¿Apostatar en conciencia?

 

Yo me imagino a Pelagio como un voluntarista optimista, una de esas personas que han recibido una naturaleza fuerte y no se dan cuenta de que es regalada y no todos la tienen. Le supongo a Pelagio también un rasgo frecuente en voluntaristas optimistas, y es que a veces creen que, a quienes no consiguen lo que persiguen, sólo les falta poner en marcha la voluntad como si la gracia no existiera en absoluto o no fuera necesaria. Ya saben: “El que la sigue la consigue”, etc. etc. Ah, olvidaba aclarar que a la gran mayoría de voluntaristas el optimismo no les suele durar mucho. Ya saben, la realidad se acaba imponiendo.

Sin embargo, no imagino a los obispos de la Conferencia Episcopal belga como optimistas pelagianos. Más bien los veo derrotados. No sólo no cuentan -como Pelagio- con la realidad indiscutible de la gracia divina…es que tampoco confian en la voluntad humana: “No podemos pedir que los cristianos hagan esto o aquello”. Ya saben, hay situaciones de pecado que para numerosos obispos –y párrocos, y feligreses de a pie como usted y como yo- son irremediables. Como si Dios no existiera, o finalmente fuera –como mucho- el relojero aquel que creó y después se quedó mirando.

Esta pastoral de conmiseración derrotada ha encontrado en la conciencia la muleta perfecta para su cojera teológica (¿No está muy cojo el católico que no cuenta con la verdad de la gracia divina?). Ahora puede uno, obedeciendo a su conciencia -sea cual sea el estado de la misma-, alejarse de la pastoral “rigorista” que habla de situaciones objetivas de pecado y, debidamente acompañado por un pastor (que, a ser posible, no sea rigorista), seguir en esa situación que toda la vida fue de pecado para, con la conciencia ya tranquila tras haber discernido su caso ¡recibir a Jesucristo Sacramentado con toda paz! ¿Cuántas comuniones sacrílegas, Corazón Divino? ¡Amor, Gloria, Reparación al Sagrado Corazón de Jesús!

(Si algún lector quiere profundizar un poco en la realidad que este “discernimiento caso por caso” esconde, lea este artículo del Padre Iraburu. También tienen –lo comparto otra vez con ustedes- un buen diagnóstico de la enfermedad que aqueja en esta ocasión a los obispos belgas en este artículo de Luis Fernando Pérez Bustamante: “No creen en el poder de la gracia. Eso es todo.”)

Me van a preguntar ustedes por qué me meto en estos barros. Otros me dirán que ya me ven venir y que me repito más que el ajo, porque me metí en ellos en una ocasión semejante. Y me habrán adivinado, porque otra vez me está hirviendo la sangre, y otra vez me estoy preguntando si esta pastoral comodona va a aplicarse a más pecados. Por poner un ejemplo, a la apostasía. No lo puedo evitar. Cada vez que me sobresalta una noticia de este calibre se me vienen a la cabeza los perseguidos, los mártires, y me hago una terrible pregunta: ¿Estarán haciendo el imbécil?

Hoy me estoy acordando de esos católicos filipinos que podrían llegara a ser escudos humanos de sus captores islamistas, y de lo cómodo que sería para ellos apostatar…

“No hay negociaciones. El ejército se dedica a la lucha puerta a puerta para volver a tomar la ciudad de Marawi. Y los líderes militares dicen que no tienen la intención de negociar con los terroristas. Estamos seriamente preocupados por el p. Chito, es decir el p. Teresito Suganob, y los otros 15 rehenes católicos secuestrados por los terroristas. No sabemos dónde están. No creo que sus secuestradores quieran dinero, pero temo que pretendan utilizarlos para salvar sus vidas. Me temo que los usarán como escudos humanos”.

Quien así habla es el Obispo Edwin de la Pena, que dirige la Prelatura territorial de Marawi City, en la isla de Mindanao (sur de Filipinas), ciudad en la que más de 500 terroristas, enarbolando la bandera del Estado Islámico, han penetrado hasta hacerla suya. Cuando llegaron a la catedral secuestraron al vicario del obispo y a los fieles que con él estaban reunidos en oración, y después prendieron fuego al edificio. Nueve de esos fieles católicos fueron más tarde atados y asesinados en las afueras de la ciudad.

¿Será que no les han dado la oportunidad de apostatar antes de matarles? Los asesinos del Estado Islámico suelen tener esa deferencia: “Conviértete al Islam o morirás.”

Al menos –a decir de una testigo superviviente- los islamistas dieron esa oportunidad a los coptos egipcios asesinados hace unos días:

“Se llevaron nuestras joyas y dinero, diciendo que era su derecho a hacerlo porque éramos sus rehenes. Más tarde, nos pidieron anunciar la fe musulmana [y convertirnos], pero nos negamos. En ese momento, empezaron a disparar contra nosotros“.

Volviendo a Filipinas, nos encontramos con que se ha lanzado una campaña de oración por la liberación de los rehenes. Esas campañas de oración…¿de qué nos hablan? ¿Será que todavía hay quienes confian en la omnipotencia divina? Si estamos como abandonados ante nuestra debilidad con la sola arma de nuestra débil voluntad, si no confiamos en que Dios todo lo puede, ¿para qué rezar? Y, sin embargo, ¿no conocen los perseguidos que sólo el auxilio divino les sostiene en la prueba? ¿No es cierto que, al ser interpelados por nosotros –“¿Qué necesitáis?”- no dicen otra cosa que – “Vuestra oración”?

