22.09.07

Oportunidades perdidas, oportunidad presente.

Lo sabemos, lo hemos experimentado en nuestras propias vidas, lo hemos visto en algunos de nuestros amigos o familiares. Hay trenes que nunca vuelven a pasar, oportunidades que no volverán, decisiones que luego no se pueden revertir. Si somos lo suficientemente humildes como para dejarnos guiar por Dios, podemos evitar parte de las consecuencias de los malos pasos dados, pero la suela de nuestras sandalias se habrá desgastado innecesariamente para desandar el mal camino antes de emprender el correcto. Y en esta corta vida no es tiempo precisamente lo que nos sobra.

Decía el cardenal Cañizares en la entrevista que le hizo Losantos ayer en la Cope, que una de las razones del desplome de la educación en España es que en su día no se produjo una oposición frontal a una ley que se adivinaba tan nefasta como ha resultado ser. Y añadía que ante lo de la EpC, podemos estar ante la misma tesitura. Bajar los brazos hoy, incluso disimulando que no se hace tal cosa al apelar a adecuaciones de la materia a un ideario que no se sabe al servicio de quién está, es abrir la puerta a un deterioro que quizás sea irreversible a medio-largo plazo.

Usando un simil que a muchos puede no gustar, cuando se tiene un ejército poderoso, pero los oficiales al mando ponen a sus soldados a hacer calceta mientras el enemigo avanza por el territorio propio, lo normal es que se pierda la batalla, el honor y la vergüenza. En la cuestión educativa, nunca tantos pudieron hacer tanto e hicieron tan poco.

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21.09.07

O santos o traidores. Nunca tibios

José Manuel Vidal entrevistó ayer para Religión Digital a Manuel de Castro, secretario general de FERE-CECA. Como no podía ser de otra forma, el tema fundamental fue la EpC. Y como no podía ser de otra forma, don Manuel se reafirmó en la línea de la FERE, defendiéndose de las acusaciones vertidas contra la patronal de los colegios católicos. Es más, da la sensación de que en algún momento se aludía directamente a argumentos y, sobre todo, adjetivos que han salido de los blogs de Religión Digital. Y afinando, de algún blog en concreto….

De toda la entrevista, hay dos o tres asuntos que me han alarmado bastante. Por ejemplo:

Los colegios católicos van a dar la asignatura y completa. "A los alumnos de hoy no hay nada que ocultarles. Es un error por parte de la escuela ocultarles cosas. Un error que cometimos, por ejemplo, en la educación sexual. No hay nada que ocultarles y menos hoy, cuando pueden acudir a todo tipo de información y están viviendo esas situaciones. La clave está en educar a los alumnos críticamente y con razones". Eso sí, "en nuestros colegios vamos a transmitir la visión cristiana de esos valores, sin ocultar las razones de los que dicen lo contrario".

Pregunto yo: ¿no serán los padres los que tengan algo que decir sobre si es conveniente que a sus hijos se les dé tal o cual tipo de educación sexual? ¿no serán los padres los que deben determinar si quieren que a sus retoños se les expliquen las razones de los que tienen una moralidad sexual contraria a la suya? ¿es lógico que en un colegio de curas o de monjas, aunque sea para rebatirlas, se explique a los alumnos las razones del lobby gay, de los partidarios del aborto y de la ideología de género? ¿no es contradictorio decir que fuera de la escuela los jóvenes acceden a todo tipo de información y al mismo tiempo se les va a dar también ese tipo de información dentro? ¿no será mejor aprovechar el poco tiempo de que se dispone para enseñarles sólo la moral católica y no volver a contarles lo que ya pueden "aprender" fuera? ¿acaso la aplastante mayoría de los medios de comunicación, auténticos malformadores de conciencias, dan lugar a explicar nuestras razones?

De todas formas, es de agradecer que se nos diga que se va a dar TODA la EpC. Es decir, la adaptación al ideario del centro no consiste en evitar aquello que, de la asignatura. es más contrario a nuestra moral y nuestros valores. Pero es que la existencia de una asignatura que trata de una moral marcada por el Estado es en sí una aberración. Y con las aberraciones impuestas desde el poder no se pacta. Se las combate con todos nuestros medios. Si la FERE, en bloque, se hubiera opuesto a que en sus colegios se diera la EpC, hoy esa asignatura, al menos tal y como está concebida, sería historia. ¿O es que Manuel de Castro y todos los que le apoyan se creen de verdad que el Estado iba a tener el valor de cerrar sus centros o de retirarles a todos el concierto? Ellos son los responsables últimos de que la EpC siga adelante. Nos han dejado tirados a los padres que no queremos que el Estado marque las pautas en la educación moral de nuestros hijos. Es más, incluso se permiten regañarnos si osamos hacer objeción a la EpC en sus propios centros. Dice de Castro:

