Monseñor Cases, no se demore un minuto más en el caso Báez
Cuando monseñor Francisco Cases llegó a la diócesis de Gran Canaria procedente de su primer destino episcopal en Albacete, el presbítero Fernando Báez llevaba largas décadas “ejerciendo” el sacerdocio en aquellas islas tan queridas para todos los españoles. Monseñor Ramón Echarren Istúriz había sido su predecesor durante casi 30 años. Por tanto, el principal y prácticamente único responsable de que Báez se haya convertido en lo que hoy vemos, a la vez que sigue siendo sacerdote, es don Ramón, no don Francisco. Pero ya no valen ni excusas ni justificaciones ni miradas para otro lado. Es intolerable que pueda seguir ejerciendo el sacerdocio un minuto más el tipo que va por ahí diciendo que un tal Cubillo es el Mesías que ha dado la sangre por su pueblo como Jesucristo.
Yo no sé si Báez está como una regadera o sencillamente es una fotocopia barata de cualquier sacerdote nacionalista radical de otras regiones españolas. Tanto en uno como en otro caso, la imagen de la diócesis a la que pertenece, y muy especialmente la de su obispo, quedaría manchada irremediablemente si tres parroquias siguen dependiendo de ese cura. Lo de Echarren, principal responsable de esta vergüenza pública de la iglesia canaria, ya no tiene remedio. Lo de monseñor Cases, sí. De hecho, supongo innecesario este artículo pues hoy mismo don Francisco habrá abierto el proceso para suspender a divinis a ese cura y/o estará redactando la carta de su cese como párroco de esas tres parroquias. Cualquier otra actuación episcopal que fuera encaminada a mantener el status quo actual de Fernando Báez supondría una complicidad intolerable con quien mancilla el nombre de Cristo comparándole con un exaltado independentista canario. Y eso no es propio de un sucesor de los apóstoles. La continuidad de Báez como sacerdote es incompatible con la dignidad de cualquier obispo.
No sólo los fieles canarios -uno de ellos me mandó la entrevista de El Día- están pendientes de la resolución inmediata de este caso. Lo estamos el resto de fieles que sabemos lo que ocurre. Y lo estará la mismísima Roma si es necesario apelar a ella. Razones hay de sobra si ese señor sigue en el plan que está y nadie hace nada.
Luis Fernando Pérez Bustamante
13 comentarios
Basta seguir el modelo de Germinans germinabit, pero dando la cara ya que al ser laicos, no hay ninguna carrera eclesial que perder. A mí ya me han sugerido que habilite un blog para una iniciativa de esas características y lo mismo digo que sí esta misma semana.
-respecto de asuntos graves de sacerdotes, religiosos o seglares en cuanto afecten a los derechos que tenemos los fieles
-siempre que habiéndose informado de esos asuntos previamente al obispo, no se haya obtenido respuesta alguna personal o públicamente en un tiempo razonable
-guardando la debida discreción en cuanto a la identidad de la persona o personas y a la calificación de los hechos, salvo que la propia persona sea quien los hace públicos
Dejo los cánones que se refieren en general a los derechos de todos los fieles.
Cánones
209 § 1. Los fieles están obligados a observar siempre la comunión con la Iglesia, incluso en su modo de obrar.
§ 2. Cumplan con gran diligencia los deberes que tienen tanto respecto a la Iglesia universal, como en relación con la Iglesia particular a la que pertenecen, según las prescripciones del derecho.
210 Todos los fieles deben esforzarse según su propia condición, por llevar una vida santa, así como por incrementar la Iglesia y promover su continua santificación.
211 § 2. Los fieles tienen derecho a manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades, principalmente las espirituales, y sus deseos.
§ 3. Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas.
213 Los fieles tienen derecho a recibir iie los Pastores sagrados la ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia principalmente la paiabra de Dios y los sacramentos.
214 Los fieles tienen derecho a tributar culto a Dios según las normas del propio rito aprobado por los legítimos Pastores de la Iglesia, y a practicar su propia forma de vida espiritual, siempre que sea conforme con la doctrina de la Iglesia.
217 Los fieles, puesto que están llamados por el bautismo a llevar una vida congruente con la doctrina evangélica, tienen derecho a una educación cristiana por la que se les instruya convenientemente en orden a conseguir la madurez de la persona humana y al mismo tiempo conocer y vivir el misterio de la salvación.
221 § 1. Compete a los fieles reclamar legítimamente los derechos que tienen en la Iglesia, y defenderlos en el fuero eclesiástico competente conforme a la norma del derecho.
223 § 1. En el ejercicio de sus derechos, tanto individualmente como unidos en asociaciones, los fieles han de tener en cuenta el bien común de la Iglesia, así como también los derechos ajenos y sus deberes respecto a otros.
