Mamá, papá, ¿qué es ese "punto g" del que hablan en la Cope?

Imagínese usted que está dando de merendar a sus hijos, pone la Cope y se encuentra a Cristina López Schlichting diciendo esto:
"Bueno, esto es casi como lo de buscar a Wally, porque, ¡je!, el punto G no todo el mundo lo encuentra, por lo visto no todo el mundo lo tiene. Es una discusión, es casi como un misterio."
Entre ja ja jas, ji ji jis dice una de las sexólogas a la pregunta de Cristina sobre si existe el punto G: "aquí andamos hablando de quién se lo ha encontrado y quién no se lo ha encontrado y lo sigue buscando"

Su falta de reacción inmediata provocada por el estado de shock de haber escuchado eso en la Cope, implica que, dado que como todo el mundo sabe los niños tienen una antena especialísima para oir lo que no deberían de oir, su hijo o hija le hace la siguiente pregunta: "Mamá, mamá (o papá), ¿qué es eso del punto g? ¿cómo me lo encuentro? ¿te lo has encontrado tú? ¿por qué es tan divertido?"

Pero ojo, como todavía siga usted en estado catatónico y no haya optado por abalanzarse sobre la radio para apagarla o cambiar de dial, sus hijos seguirán escuchando entre risitas y cachondeo cuál es la guía para encontrar el puntito de marras, con las instrucciones y el mapa para lograr éxito en esa tarea tan placentera. Y oirán que no todos los maridos saben encontrarlo y, consiguientemente, no lo podrán tocar… y etc, etc.

Bien, creo que las televisiones públicas y privadas llegaron al acuerdo de no emitir un tipo de programación en horario infantil. Pues "no problem". A esa hora ya está un programa de la Cope hablando de clítoris, orgasmos vaginales y clitorianos, puntos G, estimulaciones del mismo con la mano o el pene, posiciones del coito, etc, etc.

Ya es cuanto menos "peculiar" que en uno de los programas más importantes de la Cope haya una sección que hable de posturas de hacer el amor, técnicas para obtener más placer en las relaciones sexuales, etc, etc. Pero que encima se emita en una hora donde puede haber audiencia infantil, sobrepasa todo lo imaginable.

Cristina López, basta ya. No es la primera vez que en tu sección sobre sexo se cruzan líneas que no deberían de cruzarse por mero pudor y decencia. Si tanto interés tienes en tener un programa que trate sobre estas cuestiones, pide que te den un horario adecuado o, mejor aún, búscate otra cadena de radio (ojo, no Radio María) para emitirlo. Pero sea como sea, acaba con ese espectáculo. Porque si no lo haces tú, habrá que pedir a quien corresponda que haga algo para que esa sección desaparezca de tu programa. Esto no es una cuestión de mogijatería beata, ni de volver a tiempos pasados donde decir la palabra sexo era casi pecado mortal. Es una cuestión de sentido común, de discernir dónde está la frontera que separa al pudor de lo obsceno, de entender el medio en el que estás y, sobre todo, de pensar en el tipo de personas que pueden escucharte en esa hora.

Luis Fernando Pérez Bustamante