El virus garzonita se extiende por la Audiencia Nacional
Es de justicia reconocer el papel que la Audiencia Nacional ha jugado en la lucha contra el terrorismo en nuestro país. Y al hablar de terrorismo, me refiero no sólo a la ETA que mata sino también a la ETA “política y social". Los jueces y fiscales de la Audiencia han desempeñado una tarea ejemplar, tan sólo empañada por alguna intervención gubernamental en los últimos años a la que se plegó un fiscal.
Sin embargo, es igualmente necesario afirmar que en la Audiencia hay un problema con nombres y apellidos. Se trata del juez Baltasar Garzón, personaje ciertamente peculiar al que le gusta salir en los titulares de la prensa más que a un niño un pastel de chocolate. Lo que pasa es que este niño tiene diabetes y el chocolate le sienta muy mal. Cuando un juez es más conocido por su amor por lo mediático que por su labor judicial, estamos ante un mal juez. Este señor se hizo muy famoso cuando fue de número dos de Felipe González en unas elecciones generales y luego estuvo en un tris de llevar al ex-presidente a la cárcel, cosa que sí logró con quien había sido su Ministro de Interior. Ese viaje de ida y vuelta de la judicatura a la política demostró que para Garzón no vale eso de que la mujer del César no sólo debe ser casta sino parecerlo. Independientemente de que era necesario juzgar los GAL y el latrocinio de los fondos reservados, si algo es claro es que la persona menos indicada para encargarse del asunto, aunque sea sólo en la fase de instrucción, era el juez que compartió bancada en el Congreso con algunos de los encausados.
Como Garzón no tenía suficiente con la fama en España, buscó la mundial al lograr la detención-retención de Pinochet en Londres. El ex-dictador chileno, que ha sido el único de su especie que ha dejado el poder tras convocar un referendum y perderlo, consiguió librarse por los pelos de las garras de don Baltasar. Ni entro ni salgo en la necesidad de que se juzgara al chileno por los atentados contra los derechos humanos cometidos durante su gobierno. Pero eran los chilenos, y no un juez español, los que tenían que decidir sobre dicha cuestión. Y en todo caso, hay tribunales internacionales que pueden abordar asuntos de esa naturaleza.
La última de Garzón ha sido ese intento ridículo y patético de cargarse lo que la Transición española consiguió hace 30 años. El día en que se anunció que había constatado oficialmente que Franco había muerto, la rechifla fue general. De haber podido, se habría presentado en el más allá para encausar al hombre que ganó la Guerra Civil y gobernó España durante casi 40 años. Este juez abre-fosas ha demostrado que no se conforma con ser uno más. Y tengo para mí que antes o después le veremos fuera de la judicatura y dedicado por completo a cualquier actividad que tenga más repercusión mediática que la que obtiene como magistrado de la Audiencia. Es cuestión de que averigüe cuál puede ser dicha actividad.
El problema es que alguna de sus actuaciones “esotéricas” ha creado escuela. Estos días hemos sabido que otro juez de la Audiencia, Eloy Velasco, ha decidido admitir la querella contra los asesinos de los jesuitas que fueron acribillados a balazos en El Salvador hace casi veinte años. No conozco bien cuáles son las circunstancias actuales en ese país centroamericano ni tampoco si ha habido algún tipo de acuerdo nacional para “olvidar” lo ocurrido durante el tiempo en que hubo allí una auténtica guerra civil. Aunque sabemos que los seis jesuitas y las dos asistentas asesinadas han alcanzado ya justicia en la otra vida, es de desear que se les haga en este mundo. Creo por tanto que este tipo de actos no pueden quedar impunes, pero creo más que es El Salvador, y no un juez español, quien debe de decidir qué hacer en este caso. Y no sólo lo creo yo. Los jesuitas son de la misma opinión. El Provincial de la Compañía de Jesús en Castilla ha dicho que no son “partícipes de la apertura del caso en España". Tras hablar con sus compañeros salvadoreños, considera que aunque saben “que es más difícil hacerlo en El Salvador, también es cierto que los pobres sólo pueden hacerlo allí. Y al menos haciéndolo allí es posible ir abriendo caminos y posibilidades para ellos".
Bastante tiene la justicia española con encargarse de lo que ocurre en nuestro país como para que algunos jueces, infectados por el virus garzonita, se dediquen a querer impartir justicia urbi et orbe. Aquel juez que quiera dedicarse a juzgar crímenes de guerra, dictadores y barrabasadas varias cometidas por todo el mundo, debe de pedir trabajo en los tribunales internacionales que se dedican a esos menesteres. La Audiencia Nacional está para otra cosa. O al menos, debería de estarlo.