"Estamos de acuerdo en que los padres defiendan los valores en los que quieren educar a sus hijos. Pero, en nuestro colegios, hemos defendido siempre que la objeción es innecesaria y perjudicial. Innecesaria, porque el contenido se adecua al ideario propio de nuestro proyecto educativo. Peligrosa, porque el proyecto educativo ha sido siempre la salvaguarda ante los poderes públicos cuando intenta equiparar los colegios concertados a los públicos por recibir financiación estatal". Tanto es así que su temor es que "si ahora se admitiera por parte de un juez la objeción, se habría abierto un boquete, una brecha en este parapeto".

Déjeme que le diga una cosa, don Manuel. Más de uno, más de dos y más de tres nos estamos pensando si su actitud en esta cuestión no es suficiente como para que meditemos en si tiene sentido llevar a nuestros hijos a sus colegios. Más de uno empezamos a plantearnos si es adecuado dejar que eduquen a nuestros hijos aquellos que en vez de combatir el mal, pactan con él. Puede que más de uno y más de dos lleguemos a la conclusión de que la solución a esto será plantear la necesidad de que haya una escuela católica distinta, valiente, sin complejos, genuina, sin tibieza alguna en sus planteamientos, sin cobardía a la hora de plantar cara a una educación radicalmente laicista, impuesta desde un Estado que ni siquiera respeta a la carta magna que nos dimos todos tras el régimen franquista. Si sus centros no nos valen, tendremos que pensar en crear otros. Si no para nuestros hijos, para los que quizá sea tarde, sí para nuestros nietos.

Sólo quiero comentar otro punto de las palabras del secretario de la FERE. Dice:

Y añade: "Nosotros dijimos desde el principio que no queríamos la asignatura. Coincidiendo en eso con la mayoría del Consejo Escolar del Estado que suele votar a favor del Gobierno de turno. Lo único que, una vez aprobada la asignatura, somos demócratas. Ya nos gustaría que los valores cristianos fuesen introducidos en las legislaciones, pero entendemos que no es posible. Teníamos claro que teníamos que dar la asignatura, no seguir empeñados en ver si derrocamos a base de presión lo que el Parlamento ha aprobado, adaptándola a nuestro ideario".

Mire, don Manuel, yo también soy demócrata. Pero antes que demócrata, soy cristiano y soy padre. Y si la democracia atenta contra mi fe y mi derecho a educar a mis hijos conforme a los valores que profeso, pues reniego de esa democracia. En el credo que rezo en cada misa no hay un punto que diga: creo en las leyes que emanan del parlamento de mi nación. En la Escritura que es lámpara a mis pies veo que se me pide orar por mis gobernantes y dar al César lo que es del César. Pero la educación de mis hijos no es cosa del César. No es el César el que me ha dado a mis hijos. Ha sido Dios. Y a Dios le tengo que devolver unos hijos educados en su palabra, en su amor, en su gracia, en la necesidad de cumplir su voluntad. Lo podré hacer peor o mejor, y sin duda tengo claro que no he sido el padre ideal, pero la responsabilidad es mía y de mi esposa. No de Zapatero, Cabrera o Manuel de Castro.

Le veo a usted muy preocupado porque se les ha llamado traidores y quintacolumnistas. Vale, como quiera. A partir de ahora les llamaré tibios. Sí, ya sabe, de esos a los que Cristo vomita de su boca. Porque usted podrá convencerme de que no es un traidor ni un quintacolumnista. Pero no de que no es un tibio. Y si yerro en mi juicio, que me juzque Dios por ello.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Interesante artículo de Profesionales por la ética

20.09.07

La concejala

Es un hecho que este país se ha convertido en el oasis de todos los pseudo-artistas que buscan la fama blasfemando, insultando y agrediendo al cristianismo en general y al catolicismo en particular. Y es un hecho que detrás de ellos siempre hay un político socialista apoyando el insulto, justificando la blasfemia o aprovechando la ocasión para añadir más infamia a la ya cometida. Pero lo de Ibiza ya pasa de castaño oscuro.

