Por una vivienda digna, por Monseñor Dorado Soto, obispo de Málaga

Perdóneseme mi ignorancia si queda de manifiesto con estas palabras, pero lo cierto es que no recuerdo que los obispos españoles hayan sacado ningún documento conjunto sobre un gravísimo problema, que afecta a la mayoría de los jóvenes que deciden contraer matrimonio y formar una familia: el precio de la vivienda.

Es más, tampoco recuerdo que haya aparecido en prensa carta alguna de prelado español sobre el tema. En cualquier caso, tanto si ya ha habido precedentes como si no, no puedo por menos que felicitar a Monseñor Dorado Soto, Obispo de Málaga, por su acertada carta de fin de año.

A los argumentos del obispo yo añadiría un elemento que creo que debe ser tomado muy en cuenta en la pastoral para jóvenes y novios. Me refiero a la dificultad añadida para la conservación de la castidad pre-matrimonial que supone el retraso en la celebración del sacramento del matrimonio por no poder disponer de hogar familiar.

Por una vivienda digna

No creo que la solución consista en construir viviendas más pequeñas, sino en conseguir que sean más baratas.

El año 2006 termina con el domingo primero después de Navidad, día en que la Iglesia Católica celebra su Jornada por la Familia y por la Vida. Estas dos realidades, la familia y la vida, están íntimamente unidas entre sí, ya que «el matrimonio y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y educación de la prole», como recuerda el Vaticano II, y mediante «el deber de transmitir la vida humana y educarla, que han de considerar como su misión propia, los cónyuges saben que son cooperadores del amor de Dios» (GS 50). Por consiguiente, es natural que esta Jornada unifique el interés por la familia y por la vida, como aspectos complementarios que son.

Por otra parte, la misma Iglesia Católica, a través Cáritas, uno de sus organismos más activos en la defensa y la promoción de la persona, ha invitado a los seguidores de Jesucristo a centrar la mirada, durante este tiempo de Navidad, en uno de los problemas más graves de nuestra sociedad, la falta de una vivienda digna. ¡Una feliz coincidencia, ya que es otro de los grandes problemas que afectan a la familia!

Aunque se trata de un derecho constitucional de los ciudadanos, «para muchas personas, este derecho está siendo negado». Seguramente por eso, «la preocupación por la vivienda es común a la mayoría de la población española, tal y como queda reflejado en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente a mayo del 2006, donde la vivienda aparece como una de las principales preocupaciones, junto con el paro y la inmigración», explica Cáritas.

El problema afecta en grado extremo a determinados grupos sociales, como es el caso de los inmigrantes sin papeles, que tienen dificultad en conseguir una vivienda y se ven obligados a vivir en condiciones inhumanas y en barrios marginales. Pero repercute también sobre las jóvenes parejas españolas, que se tienen que endeudar casi de por vida para adquirir una vivienda o han de pagar alquileres muy superiores a lo que les permite el salario que perciben. La hipoteca de la vivienda condiciona sus relaciones familiares, como el número de hijos que pueden mantener dignamente, el tiempo que les pueden dedicar, el diálogo necesario con los profesores y el espacio disponible para organizar la convivencia.

Pienso que esta falta de un hogar digno y acogedor, en el que la convivencia resulte gratificante, tiene mucho que ver con el fracaso de los niños en los estudios, con la escasa educación en valores, con la delincuencia juvenil y con la violencia doméstica, pues la escasez de espacio y la carencia de una convivencia prolongada con los padres afecta negativamente al desarrollo y al equilibrio emocional de los hijos. Y difícilmente se podrán intensificar la convivencia familiar y el diálogo, cuando los progenitores han de centrar todas sus energías en la adquisición de un dinero que les permita hacer frente a los altos costes de la vivienda hipotecada o del alquiler de la misma.