Luis Fernando Pérez Bustamante
13 comentarios
Aún estando de acuerdo con lo que dices, no puedo dejar de sospechar por las verdaderas razones que han llevado al general de los jesuitas en Castilla a oponerse a la apertura de diligencias judiciales por parte de un juez español.
Puedo imaginarme lo mal que les sentaría a los "amigos" de la Teología de la Liberación que se iniciase una causa contra uno "asesinos anarquistas", del pueblo. No estoy queriendo decir con ello que nos les duelan los muertos de su propia orden, sino que, consideran mejor dejarlas cosas como están antes de remover nada.
Esta es mi humilde opinión, pero que seguramente no diferirá mucho de la realidad, teniendo en cuenta la conivencia de muchos, no todos, hijos de San Ignacio (en el nombre, que no en los hechos) con regimenes de dudosa o nula legitimidad en América Latina.
+ Que Dios te bendiga.
El hecho de que la justicia, para los derechos humanos, pueda actuar de manera universal, no significa que la justicia española tenga que actuar de manera paternalista, impidiendo la necesaria madurez democrática y, por tanto, judicial, de otros países. Es allí donde debería celebrarse el juicio y no en el juzgado de ningún aspirante a mesías judicial, como es el caso de todos estos jueces estrella que deberían preocuparse más de sacar adelante los juzgados españoles y de tener una justicia verdaderamente independiente que de buscarse causas ajenas obviando, entre otros, el necesario principio de subsidiariedad.
Además, estamos hablando de la muerte de Ellacuría, figura importante para los jesuítas y para América Latina, nos guste más o menos.
Un abrazo,
La primera sería el caso del juez Garzón, que obviamente daría para escribir largo tiempo. Empezando por que uno no entiende que teniendo su juzgado temas tan atrasados se le permita viajar con tanta frecuencia para dar conferencias, cobrando obviamente, cursos y demás. Respecto de eso me comentaba recientemente un funcionario de un juzgado que "temian" los documentos que llegan del juzgado del Sr. Garzón pues suelen ser problemáticos.
Otro tema sería las razones que puedan asistir a un juez a encargarse de un tema que, como Vd. indica, parecería que debería ser un tribunal internacional quien entendiese en ello.
Finalmente, aún teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, creo que cuando se produce una masacre como el asesinato de 8 personas y el pais en cuestión no toma las medidas judiciales oportunas, debe haber una presión internacional para que se haga. Admitiendo a trámite la correspondiente denuncia en otro país, procesando e incluso juzgando si fuera oportuno. La situación es parecida a que si tenemos conocimiento de que en la casa de al lado nuestro se están cometiendo delitos, agresiones, abusos, etc., es responsabilidad de cada uno ponerlo en conocimiento de la autoridad para que tome las medidas oportunas.
Interesante reflexion en torno al caso Eluana Englaro, la chica italiana a la que sus padres quieren dejar de alimentar
"impunes, pero creo más que es El Salvador, y no un juez español, quien debe de decidir qué hacer en este caso. Y no sólo lo creo yo. Los jesuitas son de la misma opinión. El Provincial de la Compañía de Jesús en Castilla ha dicho que no son “partícipes de la apertura del caso en España". Tras hablar con sus compañeros salvadoreños, considera que aunque saben “que es más difícil hacerlo en El Salvador, también es cierto que los pobres sólo pueden hacerlo allí. Y al menos haciéndolo allí es posible ir abriendo caminos y posibilidades para ellos". "
El autor mismo admite: "No conozco bien cuáles son las circunstancias actuales en ese país centroamericano (El Salvador)". Sino sabe lo mejor que puede hacer es callar, no cometer errores como hablar de El Salvador o del trabajo de la Compañía de Jesús ahí. De todas formas, el autor parece no saber ni siquiera sobre las leyes de su país y sobre la ciudadanía española (QUE NO TIENE NADA QUE VER CON LA EPC, antes de que se me acuse). De Roma o la CEE dice saber mucho, hable. No hable de lo que no sabe.
A ver, ¿qué parte del texto del artículo no se ajusta como mano a guante a lo que ha ocurrido exactamente esta semana tal y como lo han contado la totalidad de los medios de comunicación que han informado del tema?
Por favor, documéntese. Los jesuitas en ningún momento han dicho que se opongan al proceso....
Cuando resulta que el provincial de los jesuitas en Castilla ha dicho lo que ha dicho. Si tienes algún problema, se lo preguntas a él. Te repito sus declaraciones, porque parece que el indocumentado eres tú, chavalín:
"Nosotros no somos partícipes de la apertura del caso en España. Nuestra decisión es sólo trabajar el caso con los instrumentos legales y de diálogo de El Salvador"
¿Y bien, listo? ¿qué tienes que decir al respecto?
