Mis iglesias (2). San Andrés de la Serna del Monte

De mis tres pueblos, y consiguientemente de mis tres parroquias, mis lectores conocen sobre todo Braojos. Pero La Serna y Gascones también existen.

La Serna, donde se ubica la casa parroquial, es uno de los pueblos más pequeños de la comunidad de Madrid, con un padrón a día de hoy de 73 habitantes. Eso sí, con un templo parroquial de solera levantado en el siglo XVII y reformado a mediados del siglo XX.

Me encanta esta iglesia: coqueta, entrañable, acogedora desde el porche que recibe al vecino. Pórtico con sus bancos de piedra que servían para la conversación distendida y para las reuniones vecinales que tantas veces se hicieron en el pórtico del templo, orientado al sur y acogedor en invierno y verano.

El interior es cálido. Conserva un interesante retablo del siglo XVIII en el que hallan las imágenes barrocas de la Virgen del Socorro y de San Andrés. 

El patrón del pueblo es San Agustín. Junto a él, mucha devoción a San Antonio de Padua. Hay imágenes de los dos aunque sin especial valor artístico.

Es un templo muy agradecido para celebrar. Suficiente tamaño para acoger a los fieles en días de fiestas o en celebraciones especiales como pueden ser entierros y funerales, pero a la vez acogedor para días de poca asistencia, que son los más.

El día que conocí la parroquia pregunté a la señora Juana, que cuida del templo:

- ¿Viene mucha gente a misa?

- Dos o tres no le han de faltar

- Digo los domingos…

- Pues eso, que dos o tres no le han de faltar…

Pregunté también si la parroquia tenía algún lugar de reunión.

- Ahí lo tiene usted… con su mesa camilla y su brasero y todo…

La pequeña sacristía es todo: sacristía, despacho, sala de reuniones. Se agradece en invierno juntarnos tres o cuatro, encender el braserito y echar el rato mientras pensamos alguna cosilla para animar la vida parroquial. 

La Serna es lo que es. Algo más en verano, pero el invierno es duro. A partir de que anochece no hay un alma por la calle. Nos convertimos en pueblo fantasma. Normal. Empadronados, 73 habitantes, pero que en invierno vivamos en el pueblo, poco más de cincuenta, con algún añadido de fin de semana. 

La vida parroquial es muy simple. Misa cada domingo a las doce de la mañana. Una asistencia media de diez o doce personas, aunque este pasado domingo fueron solamente cuatro. No pasa nada, es el día del Señor. Se canta, se celebra solemnemente, predicación y lo que sea menester. 

Cada jueves tenemos exposición del Santísimo, santo rosario y misa. Por lo menos estamos la señora Juana y yo y de cuando en cuando nos sorpende alguien más. 

En unos días celebraremos como se merece al titular de la parroquia, San Andrés, con misa solemne y merienda, que aquí las cosas siempre se hacen de forma parecida. 

Templos pequeños. Pueblos mínimos. Periferia de un Madrid que calladamente se desliza hacia la sierra. Periferia que cree, espera, reza, ama y se reúne en torno a su Señor.

¿Merece la pena celebrar, rezar, exponer el Santísimo para tres o cuatro? Más que para los cientos que acuden a una catedral o una gran iglesia. Para estos más que para nadie. Porque son cuatro, porque vivimos lejos de la cidad, porque el pueblo “se cierra” a las seis de la tarde. Justo por eso, más que para nadie. ¿No dijo Dios que buscaba a los débiles para confundir a los fuertes? Algún día se dirá: hoy no hay misa en la basílica de A, la gran parroquia de B o la catedral de C porque no pueden quedar desatendidos los tres fieles de la Serna del Monte. Ese día habremos comprendido la grandeza de servir a los pequeños. 

