La retirada de la placa de los mártires en el cementerio de Carabanchel
Ayer el ayuntamiento de Madrid, cuya alcaldesa es doña Manuela Carmena, sufrió un ataque agudo de memoritis histórica y se lanzó a la retirada por las bravas de lo que ellos, asesorados por la hija de la primera mujer de Fidel Castro, consideran que es apología del franquismo, vivas a la dictadura y traba para la definitiva reconciliación de los españoles.
Cayó alguna placa, derribaron el monolito dedicado a los alféreces provisionales, y, no contentos con esto, se dirigieron al cementerio parroquial de Carabanchel, propiedad de la parroquia, y ahí arrancaron una placa dedicada a ocho beatos carmelitas asesinados en 1936 por odio a la fe. Parece que la alcaldesa ha reconocido el error y se repondrá la placa. Menos mal. Pero esto nos hace pensar en un par de cosas.