien merece poner atención a ese consagrado para entender el contenido del rito, no?”

A qué me refiero? El padre X (así lo llamaremos) el viernes pasado concluyó un doctorado (todos los que tengan uno, dos o tres doctorados pueden imaginar lo que significa) tomó un vuelo con escalas en clase económica desde el primer mundo para venir al tercer mundo a invertir los cinco días libres que tiene antes de regresar a su escritorio en Roma con una pareja amiga suya pero también con un grupo que le ha pedido celebrar la misa que regularmente celebra y además accedido a realizar con ellos una serie de actividades.

Solo alguien que ha llegado hasta lo profundo del significado de “sacrificio” hace eso con sus vacaciones.

Me doy perfecta cuenta que el padre X no es el único sacerdote que ha llegado a expresar hasta el fondo con su vida el término “sacrificio”, pero ¡mare mía! qué bien lo representa y además -como si fuera poco- con cortesía, caridad, paciencia y alegría.

Pues bien, observando cómo vive este consagrado que diariamente celebra el rito latino en su forma extraordinaria encontré la respuesta del por qué estoy metida en este berenjenal. Estoy metida porque su vida me habla tanto de que el santo sacrificio de la misa como el santo sacrificio de la propia vida la única forma en que vale la pena ser vividos es en donación total.

Y es que, en lo que dice y hace el padre X, no solo he visto en qué se le habrán ido sus días a nuestro Señor Jesucristo, sino en qué se le va a el su propia vida. En qué quiero que se vaya la mía.

Puedo expresar mi deseo de la misa de otra forma y no es que me esté poniendo filo-lefebvrista por lo que, por favor, no se me mal entienda, pero si a mi un cura me da a escoger entre ofrecerme su vida como me la ha ofrecido Cristo u ofrecérmela como me la ofrece “uno de mis cuates”, “perdonen pero disculpenmen”*, me quedo con lo primero.

Y -que conste- el Novus Ordo, podrá ser celebrado con toda pompa como “agape” pero un cura que lo entiende y lo vive además como “sacrificio” -a la legua- se le notará siempre.



* es una expresión de gente sencilla de mi pueblo

6 comentarios

  
P. Felipe de Jesus dj
Muchas Gracias por la nota...

Me quedo sin palabras, solo rumiando el misterio de ese sublime momento de Amor y Misericordia...

y solo puedo decir una y otra vez: "introibo ad altare Dei: ad Deum qui laetificat juventutem meam"

Laus Deo et Maria!!!

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Gracias a usted.
26/08/11 4:31 AM
  
Lorca León Cayasso
Me gustaría preguntarte ¿qué era lo que te tenía metida en el berenjenal de la misa en latín, antes de conocer al sacerdote X? ¿será que no entendí?

En mi caso, sé que mi curiosidad y deseo de la misa tridentina, el latín y lo antiguo, tiene que ver con mi sensibilidad hacia lo que es sentir con la Iglesia y querer aprender todo lo relacionado con ella y sus enseñanzas y tradiciones.

Me parece que puede ser sumamente enriquecedor tener esa misa, para la Iglesia de Costa Rica.

Nota al margen:
Mari, a mi parecer "perdonen pero disculpenmen" no es una expresión de la gente sencilla de Costa Rica (entendiendo "sencilla" como campesina o incluso como poco estudiada. De hecho nunca la he escuchado en productores agrícolas o sus familias en diversas zonas del país, sino más bien en un contexto urbano y semi urbano, recientemente. Pienso que está más relacionada a una expresión popularizada actualmente por algunos personajes de novelas colombianas.




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Respondiendo a tu pregunta, me tenían metida en el berenjenal dos cosas:
- Mi deseo de atender al Santo Padre.
- Mi deseo de acompañar a Andrés y jóvenes como José Pablo en su camino de discernimiento vocacional.
Pero ya ves, había más razones y creo que aún ahora no las expresé todas.

Y por lo de la frase, Lorca, como científica comprendo que querás llegar hasta el fondo en todo más debo sugerir que primero deberíamos ponernos de acuerdo en lo que entendemos cada una como "gente sencilla" para evitar desviarnos de la discusión:)))
26/08/11 3:15 PM
  
Lorca León Cayasso
Gracias por tu respuesta Mari, me parece muy interesante esta reflexión que estás haciendo. Creo que puede ser enriquecedor este cuestionamiento tuyo, para confrontarnos a los demás a revisar nuestros motivos y edificarnos mutuamente. En lo particular me edifica.


Respecto a la nota al margen. Estamos de acuerdo y por esa razón puse cómo entiendo yo, "gente sencilla".
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Bien, seguiremos entonces reflexionando, querida Lorca.
Sobre lo demás, pues me doy cuenta que mi gente sencilla es la misma gente sencilla que entendés vos :)))
Un abrazo,
26/08/11 3:57 PM
  
Enrique G.B.A.
“la misa antigua definió mi sacerdocio”
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Bien, lo creo y me alegro.
No conozco a la misa "antigua".
Pero si de testimonios se trata, mi conversión del ateísmo al catolicismo, comenzó en una misa "moderna", celebrada no en una capilla ni iglesia, sino en el salón de un hotel, donde por compromiso asistí a una reunión de confraternidad.
Fueron como dos dardos, en que Jesús me traspasó para hacerme suyo, en la consagración del pan y del vino.
Mi vida ya no pudo volver a ser la de antes.

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Me alegro en el Señor de que para usted haya sido el sacrificio de Cristo en su Cuerpo y Sangre ofrecidos por amor al mundo en el que haya encontrado lo que su corazón andaba buscando.
Gracias por su testimonio, un abrazo.
26/08/11 6:10 PM
  
Martin Ellingham
Maricruz:

Si puede, y está acorde con su piedad personal, no deje de meditar en los textos del ofertorio de la Misa tradicional. El ofertorio y el Canon son joyas de la piedad cristiana. Unidos al silencio, son un signo imponente del carácter sacrificial.

Saludos.

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Lo haré, claro que si, lo hago con el Novus Ordo, lo puedo hacer con Usus antiquuor.
26/08/11 11:33 PM
  
marcos
No me sufra tanto con lo de los ritos: yo pasé de la "Misa normalita" (o eso creía yo) a no ir a ninguna misa, y ahora, dentro del neocatecumenado, he empezado a descubrir lo que no entendía o me perdía. Y ahora, el señor me lleva por Su Gracia a colaborar en el equipo de "liturgia" en la parroquia. Y todo es Don. Y todo es Gracia, y se descansa, ya lo creo, cuando se descubre que no te han engañado, que Ël está "ahí", sea en latín o en lengua vernácula. Lo que turba suele venir del Enemigo, cuidado, que a veces se disfraza de ángel de luz
01/09/11 8:28 PM

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