Pero en occidente nos importa demasiado nuestro ombligo. Con tanto yoga parroquial nos hemos creido que lo realmente importante es aquello de que yo me sienta humanamente bien. A gusto. Sin problemas. Sin cruz. Y eso no es cristiano. Nosotros nos gloriamos en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Sin embargo, al parecer, para la pastoral derrotada por las dificultades de la limitación humana y especialmente por haber olvidado al Todopoderoso, la Cruz es necedad y escándalo, algo que hay que evitar a toda costa.

Nadie dijo que esto fuera un camino de rosas –cargar con nuestra cruz y seguirle-, pero Él sí dijo que su yugo es ligero…¡Él mismo cargó con nuestros pecados, con nuestros crímenes! ¿No dijo Él “Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo”? ¿No dijo también “sin Mi no podéis hacer nada”, lo cual quiere decir que su gracia –amor infinito- todo lo puede? ¿Acaso no nos ha sacado a tantos de nosotros Dios mismo por pura misericordia de lodazales imposibles?

Obispos belgas, ¡¡confiad en el Señor!! ¿Dónde está vuestra confianza? A vuestras ovejas, tan sedientas del Dios vivo, gritadles con San Juan Pablo II: ¡¡¡No tengáis miedo!!! “¡Es Dios mismo que ha venido a compartir nuestra existencia, cada una!”

Y nosotros, pecadores todos –perseguidos o no-, pidamos al Señor la confianza. Pidámosla con fe, digamos mil y una veces “¡¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!!” hasta que Él nos conceda saber profundamente que nuestra vida descansa en ese Corazón, como tantos que han perdido todo ganando al mismo tiempo una fe nueva que les dibuja sonrisas en medio de la persecución

Les invito también a reparar por tantas comuniones sacrílegas que algunos lobos con piel de oveja –oremos por ellos- consciente o inconscientemente están administrando. ¡Cuánta  y qué triste actualidad tienen las palabras que Jesús dirigió a Santa Margarita María de Alacoque!: “Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio.”

Señor, sé nuestro sostén en la prueba, líbranos de la condenación eterna, ¡y cuéntanos entre tus elegidos!

 

7 comentarios

  
José Miguel
Así sea. Recemos por nuestros hermanos.
29/05/17 6:51 PM
  
Néstor
Excelente "post". El pelagiano se vuelve así desesperanzado precisamente cuando ve que de hecho la voluntad humana, que es lo único que él tiene en cuenta, no alcanza.

Saludos cordiales.
29/05/17 7:17 PM
  
María Arratíbel
Por si quieren saber de los últimos acontecimientos en la ciudad filipina de Marawi, les dejo este enlace:

http://www.asianews.it/noticias-es/Mindanao,-El-ej%C3%A9rcito-avanza-y-controla-gran-parte-de-Marawi-40869.html
29/05/17 9:59 PM
  
clara
Amén, amén, amén.
30/05/17 1:20 AM
  
Rexjhs
Muchas gracias por el artículo. En algún momento de su vida, cuando se afiliaban a la masonería, abrazaban el marxismo o simplemente bajaban los brazos cansados frente al mundo, estos obispos apostataron... Lo peor de todo es que al aceptar el mundo y rechazar la Cruz se convierten en lobos, bajo piel de oveja, y difunden la herejía y la apostasía entre sus ovejas, llevando al Infierno a miles de almas alas que no pastorean, a las que dan palmaditas en la espalda y les ofrecen la comunión en pecado mortal para que se condenen. Es de una gravedad inaudita. Y mientras, quien debería hablar, calla.
30/05/17 10:34 AM
  
Fernando
Algo así como la famosa y perversa película de Silencio?
30/05/17 10:56 AM
  
Opinando
Fantástico post; aunque no sé si 'fantástico' es lo más adecuado, dejémoslo en acertadísimo post.

Mire María, imagino que usted al igual que yo, de vez en cuando intercambiará opiniones sobre la Fe católica con otros creyentes -y no creyentes-; ¿de verdad no le sorprende la ceguera espiritual y el desconocimiento doctrinal de estos tiempos? Lo malo es el que se dice católico, va a misa y todo, participa en el grupo de liturgia y luego resulta que sus opiniones sobre lo que es la Verdad Católica son las que a él le apetece; y parece que la gente sólo puede aprender en catequesis, en misa o en charlas que organicen en la parroquia, y eso es lamentable. Yo soy un converso, el encontrarme con Jesucristo me hizo MOVERME y PREOCUPARME por entender, leer, estudiar, repensar.. Pasé un tiempo en las iglesias evangélicas (de esos me las sé todas)... Fui a clases de Catecismo, me lo leí- el Catecismo-, me arrepentí, hice penitencia, recé y pedí a Dios; me confesé, comulgue, me confirmé, seguí rezando, seguí leyendo la Biblia, meditando, leyendo sobre la Iglesia, los santos, sobre Apologética Católica, cuando tuve dudas pregunté, tuve retiros, ejercicios espirituales, acompañamiento espiritual... Y sigo en ello; luevgo, el nivel que me encuentro es de abandono total de responsabilidad individual por el estado de la fe de cada uno; la fase está en que soy absoluta minoría frente a la iglesia en salida, progre, de guitarras y payasadas, de acoger pecadores y enemigos por misericordia y aplaudirles, sin perdón mediante ni nada; de los de que Papa tan maravilloso, él si escucha al mundo y los pobres -al mundo fijo-... Somos minoría pero tenemos la Verdad, el resto... "Desparraman" San Mateo 12;30
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Estimado "opinando"
Me veo muy reflejada en su historia y sí, efectivamente, somos minoría. No importa. Pidamos a Dios la gracia necesaria para permanecer firmes en la Verdad.
Unidos en Cristo
María
31/05/17 5:27 PM

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