Además, aunque no he mencionado para nada a los familiares de los asesinados en El Salvador, en mi texto dejo muy claro que no deseo que esos asesinatos queden impunes. Digo así:
Aunque sabemos que los seis jesuitas y las dos asistentas asesinadas han alcanzado ya justicia en la otra vida, es de desear que se les haga en este mundo. Creo por tanto que este tipo de actos no pueden quedar impunes.
A lo que me refiero es que no me parece adecuado que la Audiencia Nacional de España juzgue algo que ocurrió hace veinte años en otro país. Que si en El Salvador no se juzga, que se recurra a un tribunal internacional, que para eso están. No es que yo no sepa que desde España se puede hacer eso, porque ya se ha hecho en otros casos. Ahora bien, ¿puedo opinar sobre lo que debe o no debe hacer la justicia española en relación a delitos que ocurren fuera de nuestras fronteras?
Y sí, saco a Garzón porque él fue el que empezó a querer juzgar desde la Audiencia delitos cometidos en otros países. Ese no es el papel de la justicia española. ¿No estás de acuerdo? Vale, pero no toques las narices acusando de indocumentado a nadie.
Y no, no tengo nada que ver con la labor de los jesuitas en El Salvador. A Dios gracias, añado.
Que tú, en tú radicalismo, pienses que no ser participe es oponerse es una cosa. Gracias a Dios, el principal de los jesuitas no es un integrista cualquiera. Por favor, documéntate alma de cántaro y lee las noticias completas, contrastado un poco:
Lee hijo mío, que no es tan difícil (http://www.jesuitascastilla.es/pages/posts/los-jesuitas-espaF1oles-avalan-la-opiniF3n-de-sus-compaF1eros-en-el-caso-de-93los-mE1rtires-de-la-uca941144.php)
“Nosotros no queremos que lo hecho en otro país, como España, pueda entorpecer o quitarle fuerzas para lo que deben hacer nuestros compañeros en El Salvador. Aunque, es verdad que si los familiares desean hacer algo, les respetamos y apoyamos”.
Eso esta extraído de la página web de la Compañía de Jesús ¿Qué tengo que decir al respecto? Pues que para empezar, informarse quiere decir conocer el caso e ir a las fuentes, no solo leer los periódicos. En caso de que fuera solo leer los periódicos, lo mínimo es leer la noticia completa y leer las palabras y las frases completas.
“Además, aunque no he mencionado para nada a los familiares de los asesinados en El Salvador, en mi texto dejo muy claro que no deseo que esos asesinatos queden impunes.”
Ni siquiera para decir que son ellos los que han querido denunciar, con el apoyo de otras asociaciones.
“A lo que me refiero es que no me parece adecuado que la Audiencia Nacional de España juzgue algo que ocurrió hace veinte años en otro país. Que si en El Salvador no se juzga, que se recurra a un tribunal internacional, que para eso están. No es que yo no sepa que desde España se puede hacer eso, porque ya se ha hecho en otros casos. Ahora bien, ¿puedo opinar sobre lo que debe o no debe hacer la justicia española en relación a delitos que ocurren fuera de nuestras fronteras?”
Claro que puedes hablar, pero no mentir. Tú dices que la Justicia española no debe juzgar el asesinato de ciudadanos españoles, la ley española dice que si se denuncia el asesinato de un ciudadano español más allá de nuestra frontera la justicia tiene que tomarlo y estudiar el caso. No es que sea un delito que ocurre dentro de nuestra frontera, es que es un delito que se infringe contra un ciudadano español y que esta bajo la protección de su Estado y de sus herramientas de defensa, igual que cuando hay guerras y desastres en otros países, el Estado español hace por salvarles y sacarles de ahí mediante la embajada, es lo que tienen las civilizaciones modernas, que los ciudadanos tienen derechos y todo. No es Garzón el que empezó esta “moda”, que no es una moda, sino que es la manera de funcionar de la justicia española y de otros muchos países civilizados. Si Garzón juzgó a Pinochet fue porque Pinochet mató ciudadanos españoles.
Evidentemente no tienes nada que ver con la labor de los jesuitas en El Salvador. Por eso estas indocumentado del caso y en lugar ayudar a un proyecto serio, dices cosas que carecen de sentido y que muestran una falta de información no solo ya de un país extranjero, sino de tu propia nación y del funcionamiento de tu propio Estado. Sino esta desinformado, en lugar de patalear y llorar ya podrías intentar contrastar un poco la información.
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