Belleza de la Iglesia

Belleza de la Iglesia en Bangassou

Dios me regaló hace unos días conocer a Monseñor Aguirre, obispo de la Diócesis de Bangassou, en República Centroafricana, el segundo país más pobre del mundo. Acudí al Monasterio de Zamartze, en Navarra (España),  invitada por el asistente espiritual de Ayuda a la iglesia Necesitada y Vicario Episcopal de la Archidiócesis de Pamplona-Tudela, el padre Mikel Garciandía. Iba a tener lugar un encuentro del Obispo Aguirre con voluntarios y benefactores de la Fundación Bangassou.

Había leído noticias tan impresionantes sobre la labor de Juan José Aguirre en su Diócesis que había llegado a imaginar a un hombre alto y enérgico. Sin embargo, conocí  a alguien menudo, dulce y discreto, que uno no imaginaría cavando fosas para enterrar a los musulmanes asesinados por los guerrilleros Antibalaka, ni negociando con los mercenarios que habían disparado y volcado el camión que transportaba el contenedor con la ayuda que había mandado la Fundación para que ayudaran a ponerlo en pie, ni recogiendo la masa cerebral de un amigo asesinado en su presencia, por haber enseñado a quienes le amenazaban su único arma: un rosario. Un rato después lo enterraba. Un tiempo después consolaba a su viuda, y asistía al milagro que obra Dios en los corazones que perdonan.

Juanjo Aguirre no conoce el rencor. Sólo conoce la esperanza. Y desde su pequeñez transmite una fuerza que sabe bien de dónde viene: cerraba de pronto los ojos y nos hablaba de esa oración de quietud que pone en silencio el cuerpo, la mente…y que finalmente le pone a uno mirando al Señor, amando sin palabras. Hablaba de esa oración sin la que él no podría hacer nada de lo que hace. 

Oía yo a Monseñor Aguirre y daba gracias a Dios por la belleza de la Iglesia.

Belleza de la Iglesia en Nicaragua

La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN España) ha lanzado una campaña de ayuda para la Iglesia en Nicaragua, que sigue sufriendo las consecuencias de la crisis política y social en la que está inmerso el país centroamericano desde abril de 2018. 
 
La campaña está presentada de la mano del sacerdote nicaragüense Cristóbal Gadea, de la parroquia de la Inmaculada Concepción en Wiwilí, cerca de la frontera con Honduras. Este sacerdote, que ha sido mediador, en los últimos meses en la región de Wiwilí, entre la oposición y los grupos afines al presidente Daniel Ortega, también sirve a las comunidades indígenas más remotas del río Coco, a las que accede gracias a una pequeña embarcación, financiada por Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Ayer el Padre Cristóbal daba testimonio en Pamplona (España) y nos contaba cómo en el tiempo en que empezaba a plantearse la vocación sacerdotal, veía con claridad que el modo más perfecto de servir a los demás era a través del sacerdocio. “Un laico no puede confesar, un laico no puede celebrar la Eucaristía”. Y hablaba de las 58 comunidades a las que atiende, algunas a una distancia de más de 12 horas en barca, de cómo se quita de lo suyo para ayudarles y de cómo esa falta de medios, esa pobreza, le brindan “la experiencia de servir a Cristo desde la Cruz, la experiencia del encuentro con el Señor viviendo su Pasión”. Sobre su participación en el proceso negociador entre la oposición y los grupos pro-Daniel Ortega decía que la Iglesia –mediadora en el conflicto nicaragüense- debe querer “cambiar el mundo por el amor” y promover la reconciliación “predicando a Jesucristo muerto y resucitado entre nosotros”.

Oía yo al Padre Cristóbal y daba gracias a Dios por la belleza de la Iglesia.

Belleza de la Iglesia en la Meseta Tibetana

Les hablo del Padre Federico Highton, S.E., quien con parresía divina –dada por Dios, quiero decir- misiona en el Himalaya. Aparten ustedes un momento el catalejo de las selvas sinodales amazónicas, asómense al blog del Padre Federico y díganme si su misión imposible –imposible para los gentiles, no para los hijos de Dios- no les enciende la sed de almas. ¡Qué bella la Iglesia cuando el Padre eleva la Hostia ante los paganos!

Bendita Orden de San Elías, “sociedad de vida apostólica que tiene por finalidad la predicación de la santa Fe católica con la más heroica parresía en dos frentes diversos: las misiones “ad gentes” (tierras donde la Iglesia aún no ha llegado) y el apostolado de la contra-revolución cultural.”

Cuando leo al Padre Federico doy mil veces gracias a Dios por la Iglesia.

