La Cruz retirada, el Deán, el Obispo y el padre Brú

Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
Rom 2,24

Érase una vez una Catedral en la que había una Cruz que fue retirada de su lugar habitual por un Deán, para facilitar un acto institucional. Érase un grupo de bloggers católicos que, representando seguramente el sentir de muchos otros católicos, tanto laicos como clérigos, criticaron semejante acción. El Deán, ante la avalancha de críticas de esos católicos sinceros, pretendió que los mismos le atacaban por su condición de presidente de una Caja de Ahorros. El Obispo no dijo públicamente esta boca es mía ni ante la retirada de la Cruz ni ante las justificaciones del Deán, lo cual provocó que él mismo fuera objeto de más críticas, algunas ciertamente severas. Y en estas estábamos cuando apareció el responsable de la programación religiosa de la Cope a criticar primero la retirada de la Cruz y a pedir después perdón por hacer tal cosa, al mismo tiempo que, sin nombrar a nadie en particular, lanzaba un duro reproche a los que, como él, habían manifestado su estupor por lo ocurrido. Tal actitud le ha supuesto ser objeto de severísimos reproches por parte del más incisivo de los bloggers católicos: Francisco José Fernández de la Cigoña

Conviene recordar dónde está la raíz de todo este conflicto. No es otra que la retirada de una Cruz de la Catedral de Córdoba para ¿facilitar? una ceremonia no religiosa. Diga lo que diga el Deán, el Obispo, que en realidad no dice nada, o los canónigos de la Catedral, que creo que tampoco han dicho nada, ese acto no admite la menor justificación. Bastante batalla están dando en España los laicistas para quitar símbolos religiosos católicos de donde siempre han estado como para que encima quitemos el más importante de ellos, una Cruz, de su lugar en una Catedral católica.

Pero si ya estuvo mal esa acción, peor estuvo el responsable de la misma al no sólo no pedir disculpas a los católicos que se hubieran sentido ofendidos, sino encima acusarnos de criticarle por razones pseudo-políticas. Con lo fácil que hubiera sido decir: "señores, no quería ofender a nadie, y mucho menos a nuestro Señor Jesucristo, así que pido disculpas a todos y en un futuro procuraré ser más sensible con estas cosas". Por tanto, el principal responsable de todo es él. Lo que tenía que decirle ya se lo dije en uno de mis posts, así que nada nuevo añadiré.

Respecto al Obispo de Córdoba, Monseñor Asenjo, quiero ser muy claro a la vez que respetuoso: Monseñor, ¿qué le costaba a usted terciar públicamente en el asunto?, ¿no se da cuenta de que su silencio público, que no privado, no ha hecho sino empeorar todo?, ¿no se da cuenta que es de justicia que muchos católicos nos sintamos ofendidos cuando se retira una Cruz del lugar que le corresponde?, ¿no se da cuenta de que todavía no sabemos si le ha parecido bien esa medida o, por el contrario, comparte con nosotros un justo estupor?, ¿no se da cuenta de que quienes sabemos lo que ha ocurrido en estos últimos días podemos pensar que lo que más le ha molestado de toda esta historia es que usted haya sido objeto de críticas acerbas por su silencio?. Déjeme que le diga una cosa: el principal ofendido aquí es el Señor de la Cruz que fue retirado de donde no debía ser retirado. Ni usted, ni su deán, ni nosotros tenemos derecho a rasgarnos las vestiduras por lo que otros digan de nosotros, sobre todo cuando objetivamente hay razones para que se nos critique por exceso o por defecto. Mire, como católico me niego a pensar que un Obispo sea enemigo de la Cruz y desde luego nunca me verá acusarle de tal cosa, pero también pienso que es absolutamente necesario que se evite cualquier ambigüedad suya al respecto. Y el silencio SIEMPRE es ambigüo, Monseñor. Siempre. Y en la actual España, más. No pasa nada si uno se equivoca, sea obispo, sea deán, sea articulista laico: se aclara lo que sea necesario, se pide disculpas y aquí paz y después gloria.

Don Manuel María Bru, antes que nada le quiero felicitar por el estilo que da usted a su programa los domingos por la mañana. Es ágil, interesante, instructivo e informativo. Si consigue usted que el resto de la programación religiosa de la Cope alcance ese nivel, habremos dado un gran paso. Es necesario que la calidad de la programación religiosa de la Cope sea capaz de atraer a los oyentes habituales de la emisora, que son muchos.

Dicho eso, permítame que le traslade mi impresión ante su actitud por lo ocurrido en Córdoba. Al oír lo que dijo en el programa del 22 de octubre, sonreí porque, en apenas un par de frases, dijo lo mismo que hemos estado diciendo muchos sobre este asunto. Es decir, usted vio claro el problema y reaccionó como cualquier católico normal. Pero claro, usted no es un católico normal. Es sacerdote. Y encima director de la programación religiosa de la cadena de los obispos. Si yo critico lo ocurrido en Córdoba, me leen unos pocos cientos de personas. En su programa le escuchan muchos miles. Y claro, algún responsable eclesial debió pensar que una cosa es que le critiquen desde un blog y otra que la crítica venga de la misma Cope. Y le llamaron. Y le informaron del enfado de quien usted ya sabe. Y usted decidió que al domingo siguiente tenía que pedir disculpas por la crítica y, he aquí lo peor, distanciarse de aquellos a quienes, sin nombrar a nadie, acusó ni más ni menos que de tener intereses espúreos por decir, cada cual en su estilo, lo que usted había dicho días antes. Yo desde luego no me siento aludido por sus palabras, pero entienda usted que me habría quedado mucho más tranquilo si se hubiera limitado a pedir disculpas por haber criticado lo que justamente criticó. Y si encima nos hubiera informado de los argumentos de quienes le convencieron de que estaba justificada la retirada de la Cruz de donde no debería haber sido retirada, pues miel sobre hojuelas. Porque, créame, tengo verdadero interés por saber el porqué lo que un domingo le parecía mal, al domingo siguiente le parecía bien.