Todo el mundo conoce ya la noticia. Una antigua iglesia es hoy sede de una exposición que contiene tres "collages" con imágenes destinadas expresamente a ofender a los católicos. Donde hace tiempo se celebraba misa, hoy hay la imagen de un Cristo con un pene en la boca y la de JuanPablo II siendo sodomizado. Cualquier persona sensata sabe que eso es una provocación intolerable. Pero hete aquí que la concejala de cultura del ayuntamiento de Ibiza, Sandra Mayans, dice que como madre no le importaría que su hija contemplara semejantes obras de arte y que "posiblemente, hay escenas que son igual de pornográficas en algunas iglesias. O incluso más arriba". Y después de haber dicho eso, se habrá quedado tan ancha la señora. Mejor no digo nada de la hija, pero si alguien dice algo, recuérdese que ha sido la madre la que ha puesto a la criatura en boca de todos.

Que haya "artistas" depravados y provocadores es algo que supongo que no se puede evitar. Que se financie con nuestros impuestos exposiciones que contienen sus depravaciones, sí puede evitarse. Que haya niñatas ilustradas que aprovechan su cargo político para añadir más insulto a la depravación, también debería poder evitarse. Si la justicia no protege a los católicos de este tipo de cosas, habrá que pensar en manos de quién estamos. Si el Partido Socialista no hace nada, habrá que pensar si no cabe que la Iglesia se dirija de forma clara y contundente a sus fieles para pedirles el repudio público de un partido que admite esas ofensas gratuitas a nuestros sentimientos religiosos. Si esto sigue así, y me temo que va a seguir, que nadie dude de que estamos ante uno de los pasos previos a otro tipo de actuaciones más "contundentes" por parte de los anticlericales de este país. Quien aprueba y justifica exposiciones como esa no tendrá creibilidad a la hora de condenar quemas de iglesias o agresiones físicas al clero o los fieles católicos practicantes. Sencillamente no nos creeremos sus condenas. Más bien pensaremos que ellos han promovido, alentado y planeado todo el mal que se nos venga encima. Por tanto, antes de que ocurra, que sepan que sabemos quiénes son, qué quieren y cómo lo van a hacer.

Luis Fernando Pérez Bustamante

19.09.07

Un año de "Cor ad cor loquitur"

Pues sí, hoy este blog cumple un año. Han sido 392 posts, miles y miles de comentarios y un total de 245.000 visitas de las que 125.000 han sido UV (únicos visitantes). De las 300-350 visitas diarias del principio se ha pasado a las más de 1.000 de los últimos dos meses. Es obvio que comparadas con las de mi buen amigo Paco Pepe y su blog "La Cigüeña de la torre" las cifras son muy modestas, pero yo estoy muy satisfecho con las mismas.

Pero lo que me produce mucha más satisfacción que las estadísticas de visitas es la existencia de un grupo cada vez más nutrido de participante activos en el blog. Cor ad cor loquitur no sería igual sin ellos. Algunos llevan ya meses, otros se han incorporado hace poco. Y también los hay que aunque no escriben en el blog sí me mandan sus comentarios y opiniones privadamente. A todos ellos, gracias por vuestro apoyo y también por las críticas constructivas que me habéis hecho llegar. Por supuesto también ha habido quienes han recurrido a la descalificación personal, pero de esa manera sólo se descalifican a sí mismos.

El juicio sobre el contenido del blog no me corresponde a mí darlo. Creo que ha habido de todo y sólo me arrepiento de haber escrito un par de posts. En otros cuantos podría haber moderado mi estilo, pero no soy de los que gustan rehacer lo que escribo a vuela pluma, salvo para corregir errores ortográficos y de sintaxis.

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La papeleta de Rowan Williams

Sospecho que por razones técnicas se ha producido una pérdida de los últimos posts en los blogs de RD. Copio el que escribí ayer sobre la situación en la comunión eclesial anglicana.

La papeleta de Rowan Williams

Rowan Williams, arzobispo de Canterbury, primado de la comunión eclesial anglicana y druida en sus ratos libres, tiene un serio problema: el juguete que se inventó un rey adúltero se le rompe entre sus manos. La iglesia que nació en la cama de Enrique VIII está pasando por los momentos más difíciles de su azarosa historia. Todo empezó cuando se decidió ordenar a mujeres, rompiendo con esa Tradición milenaria de la que los anglicanos prentendían ser testigos ocupando una "vía media" entre el protestantismo por un lado y la Iglesia católica y las iglesias ortodoxas por otro. El sector liberal del anglicanismo tenía, y tiene, la sartén por el mango y consiguieron llevar a cabo lo que desde hacía más de un siglo llevaban soñando. Pero claro, tanto el sector anglocatólico como el evangélico no estaban, ni están, por la labor de que conviertan la comunión anglicana en algo que nunca ha sido ni se supone que puede ser.