Soy consciente de que se trata de un problema complejo y difícil, pero el hecho de haberlo puesto sobre la mesa para provocar un amplio debate social constituye ya un paso importante. No creo que la solución consista en construir viviendas más pequeñas, sino en conseguir que sean más baratas. Sobre todo, porque vemos que cada día afloran las prácticas corruptas que se dan en el sector de la construcción y que la riqueza que éste genera no repercute en absoluto sobre las capas más modestas de la sociedad.

Para un seguidor de Jesucristo, los esfuerzos encaminados a que toda familia disponga de una vivienda digna es una forma urgente de apostar por la justicia y por el amor fraterno, como enseña el Evangelio.

Monseñor Antonio Dorado Soto

15 comentarios

  
Hermenegildo
Muy acertado D. Antonio Dorado. Sin embargo, mientras haya gente dispuesta a pagar, el precio de la vivienda seguirá subiendo.
28/12/06 11:14 PM
  
Luis Fernando
Hermenegildo, siempre habrá gente dispuesta a empeñarse hasta lo indecible con tal de formar un hogar.

Pero no es justo aprovecharse de eso para poner unos precios exhorbitantes que están enriqueciendo a unos pocos a costa del empobrecimiento de una gran mayoría. Y digo empobrecimiento porque parece obvio que cuando se produzca el desplome de los precios, que parece que puede ocurrir en cualquier momento, las hipotecas deberán seguir pagándose aunque el ladrillo sobre el que se sustentan no valga ya el dinero que costó.

Claro que entonces me va a dar la risa floja, porque a ver qué piensan hacer los bancos con miles y miles de hipotecas sin pagar en caso de que haya una crisis económica y las familias no puedan hacer frente a las mismas. ¿Van a embargar a todos los que no paguen? ¿de qué les valdrá tener casas embargadas que no van a poder colocar en el mercado?
28/12/06 11:18 PM
  
Andrés
Excelente reflexión de Monseñor Dorado.
Felicidades!!
Me ha encantado que un obispo haga eco de las grandes dificultades que tenemos los jóvenes en adquirir nuestra propia vivienda para poder formar una familia, pues bien es cierto como apunta D. Antonio, que todo el sistema social (relaciones de pareja, con padres, alargar la edad de tener hijos...) se ve gravemente perjudicado por el alto precio de la vivienda, la cual, sin ayuda social, jamás podremos adquirir.
29/12/06 10:28 AM
  
sofía
Gracias por publicar la carta de D. Antonio Dorado. Esperemos que la lean los políticos.
29/12/06 4:37 PM
  
nachet
Muy interesante la carta de monseñor Dorado. Lo que dices, Luis Fernando, tiene mucho sentido, pero lo cierto es que Hermenegildo tiene mucha razón en su afirmación: los pisos están caros porque al precio que salga se venden. Se trata de un mercado libre. ¿Quién los compra? ¿los extraterrestres?
Y si las hipotecas son un buen negocio para los bancos ¿no es lógico, según la mentalidad del mercado libre, que estos hagan acopio de cuantas más mejor, aunque sea con avales ridículos?
Cuando la demanda de pisos baje, bajarán los precios.
Siento mucho que haya muchas parejas de novios jóvenes que no tengan dinero suficiente para comprarse un piso, pero, si generalizamos el problema a una generación, entonces habrá que admitir que no pueden porque la generación de sus padres los compra.
Por otra parte, antaño, los matrimonios jóvenes se iban a vivir de alquiler hasta que podían comprar un piso. Hoy en día los españoles queremos piso en propiedad y amueblado, al que no ...
29/12/06 5:08 PM
  
nachet
...le falte ni el lavavajillas ni el DVD. Y eso cuesta dinero.
29/12/06 5:09 PM
  
Luis Fernando
Hombre, si los pisos de alquiler estuvieran asequibles. Pero al menos en muchas grandes ciudades eso no es así.
29/12/06 6:38 PM
  
