InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Publicado originalmente en Religión Digital

15.09.07

Desenmascarando a la quintacolumna

En plena campaña a favor de los derechos de los padres y en contra de la obligatoriedad de la asignatura Educación para la Ciudadanía, se están dando una serie de movimientos que empiezan a ser ciertamente sospechosos. Una de las estrategias típicas en cualquier confrontación es el "divide y vencerás". Es obvio que el papel de la Iglesia en relación a la EpC debería ser solo tangencial, debido a que a quien atañe más la cuestión es a los padres independientemente de su adscripción religiosa, el hecho de que la mayoría de la escuela concertada de este país sea confesionalmente católica convierte a dichos colegios en una pieza clave para el triunfo de las tesis contrarias a la existencia de dicha asignatura. Y no estamos hablando de cualquier triunfo, no. Lo que acá nos jugamos es la formación en valores de nuestros hijos, el papel que el Estado va a jugar en dicha formación y el límite a nuestro pleno derecho a educarles y que se les eduque en la escuela conforme a nuestras creencias, nuestra ética y nuestra moral. Pues bien, si en algo tan fundamental, la imagen que está dando la Iglesia es de falta de unión, ¿qué se puede esperar de ella? ¿a dónde nos va a conducir este enfrentamiento, da igual que sea soterrado o abierto, entre los que quieren oponerse frontalmente al enemigo y los que quieren pactar con él las cláusulas de rendición?

El argumento de quienes se conforman con adaptar la EpC al ideario de los centros católicos es absolutamente débil por diversas razones. La mera existencia de la asignatura, tal y como está planteada, es la puerta abierta al control absoluto del Estado de la educación de nuestros hijos. Aparte de que insignes socialistas ya han dicho que eso de la adaptación al ideario del centro no puede desvirtuar la asignatura, es obvio que esta supuesta condescendencia hacia los centros católicos no es sino el caramelo envenenado por el cual debemos aceptar que exista la EpC. Y luego ya se encargarán ellos de que sea lo que siempre han querido que sea. Es el lobo asomando su patita blanca (adaptación al ideario) queriendo entrar dentro de nuestros colegios. Y cuando le dejemos entrar, el lobo se mostrará cual es. Una vez dentro, ya no habrá forma de pararle.

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14.09.07

Ese monoteísmo tan peligroso

Don Miguel Ángel Moratinos, ínclito y nunca bien ponderado ministro de Asuntos Exteriores, inauguró ayer la exposición "Dios(es). Modos de empleo", que estará presente hasta el próximo seis de enero en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. El ministro relacionó la exposición con esa iniciativa irano-turco-zapateril -el Gran Arquiteco los cría y ellos se juntan- conocida como "Alianza de civilizaciones". Y claro, ¿qué mejor cosa para contribuir a esa alianza que ofrecer a los visitantes, y en especial a los escolares, una guía "pedagógica" que nos explica las lindezas de las religiones monoteístas?

En dicho material pedagógico nos encontramos con material como el siguiente:

¿La diferencia entre los monoteísmos (religiones con un único dios) y los politeísmos (religiones con
múltiples dioses) es únicamente de tipo aritmético?

No, ni muchísimo menos. Los monoteísmos defienden una verdad absoluta, contenida en Sagradas Escrituras reveladas a los hombres por el propio Dios, y que les imponen una moral rigurosa. Los politeísmos no tienen esa pretensión: sus dioses se comportan igual que los seres humanos y, por ende, son tolerantes e incluyentes. Esto explica que los griegos primero, y los romanos después, estuvieran dispuestos a aceptar en su panteón al dios de los judíos y no comprendieran por qué los judíos no aceptaban a los suyos en el Templo de Jerusalén, actitud que tildaban de "superstición".
Por eso, sólo los monoteísmos, como veremos más adelante ("Conflictos y convivencia"), han provocado guerras religiosas. No se han desatado conflictos religiosos que implicaran a una religión politeísta salvo en contadas excepciones (los enfrentamientos entre hinduistas y musulmanes en India, por ejemplo).

O sea, qué malas y provocadoras de conflictos son las religiones monoteístas y qué poco problemáticas y cuán pacifistas son las politeístas. Pero veamos más:

¿Se puede hablar de "religiones laicas"?

Es cierto que las ideologías totalitarias del siglo XX -el comunismo en sus diversas versiones de Estado, el fascismo o el nazismo- presentan todos los rasgos de los sistemas religiosos cerrados y coherentes: un jefe sacralizado, adorado y considerado infalible (Stalin, Mao, Kim Il Sung, Mussolini, Hitler), una Iglesia jerárquica, un dogma recogido en textos sagrados (la Clase, la Raza, la Nación, el Partido), una Inquisición, mártires… Pero lo que les falta es precisamente lo que constituye la esencia de las religiones: una concepción trascendente del más allá.

Aparte de que no sé -bueno, sí lo sé- porqué no incluyen a Fidel Castro en la lista, es obvio que se quiere establecer una relación muy clara entre las peores dictaduras y la Iglesia Católica.

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13.09.07

¡Uy!.... una excomunión.