9 comentarios

  
Maricruz Tasies
Hay casas de alquiler por ahí?
Con gusto me iría para allá.
15/11/18 12:55 PM
  
Jerónimo
En mi capilla somos el sacerdote, el acólito, dos o tres que cantan y algún visitante más. Raramente llegamos a diez. Luego tratamos de celebrar Vísperas al menos una vez a la semana; por ahora hemos sido dos; y sin el sacerdote.
En lo pequeño ocurren las cosas más grandes. En la pequeñez y soledad de una capilla podemos encontrar el clima de oración más sencillo y perfecto para que la Presencia nos absorba más allá de todo tiempo y lugar.
En última instancia, es el Señor quien construye la casa. Si no, los obreros trabajan en vano. Lo que menos interesa es "llenar" la capilla. Sí poner los medios para dar a conocer las actividades, invitar conocidos con inclinación por la oración que no sean meros curiosos, y siempre dar una cálida y sincera bienvenida. Lo demás, está en manos del Señor y de su dulce Madre.
15/11/18 4:15 PM
  
SR.
El interior tiene un aspecto más que acogedor.
15/11/18 6:50 PM
  
Javidaba
Ave María, gratia plena...
15/11/18 7:01 PM
  
Tannhäuser
Ya se lo he dicho muchas veces, le envidio su retiro serrano "beatus ille qui procul negoti is..." Si pudiera me iría a vivir por esos pueblos, cuanto mas retirado de la ¿civilización?, mejor.

Le rezo su Avemaría.
15/11/18 7:11 PM
  
Myrian
Me encanta, es entrañable...en mi parroquia en la Misa del domingo, que se celebra los sábados por aquello de la escasez de sacerdotes, nos juntamos unas 65 personas, poquitos también...somos unos 700 habitantes.
15/11/18 7:39 PM
  
María de las Nieves
Un encanto de iglesia,gracias a los que la cuidan ,con Ud abriéndonos las puertas ,vemos las joyas materiales el templo, y el amor de los pequeños sus fieles ,es un lujo lo que nos está dando desde ahí,Amor eterno. Desde esa mesa camilla se pueden escribir catequesis, homilias ,mejoras para todos, compartir merendolas y en banco con el árbol, calderetes de verano ,cumpleaños etc Y en sus parroquias es familia no puede dejar de serlo ,así que caminando en el amor a la eternidad. Iglesias domésticas amadas. Y no son 4 ,dígales a sus familias iglesias ,que les seguimos a Ud y a ellos con amor y admirando lo que hacen Padre Nuestro ,Ave María ,Gloria ,abriendo las puertas del cielo ,gracias Padre y que el Señor ya está derramando abundantes bendiciones.
15/11/18 10:00 PM
  
Roberto
El problema de un montón de pueblos de nuestra geografía española es que de aquí a una década (o menos) ¿que será o habrá sido ya de ellos?
Muchos, en vías de desaparición o como segunda residencia para habitantes de grandes ciudades, y poco más.

Claro que habrá atenderlos pastoralmente hasta que estén por pocos habitantes que tengan.
16/11/18 11:50 AM
  
FC Romero
Ave María Purísima D. Jorge. La Sierra Norte también existe, y hasta algún politiquillo se acercará por allí cuando las elecciones se avengan, para decirles que qué malos son los otros y lo buenos que son los míos, y que les prometerán el oro y el moro, y así una y otra vez. En fin que le agradecemos esa aproximación a esta otra Parroquia a su cargo, de La Serna del Monte. Como sabemos que Dios funciona con otro tipo de valoraciones, no por ser pequeños son menos importantes, si son fieles y acuden a la llamada, aunque sea a repicar de campana, viven como vivían los primeros cristianos, porque si mal no recuerdo Cristo empezó con un "núcleo duro" de doce , aunque enviaba en su nombre a unos 70 por los caminos, y en aquel tiempo en Palestina, no creo que hubiese grandes pueblos, y en unos sitios fructificaba y en otros se sacudían las sandalias. No importa tanto el número y lo medios de los que se dispone. Basta con ver que todo está muy limpio y arreglado, modestamente, sin lujos, pero con dignidad para rezar a Dios y servir a la Iglesia. Mis felicitaciones a la Sra. Juana y a tantas Juanas como ella que arreglan la Casa del Señor en este mundo.
San Agustín, ruega por La Serna y por todos nosotros.
19/11/18 12:20 PM

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