2.08.16

Dos pecados que no merecen la pena

Los peces pican porque los pescadores son listos y ponen el cebo más apetecible. Los humanos pecamos porque el tentador despliega ante nuestros sentidos goces, sensaciones, satisfacciones personales, destellos de la más alta felicidad. Y si no, piensen un poco.

Se peca porque te colocan delante algo que te agrada en grado sumo y eso te hace olvidarte de tus principios, tus compromisos, tu moral y al final la tentación te puede.  

Uno comprende que ante una buena mesa y unos caldos apropiados, la gula nos venza. Se sabe perfectamente lo que supone la tentación de la carne y no precisamente la del plato, pero a cambio la gente se lo pasa pipa. El que peca por murmuración, al menos ha pasado un rato entretenido, y el que roba eso que gana en bienes materiales. Mal pecado la pereza, pero las siestas no te las quita nadie, y si faltas a misa un domingo o día de precepto, sacas a cambio una horita para hacer otras cosas.

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30.07.16

Milagros, anécdotas y sucedidos de la adoración perpetua

Empiezo por el milagro gordo de este verano. La verdad es que en verano son unos cuantos los turnos que quedan libres por las vacaciones de los adoradores, y esto no es una zona de veraneo donde unos van y otros vienen. Aquí se van y se van, así que si durante el curso lo normal es tener que cubrir con suplentes apenas catorce o dieciséis horas por semana, en agosto podemos irnos a más de sesenta.

Primer milagro. Que las horas vacantes se cubre con muchísima más facilidad en agosto que durante el curso. Es colocar la lista el domingo y es raro que para el martes no se hayan cubierto todos los huecos.

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28.07.16

Problemas con el agua bendita en algunas parroquias

Vaya por delante que servidor tiene colocadas en su parroquia no una, ni dos, ni tres… sino cuatro pilas de agua bendita, a saber: dos en el templo principal, una en la capilla de diario y otra en la capilla de adoración perpetua.

Dicho esto, hay personas que no aciertan a comprender por qué hay bastantes templos que carecen de pila de agua bendita en la entrada, cosa que suelen achacar a la falta de fe o a la desidia del señor cura de turno. No sé si será esa la razón al algún caso, pero sí quiero dejar claros algunos problemas que surgen de algo tan inocente como una pileta de agua bendita en una iglesia cualquiera.

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26.07.16

Yayo Herrero: meternos goles en propia puerta

No somos más bobos por falta de entrenamiento. Pobre de mí, que cuando me encontré con la tal Yayo Herrero en una mesa redonda sobre el cuidado del medio ambiente en una parroquia madrileña, atribuí el hecho a un gol que le habían colado a D. Carlos Osoro por toda la escuadra.

Empecé a mosquearme cuando hete aquí que me la vuelvo a encontrar como ponente en la semana andaluza de teología que, para que no haya dudas de los apoyos que tiene, se va a celebrar nada menos que en el seminario de Málaga. Leche, otra casualidad… habrá que estar al loro.

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25.07.16

Sensación de que los nuestros nos toman abiertamente el pelo

Pero vamos, que si en lugar de sensación quieren leer certeza, tampoco me voy a molestar.

Me gustan las ideas claras, y me produce desazón y cabreo cuando tengo la sensación de que se dice una cosa mientras se tolera o incluso se fomenta lo contrario. Servidor es de los que pide, tampoco creo que sea tan complicado de entender, que le hablen clarito, porque a partir de ese momento uno tiene la opción bien de obedecer, bien de declararse abiertamente en rebeldía.

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