Pequeñas historias de la adoración perpetua
Estoy convencido de que la capilla de adoración perpetua de la parroquia es lo mejor que tenemos, con mucha diferencia, y lo que está dando y dará grandes frutos.
Cuatro años y medio ya durante los cuales el mérito no es que esté abierta la capilla que lo está, sino que jamás falte un adorador ante el Santísimo. En estos cuatro años y medio el número de personas que pasan por la capilla aumenta en personas y en tiempo de adoración. Hoy, incluso en las madrugadas, es difícil que esté una sola persona. Momentos en los que incluso la capilla se queda pequeña.