San Ireneo de Lyon
¿Quién ha dicho que el mercado de la vivienda es libre?. Está intervenido en la base: el que se encarga de liberar el suelo son los Ayuntamientos que financian sus deudas haciendo trampas. Si el mercado fuera libre, los pisos no saldrían tan caros, entre otras cosas porque la construcción vale menos que el suelo. El sistema de liberación del suelo permite un nido de corrupción con el que hay que acabar. Como siempre, la culpa no es del mercado, sino de los hombres.
29/12/06 9:57 PM
  
Hermenegildo
San Ireneo: me sorprendes; eso que dices de que la liberalización del suelo constituye un nido de corrupción es muy poco liberal.
29/12/06 10:21 PM
  
San Ireneo de Lyon
Estimado San Hermenegildo:

Me he expresado mal. Me refiero a que el sistema actual de liberar suelo no es precisamente "libre", valga la redundancia. Se utiliza actualmente para la financiación de los Ayuntamientos, lo que da lugar a la mamandurria y la mordida.

A eso me refería, a que bajo la apariencia de un mercado libre lo que se esconde es una intervención corrupta. Lo peor de todo son las medias tintas. Y encima nos toman por tontos.

http://www.siervodelaverdad.blogspot.com/
30/12/06 10:18 AM
  
Hermenegildo
No te quito la razón, San Ireneo, pero ten presente que la actual Ley del Suelo fue promovida por el Gobierno del Partido Popular para fomentar precisamente la liberación del suelo.
30/12/06 8:47 PM
  
San Ireneo de Lyon
Bueno Hermenegildo, la Ley es como todo lo que hace el PP. Qué le vamos a hacer.
30/12/06 9:10 PM
  
punto
Existen muchas voces cualificadas que pronostican una caída abrupta del precio de los pisos.Esta caída repercutirá en incontables dramas humanos porque el piso valdrá menos que el montante del préstamo. De la crisis resultante muchos irán al paro. Y ya no podrán pagar hipotecas. Como estas no son tales sino préstamos personales, los "propietarios" insolventes tendrán que apencar o pasar a la economía sumergida y a la muerte civil (sin poder comprar ni una motocicleta). Lo que estamos viendo es único comparativamente hablando (con otros países..).Yo creo que es el resultado de la intervención de los gobiernos en los agentes económicos. La Ley de Alquileres (Ay Boyer vuelve) ha provocado que seamos el país con menos oferta de alquiler. La Ley del suelo da poder a los ayuntamientos y de paso fomenta la corrupción. En tiempos anteriores a la democracia como el suelo era del Estado se hicieron muchas casas baratas (que ahora valen un dineral). El PP quiso cambiar la ley del su...
31/12/06 3:30 PM
  
punto
El PP quiso cambiar la ley del suelo pero se opuso el TC (con votos de los vocales socialistas y el de Ciu). La ratio del precio del suelo en nuestras viviendas sobre el de la vivienda es la mayor del mundo mundial. La ratio de la corrupción de los ayuntamientos en muchos sitios es elevada. Por otra parte la vivienda ha sido mejor inversión que la bolsa hasta ahora ( ya no).Los interes crecientes harán que disminuyan las compras (como ya está pasando). Otro factor ha sido la venida masiva de inmigrantes europeos (ya no). Tb diré que la inversión extranjera ha caído en picado y que el stock de casas vacías sin haberse vendido es muy alto.Por todo ello y como resumen mi posición es la siguiente (haciendo de profeta)

Estallará la burbuja inmobiliaria.
Esto podrá causar una recesión (a partir de 2008)
Habrá paro lo que será complicado con los millones de emigrantes.
El consumo bajará (lo que será fuente de problemas que incidirán sobre lo anterior)
31/12/06 3:32 PM
  
punto
Por último:
Si estalla la burbuja americana se dejará sentir en la economía mundial, lo que agravará las cosas.Además la economía europea no repunta como se esperaba.
La actual bajada del petróleo será de poco recorrido con lo que nos enfrentaremos a subidas incesante si se confirma el "peak oil".
O sea y para decirlo gráficamente "se acabó la fiesta". Como no deseo asistir a daños generalizados ¡OJALÁ ME EQUIVOQUE¡

31/12/06 3:36 PM

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