No se trata de que tengamos razón, sino de que la verdad de las cosas triunfe y se imponga por sí misma. Ése es el objetivo; el nuestro, modestamente; el suyo, Señor Obispo; y también el de un sacerdote y periodista de la COPE como Manuel María Brú.

Creo que debemos cerrar de una vez esta polémica que en nada puede agradar a Dios y sí mucho a los enemigos de Cristo y de su Iglesia. El Deán tuvo en su mano cerrarla y no lo hizo. Monseñor Asenjo todavía puede reflexionar sobre la mejor forma de abordar pastoralmente lo que se ha convertido en una confrontación pública entre católicos. Y tanto don Manuel María Brú como los bloggers que hemos dado nuestro parecer debemos hacer lo posible por no echar más leña a un fuego que nos puede acabar quemando a todos.

Quiera Dios perdonarnos por nuestros excesos, nuestros errores y nuestra falta de caridad, si es que se ha producido. Y quiera darnos sabiduría para servirle mejor en el futuro, cada cual desde el lugar que le corresponde.

Luis Fernando Pérez Bustamante

7 comentarios

  
Wilburg
En el mundo de los creyentes protestantes -y hay muchos con fe viva-, poner una cruz en un templo es pecado. Ellos explican que eso va en contra del "no te harás imagen de nada de lo que esté arriba en los cielos, ni abajo en la tierra.. no te inclinarás a ellas, ni las honrarás".

En el mundo real de Dios, es decir, en el de Su Presencia, que Él la da al que le da el sentimiento en su intimidad, no hay tal cosa como polémica sobre la cruz, ni tan siquiera debate entre protestantes, católicos, o laicos; simplemente porque Dios, es más Sentimiento, que Palabra.

Y además, no cree en Exodo Capítulo 20.

Lo que están haciendo sus señorías, es, desgraciadamente, lo mismo que han venido haciendo las iglesias desde que el mundo es mundo, hacer que la inmensa mayoría de la juventud no mire hacia allá. Y quedan en SOLEDAD.
02/11/06 6:18 AM
  
amfari
Señor Perez Bustamante, estoy de acuerdo con usted.
Además, me gusta el estilo de su escrito: sin acritud, diciendo las cosas claras pero con caridad.
La verdad es que cuando uno lee que pasan cosas como esta siente mucha pena. Lo que nos queda es orar mucho por nuestros pastores para que sean fuertes y valientes para custodiar los templos y todo lo que tienen encomendado.
Por otro lado, creo que todos los católicos debemos tener presente que es muy probable que, tarde o temprano,se nos presente una ocacion como la que se le ha presentado a la azafata que prefirió irse a su casa a quitarse la Cruz. Debemos orar por todos nosotros para que, llegado el momento, seamos tan valientes como ella para no renegar de nuestra Fe y no traicionar a Jesucrito. Es muy difícil, pero con la gracia de Dios todo es posible.
El mundo necesita más que nunca nuestro testimonio y nuestra oración.
Animo a todos.
Jesus crucificado: creo con toda mi alma que eres Dios, qu...
02/11/06 7:14 AM
  
amfari
En mi comentario anterior digo: "Que la azafata prefirio irse a casa a quitarse la cruz".
Debia decir: "Que prefirió irse a casa QUE quitarse la cruz"
02/11/06 7:18 AM
  
amfari
Sigo:
Jesus crucificado: creo con toda mi alma que eres Dios, que te hiciste hombre por amor a nosotros, que vives ,que sufriste y que resucitaste; que para ti no hay nada imposible y que eres Amor y Misericordia infinita. Gracias por la Cruz que nos salva.Gracias por estar siempre con nosotros, hasta el fin de los tiempos.
Alabado sea por siempre Jesucristo Dios y hombre verdadero
02/11/06 7:20 AM
  
Francisco José Fernández de la Cigoña
Leído por fin tu escrito, que tanto había esperado. Me parece perfecto. Ves como eres tú mucho mejor persona que yo. Por mi parte estoy deseando cerrar los dos frentes. El del obispo y el de Bru. Y si no me meten mucho el dedo en el ojo creo que así ocurrirá. Ahora me estoy limitando a contestar a algunos comentaristas y espero que, de no ocurrir algún hecho importante, me podré olvidar por algún tiempo de los señores Asenjo y Bru. Y mi felicitación, querido Luis Fernando, por un escrito tan ponderado, tan católico, tan caritativo y tan ejemplar.
02/11/06 9:52 AM
  
Luis Fernando
Y dale con que soy mejor persona que tú. Que no, Paco Pepe, que no. Que no se trata de eso.

Me alegro mucho de que decidas zanjar este asunto. A ver si la otra parte hace lo que tiene que hacer.
02/11/06 10:08 AM
  
Paco C
Luis Fernando: enhorabuena por tu escrito. Es lo mejor que he leído hasta ahora sobre el particular y refleja todo lo que pienso.
02/11/06 12:06 PM

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