Respecto al sacerdote canario, está incurriendo en diversas causas para su remoción o suspensión, pero las medidas adoptadas no han sido proporcionales a la gravedad de su comportamiento ni suficientes para que cese. Parece que le vienen imponiendo traslados sucesivos de parroquias, este año una más, pero adonde va, lleva ya la mala fama bien ganada. Sería precisa una suspensión, tan leve como sea menester, pero que conlleve la remoción de todo encargo parroquial o pastoral. Por otro lado, no suelen ser publicadas las penas impuestas a los sacerdotes por los obispos, pero cuando el hecho es público y, como en este caso, reiterado o continuado o reincidente, parece justo que se hagan públicas, por el bien de todos los fieles y también de los demás sacerdotes. Desde luego, a este sacerdote al menos le son aplicables varias circunstancias que indican que debe ser removido de cualquier parroquia:
Canon 1740.
Cuando, por cualquier causa, aun sin culpa grave del interesado, el ministerio de un párroco resulta perjudicial o al menos ineficaz, éste puede ser removido de su parroquia por el Obispo diocesano.
Canon 1741.
Las causas por las que un párroco puede ser legítimamente removido de su parroquia son principalmente las siguientes:
Un modo de actuar que produzca grave detrimento o perturbación a la comunión eclesiástica;
La impericia o una enfermedad permanente mental o corporal, que hagan al párroco incapaz de desempeñar útilmente sus funciones;
La pérdida de la buena fama a los ojos de los feligreses honrados y prudentes o la aversión contra el párroco, si se prevé que no cesarán en breve;
La grave negligencia o transgresión de los deberes parroquiales, si persiste después de una amonestación;
La mala administración de los bienes temporales con daño grave para la Iglesia, cuando no quepa otro remedio para este mal.
Por cierto, ¿qué ha sido de monseñor Echarren? Todos recordamos sus 'progradas' y el espacio que le daba 'El País'.
Desconocía su filiación independentista. Y lo ignoraba, ante todo, porque su figura apenas me ha merecido atención alguna. El señor Báez es un personaje histriónico, caricaturesco, hilarante. Durante muchos años ha recorrido, y al parecer sigue recorriendo, las televisiones locales en programas de ínfima calidad. Digamos que los programas bien conocidos de “la noria”, “Buenafuente” o el “tomate” (que en paz descanse) serían programas de gran contenido intelectual al lado de estos. Y ello, en cadenas, además, en su mayor parte “alegales”, como dicen ahora (que es tanto como decir, que no tienen ninguna cobertura legal, pero que, mientras no se metan con las autoridades, nadie se va a meter con ellas).
Tal es así que una buena parte de la población gran canaria identificaría fácilmente a este singular personaje, si usted le presentara una foto. Eso sí, le aseguro que tal identificación iría acompañada de una sarcástica sonrisa.Porque poco más despierta este sujeto. Sonrisa. Risa. Carcajada. Lo que no tengo tan claro es si esas personas sabrían, además, indicar algo más sobre su vida. E incluso algunas de las parroquias en las que ejerce.
Y es que es sujeto un irrelevante en la vida canaria, al que pocos dedican consideración. Un mero bufón de las televisiones.
Recuerda algo a aquel Apeles, al que por cierto, hacían referencia en no recuerdo qué portal digital, hace poco días. Pero aquel Apeles al menos era capaz de escribir algún libro de mediana calidad (talento desperdiciado, eso sí. Lástima). Este Báez, ni un folletín.
Ahora nos sale con una simpatía independista. ¡Mire usted a quién me vengo a encontrar en mi fiel visita diaria al gran portal religioso!
Y dije que le molestará su apellido, porque no parece que descienda precisamente de algunos de los prehistóricos aborígenes que quedaron cuando nuestra tierra canaria se incorporó a la gran nación española. Y con ella pasó de la prehistoria más absoluta, a la modernidad más avanzada del orbe en el plano político, cultural y artístico. De los aborígenes en taparrabos a la tierra de Manrique, Nebrija, Cisneros, y en breve de Quevedo, Lope y Cervantes. Y después de Galdós, el gran Galdós, nuestro gran canario español. Debe ser muy duro convivir con ese apellido.
Pero también vivir en Gran Canaria. Cualquiera que visite alguna de las innumerables fiestas que siempre se celebran en los diversos pueblos, no podrá menos que contemplar cientos y aún miles de banderas españolas, junto a las canarias, en los balcones y ventanas de las casas. La inmensa mayoría de los gran canarios está (estamos) muy orgullosos de ser españoles. Y desde luego, de no tener las obvias limitaciones, habríamos ido muchos encantados al desfile nacional de ayer, 12 de octubre, que era todo menos un “coñazo”.