Tras la ordenación de mujeres muchos anglocatólicos salieron en dirección a Roma o Bizancio. Entre ellos, bastantes sacerdotes y algún prelado de importancia, como fue el caso del obispo anglicano de Londres. No pocos anglicanos evangélicos, o sea de tendencia protestantizante, se removieron incómodos pero entre ellos apenas se produjo éxodo alguno. Pero precisamente son estos los que pueden hacer estallar en mil pedazos la comunión anglicana. El motivo es la aprobación de la moralidad de las relaciones homosexuales y la ordenación de ministros que son homosexuales activos. Por ahí los anglicanos protestantes conservadores no pasan. Y claro, aunque en Gran Bretaña y EEUU ellos son minoritatios, en África son mayoría aplastante. Y es África el vivero mayor de anglicanos en todo el mundo. En Gran Bretaña hay hoy más musulmanes que anglicanos practicantes y en EEUU la comunión anglicana está entre las que ven reducidos sus miembros a un ritmo constante y parece que imparable.

En medio de toda esa realidad, acaba de darse a conocer que Rowan Willimas pensaba oficiar, el próximo mes de noviembre, un servicio religioso en Londres, que en principio debía ser secreto, para sacerdotes homosexuales y sus parejas. En dicho acto tenía previsto leer una homilía titulada "Realidad actual y posibilidades futuras para lesbianas y homosexuales en el seno de la Iglesia". Pero claro, era impensable que algo así pudiera ocultarse por mucho tiempo. Y en cuanto se ha sabido, al temeroso de Rowan le han llovido galletas de todas partes. Por un lado, los conservadores han puesto el grito en el cielo. Por el otro, los liberales favorables a la ordenación de homosexuales le acusan de no dar la cara y querer ir en plan secretista. Los cada vez menos anglocatólicos que quedan en esa comunión seguramente estarán pensando porqué no se fueron antes o cuándo es ahora el mejor momento para dejar ese barco que se hunde.

Rowan es consciente de que no es posible mantener en una misma comunión eclesial a unos y otros. Sabe que ninguna de las partes va a ceder. Los liberales no permitirán que se den pasos hacia la situación anterior y los evangélicos jamás aceptarán que se su iglesia se pase por el forro lo que para ellos es una clara y contundente condena de la Escritura a la práctica homosexual. Por tanto el primado anglicano, antes o después, deberá tomar una decisión. O con unos, o con otros. Mi sensación es que a él le gustaría ceder antes los liberales pero sabe que eso supondría la separación inmediata de todo el anglicanismo evangélico, que pasaría a ser una denominación protestante más. Y no estaríamos ante un cisma como el metodista, sino ante uno mucho más profundo. Además, Rowan no es tonto y sabe que precisamente ese sector del anglicanismo es el más activo, el más misionero, el que tiene más miembros que de verdad pueden ser considerados como practicantes. Pero no es menos cierto que si se pone de parte de los que quieren cerrar la puerta a la ordenación de homosexuales, se le va a echar encima la mayor parte de la comunión anglicana en Norteamérica y todo el partido anglo-liberal británico.

No sé hasta qué punto jugará algo la cuestión ecuménica en todo este conflicto interno. Rowan sabe que tanto Roma como las iglesias ortodoxas están pendientes de cómo se soluciona todo. Acá apenas se sabe que los ortodoxos han mantenido unas relaciones óptimas con los anglicanos en el último siglo y medio. La ordenación de mujeres fue un jarro de agua fría tremendo. Y si finalmente se aprueba la ordenación de homosexuales, se puede afirmar con total certeza que las iglesias ortodoxas van a desandar lo poco o mucho de camino ecuménico que hayan transitado con los anglicanos. Respecto a Roma, no sé si se producirá algún movimiento que vaya más allá de alguna declaración del Papa o del responsable de ecumenismo en la curia.

En definitiva, podemos estar asistiendo a la disolución de una comunidad eclesial que nunca debió de separase de la Iglesia de Cristo o que, de hacerlo, debería haber corrido la misma suerte que el resto de denominaciones protestantes. Nadie olvide que a día de hoy, la cabeza nominal de la comunión anglicana sigue siendo la monarquía británica. Nada tan absurdo, nada tan prescindible. Si desaparece dicha comunión eclesial, no seré yo quien la llore.

Luis Fernando Pérez Bustamante.