Otro "milagro" de la capilla de adoración perpetua
Lean este sencillo intercambio de correos. No hace falta nada más:
De una adoradora al coordinador de su turno:
Buenos días, J.:
Cómo soy un desastre, acabo de caer en que este próximo XXX a las XXX h. tengo cita con el dentista para alguno de mis niños. La cita me la dieron hace mucho tiempo, pero no caí en que coincidía con mi turno de adoración.