Es verdad que ha efectuado esas declaraciones en un periódico, de carácter sensacionalista, que es el periódico tinerfeño “El Día”, que se ha caracterizado en los últimos años por defender, en los días pares, la independencia de Canarias; y en los impares, por atacar a la isla vecina de Gran Canaria (conocido es que ambas islas comparten la capitalidad de Canarias; y conocida es la rivalidad entre ellas).
Y es que precisamente ese incipiente nacionalismo que se observa en Tenerife, a través de este panfletario rotativo y algún político, que se ha hecho nacionalista tras 30 años viviendo cómodamente de la nación española, tiene su raíz en el insularismo radical, en el odio visceral a la otra isla, que hay en algunos sectores, por fortuna no numerosos. “El Día” es un gran ejemplo de una y otra forma de siniestro nacionalismo (valga la redundancia). Confío en que quede en nada, aunque el gran Víctor Gago, que de esto, como de casi todo, sabe más que yo, ya ha manifestado un cierto pesimismo al respecto. Ojalá por una vez falle él y acierte yo.
Pero hasta la fecha, jamás un partido independentista ha tenido, no ya en Gran Canaria, sino en toda Canarias, alguna representación seria (y casi ni en broma) no ya en el parlamento regional, mas aun en cabildos y en ayuntamientos. Ni el MPAIAC, con su brazo político (el CNC) ni el Partido Nacionalista Canario, han tenido la menor relevancia jamás en Canarias. Siempre nefastos resultados electorales. Y los datos son objetivos: en 30 años de democracia, jamás.
Nefastos resultados electorales, pero eso sí, siniestros resultados en las campañas de amenazas y atentados del MPAIAC en los comienzos de la transición democrática, con algunos agentes muertos y diversos heridos. Y para colmo, indirectamente –el cierre del aeropuerto gran canario de Gando por el estallido de una bomba, que causó diversos heridos - ocasionó la mayor tragedia aérea de la historia de la aviación: más de quinientos muertos en los Rodeos. Fue el comienzo del fin de Cubillo y sus secuaces.
Desde entonces, Cubillo, este horripilante personaje, aunque, insisto, sin ninguna importancia política, aparece alguna vez en medios de comunicación. Ni el menor arrepentimiento de todos sus actos. Ni el menor examen de conciencia (mejor que “autocrítica” por ser aquel término de origen cristiano y este, de raíz estalinista: “pequeño” detalle). Ni una palabra de perdón.
Más aún. Se ha llegado a referir en alguna entrevista a los vascos que están luchando por su patria. No. Ya puede usted imaginar que no hablaba precisamente de María San Gil. Ni de Rosa Díez...
Y este es el personaje al que el bufón sacerdote compara nada menos que con el Mesías, que derramó “su sangre por su tierra”. Horripilante analogía. Horrenda comparación. Horrible símil.
Y ante esto, tras el estupor inicial y la indignación posterior, no caben sino dos reacciones:
En primer lugar, rezar por Báez (es más: incluso por Cubillo) porque así nos lo pide el Maestro en el sermón de la montaña. Señor, ¡qué bonito y qué duro a la vez!
Pero también, exigir responsabilidades a quien le corresponde: monseñor Cases.
Porque el bufón ha pasado de sus simpáticos numeritos circenses a graves palabras, enormemente ofensivas para la mayoría de los canarios, en general, y de los católicos, en particular.
¿Lo hará el señor obispo? Pues no lo sé. Del anterior no lo habría esperado.
Aún recuerdo cuando hace ya más de una década, le pregunté, en un encuentro juvenil, sobre el terrorismo etarra y el nacionalismo de su tierra, las Vascongadas. Mil rodeos. Y ninguna claridad en su mensaje. Ni Setién lo habría hecho mejor.
Por fortuna, ahora es el señor Cases el obispo. Don Francisco es un obispo abierto, campechano, simpático. Se ha hecho querer por muchos fieles. Pero me temo que en su afán de agradar, le falte algo de autoridad. Recordemos, por citar un ejemplo, los comentarios privados sobre la polémica de la Cope y sus comunicadores. Sí pero no. No pero sí. Sí pero un poco, aunque no demasiado....
Pero don Francisco no puede limitarse a ser jovial. Los fieles canarios necesitan algo más. Hoy estamos indignados. Y esperamos su respuesta. Aguardamos su actuación. Su firmeza.Señor obispo, no nos falle.
El nuevo sacerdote, D. Adán, tiene una tarea impresionante en San Andrés y es levantar de la ruína espiritual a las almas de aquí.Te deseamos lo mejor D. Adán y bienvenido.D. Adán se ha sorprendido gratamente de la entrega por parte de la parroquia al levantamiento de la misma.
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LF:
Y lo que nos queda por ver. Típico caso de tipejo al que los obispos tienen miedo de enfrentarse.
Vergonzoso.
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