La noticia acaba de saltar a la prensa: La «Comunidad de la Señora de todos los Pueblos», más conocida como el «Ejército de María» ha sido excomulgada por haber realizado ordenaciones prohibidas de diáconos y sacerdotes, según ha anunciado la Conferencia Episcopal de Canadá, país en el que fue fundada.

Confieso que es la primera vez que oigo hablar de esa gente. Pero una vez que he sabido de su existencia, he comprobado que es muy fácil encontrarles en Internet, así como recabar toda la información sobre el proceso que se ha seguido hasta la decisión final. El texto oficial -en inglés- de la declaración de excomunión se encuentra en el siguiente link. No admite lugar a dudas. Quedan excomulgados los "dirigentes" de la secta así como, y esto es muy importante, todos aquellos fieles católicos que participen en sus actividades. Parece ser que la gota que ha colmado el vaso ha sido la fraudulenta ordenación de sacerdotes y diáconos por parte del sacerdote Jean-Pierre Mastropietro, perteneciente al grupo. No hace falta decir que no siendo obispo ese tal Jean-Pierre, la ordenación tiene la misma validez que la que pueda realizar este servidor, pero a lo que se ve tal acción ha animado a la iglesia canadiense y a Roma a declarar la excomunión de la secta entera.

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12.09.07

Lo que va de una cabeza cortada al elogio de un artista.

Mateo 14,3-1
Pues Herodes había hecho prender a Juan, le había encadenado y puesto en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de Filipo, su hermano; porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla". Quiso matarle, pero tuvo miedo de la muchedumbre, que le tenía por profeta. Al llegar el cumpleaños de Herodes, bailó la hija de Herodías ante todos, y tanto le gustó a Herodes, que con juramento le prometió darle cuanto le pidiera, y ella inducida por su madre: Dame - le dijo -, aquí, en la bandeja, la cabeza de Juan el Bautista. El rey se entristeció, mas por el juramento hecho y por la presencia de los convidados ordenó dársela, y mandó degollar en la cárcel a Juan el Bautista, cuya cabeza fue traída en una bandeja y dada a la joven, que se la llevó a su madre.

Sin duda eran otros tiempos. El mayor profeta de todos los tiempos, precursor del Mesías, no tenía pelos en la lengua. Llamaba al pan, pan y al vino, vino. Al adulterio lo llamaba adulterio y no buscaba justificación alguna a lo que no la podía tener. Y le importaba poco que el adúltero fuera una persona importante. Tampoco le importó que su vida corriera peligro por decir la verdad sobre la condición pecadora de los poderosos de su tiempo.

Marcos 10,2-12
Llegándosele fariseos, le preguntaron, tentándole, si es lícito al marido repudiar a la mujer. El les respondió y les dijo: ¿Qué os ha mandado Moisés? Contestaron ellos: Moisés manda escribir el libelo de repudio y despedirla.
Díjoles Jesús: Por la dureza de vuestro corazón os dio Moisés esta ley; pero en el principio de la creación los hizo Dios varón y hembra; por esto dejará el hombre a su padre y su madre, y serán los dos una sola carne. Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Vueltos a casa, de nuevo le preguntaron sobre esto los discípulos; y El les dijo: El que repudia a su mujer y se casa con otra, adultera contra aquélla; y si la mujer repudia al marido y se casa con otro, comete adulterio.

Eran otros tiempos. El mismísimo Verbo de Dios hecho carne estaba endureciendo las exigencias morales requeridas para ser fieles a Dios. El divorcio, permitido por la ley mosaica, pasaba a ser proscrito por la moral evangélica. Cristo tampoco se andaba con contemplaciones y con medias tintas. Llamaba adúlteros a los cónyuges que se separaban y se volvían a casar. Eso sí, como se demuestra por el caso de la mujer adúltera que iba a ser apedreada, Cristo ofrece el perdón a los adúlteros, para justo a continuación pedirles que no pequen más.

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10.09.07

La Iglesia no tiene derecho a no respetarse a sí misma

Cuando un padre, o una madre, disciplina desigualmente a sus hijos, al final todos acaban perdiéndole el respeto. Eso de castigar duramente a los que sí acusan el castigo (léase tradicionalistas) y dar apenas un par de cachetes a los que se mofan de la corrección paterna (léase abundantísima prole de progres heterodoxos), es una injusticia y una irresponsabilidad. Cuando un hijo se chotea de su padre, le desprecia, le ataca y le pone en evidencia delante del resto de sus hermanos y delante todo el mundo, si el padre se queda de brazos cruzados, todos pensarán que es un calzonazos y que no es capaz de educar bien a su descendencia.

Pues bien, algunos hijos de la Iglesia ya estamos HARTOS de que ella no se respete a sí misma, no discipline de forma mucho más tajante a los que hacen befa continua de sus enseñanzas, cumpliendo de esa forma lo que la Escritura y la Tradición le mandan que haga. Malo, muy malo es el pastor que permite que los lobos moren en el mismo prado que las ovejas. Mala, muy mala es la caridad que se usa como excusa para no defender la verdad y apartar la mentira de la senda de los hijos de Dios.

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