Los obispos filipinos restauran la «oración a San Miguel» al final de la misa
Tiempos curiosos y confusos. Remedios extraordinarios. En los últimos años algunos obispos han empezado a recuperar la oración a San Miguel al final de la misa, tal como la prescribió León XIII.
Aunque el exorcismo formalmente nunca fue abolido por completo, la inserción en la Santa Misa pasó a mejor vida ya en los 60 [1]. Aún así, los papas han recomendado vivamente su rezo [2].
El siguiente paso para renovar –volver a hacer nuevo– este remedio no lo toma a título personal un obispo, lo hace toda una conferencia episcopal, la filipina. En una circular a todas las diócesis, la CBCP ( Catholic Bishops’ Conference of the Philippines) autoriza su uso después de la misa en el país y «recomienda encarecidamente su rezo por los grandes conflictos y problemas del país».
Mons. José Palma, Arzobispo de Cebú y Presidente de la CBCP, recuerda que:
A través de esta oración, invocamos a San Miguel para defendernos y defender nuestro país contra la malicia y las trampas del maligno
Miguel, que significa «Quién como Dios», va a triunfar sobre todos los intentos malvados de desfigurar el rostro de la humanidad porque Dios, que es más fuerte, actúa en él.
Quizá, para contextualizar mejor la noticia, convenga recordar que Filipinas es el tercer país con más católicos del mundo (tras Brasil y México) y la Iglesia en Filipinas supune el 7% de toda la Iglesia.
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