(Padre Ravassi, co-fundador de la Orden de San Elías, le debo a usted también haberme encendido de orgullo y agradecimiento por pertenecer a la Iglesia Católica leyendo sus artículos y viendo sus conferencias…)

Belleza de la Iglesia en sus mártires

El Cuerpo de Cristo está sufriendo y está siendo atacado. Pero no solamente en su Magisterio, en su Tradición, en su Verdad… la Iglesia es también atacada en sus perseguidos y en sus mártires, que son “la élite de la Iglesia” (Padre Werenfried Von Straaten, Fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada). No sólo la élite. Son la esperanza de la Iglesia. Fieles hasta dar la vida. Por pura gracia. Testigos del poder de la gracia de Dios, ese poder en el que tantos católicos han dejado de creer. Dios existe. Y actúa. Y grita su existencia en la fe inquebrantable de esos católicos que, huyendo de la guerra, van llegando a la Diócesis de Bangassou, diciendo: “lo hemos perdido todo, menos la fe”. Quizás Occidente debería decir: “lo tenemos todo menos la fe”. Maldita abundancia, diría yo…

Nuestros hermanos perseguidos son la élite de la Iglesia. Tomemos como una cuestión de honor el ser solidarios con ellos ya que, en el cuerpo místico de Cristo, formamos con ellos una unidad sobrenatural más profunda y sólida que cualquier alianza natural. Cuando un miembro sufre, todos los miembros sufren con él. Y el sufrimiento de los mártires aprovecha a todos. Es un signo de predilección el poder soportar los ultrajes en nombre de Jesús, estar unido al Cristo sufriente, y participar en su obra redentora. Sin ninguna duda, después de Cristo, es gracias a los cristianos perseguidos que, incluso en estos tiempos sombríos, la Iglesia sigue siendo la santa Iglesia. Gracias a ellos y a pesar de la traición de tantos de sus hijos, sigue siendo agradable a Dios como Esposa de Cristo.

Los primeros cristianos estaban llenos de respeto por los hermanos que sufrían persecución por Cristo. Los mártires fueron los primeros en ser venerados como santos. La Santa Eucaristía se celebraba sobre sus tumbas para expresar la comunión de espíritu que unía a los cristianos y sus mártires. En nuestros días, ya no encontramos huella de esa comunión… (Padre Werenfried Von Straaten)

10 comentarios

  
Residente en Fátima
Gracias, gracias, gracias. ¡¡¡¡Domine non sum dignus!!!!
Perdóname Señor
22/09/19 1:10 AM
  
Santa Catalina de Siena
Gracias María,
En estos momentos tan confusos , con experimentos Sinodiales que nos dejan atónitos , ver luz y ver que hay una Iglesia Santa y mártir , nos consuela. Siempre había pensado que nacer en Europa era una gracia , ahora pienso que es una desgracia para mi salvación ....,

Al menos sabremos donde ayudar y donde dar nuestras limosnas ( a la Iglesia mártir ).
22/09/19 10:18 AM
  
sofía
Excelente el testimonio de Monseñor Aguirre. Hay q combatir la desinformación y colaborar.
22/09/19 11:52 AM
  
Daniel Iglesias
Muchas gracias, María.
En verdad Dios es admirable en sus santos y en sus mártires.
¡Feliz Domingo!
22/09/19 11:54 AM
  
Javidaba
Como Residente en Fátima: Gracias, gracias, gracias. Señor, no soy digno. Perdóname Señor
22/09/19 1:43 PM
  
Maricruz Tasies
Dios sabe cuándo es que necesito escucharte porque te pone a escribir.
Besos y abrazos, María. Y, gracias.
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Pues demos juntas gracias a Dios querida Mari Cruz.
Un abrazo y mi oración, amiga en Cristo
22/09/19 4:06 PM
  
Maria Elizalde
¡Gracias Maria! Vivir en la Iglesia, sentir con la iglesia, dar gracias por todo lo hermoso y bueno de la santa Iglesia, y orar y ofrecer por ella. Gracias por la información y la reflexión. Nos ayudamos...
22/09/19 10:16 PM
  
Chico
Y más bellezas de la Iglesia: la Iglesia de los enfermos, de los que viven su Fe en el diario vivir, etc.
22/09/19 11:57 PM
  
Ramvel
Belleza y grandeza que no son de este mundo.
Sin palabras.
Procuraré formar parte de la Comunión de los Santos con más fervor.
25/09/19 7:47 PM
  
Luis Piqué Muñoz
¡La resplandeciente Belleza de la Luz del Espíritu Santo, de la Santa Madre Iglesia, de la Madre de la Iglesia, la Virgen Santísima, la Belleza de la Princesita, la Mujer, la Madre! Impidamos que entre el Humo de Satán y afee y ensucie el deslumbrante y Purísimo Rostro del Espíritu Santo ¡Ay! ¡Viva la Belleza! ¡Viva la Virgen! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Dios!
30/09/19 6:47 PM

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