17.10.21

El visionario de sueños que predica la apostasía

Que nada ni nadie nos aparte de la senda de fidelidad al Señor. Que ningún inicuo disfrazado de siervo del Altísimo marque nuestro camino.

Esmeraos en poner por obra todas estas cosas que yo os prescribo. No les añadirás ni quitarás nada. Si entre vosotros surgiese un profeta, o un visionario de sueños, y te diera señal o prodigio, y, aun en el caso de que se cumpliera esa señal o prodigio que te había anunciado, dijera “vamos en pos de dioses ajenos -que no conoces-, y sirvámosles", no escucharás las palabras de ese profeta o vidente de sueños. Es que el Señor, vuestro Dios, os está probando para conocer si realmente lo amáis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. Seguiréis al Señor, vuestro Dios, le temeréis, obedeceréis sus preceptos, escucharéis su voz, le rendiréis culto y viviréis unidos a Él.

Y ese profeta o visionario de sueños deberá morir por haber predicado la apostasía contra el Señor, vuestro Dios, que os sacó del país de Egipto y te libró de la casa de la esclavitud, por querer apartarte del camino que te mandó seguir el Señor, tu Dios. Así quitarás el mal de en medio de ti.

Deut 13,1-6

No hay nada que añadir a la Revelación de Dios. No hay misericordia mayor que se nos conceda  la gracia de vivir cumpliendo sus mandamientos. No escuchemos los cantos de sirena de los farsantes que adulteran la fe de nuestros padres. Matemos en nuestra alma a aquellos que nos ofrecen seguir a otros dioses, que nos predican una apostasía que agrada al mundo y nos pone al borde del abismo de la condenación.

No llamemos sueño a la pesadilla de la indifelidad a Cristo. No llamemos sueño a la pesadilla de la adaptación del Evangelio a la deriva del mundo. No llamemos sueño a la pesadilla de llamar bien al mal. No llamemos sueño a la pesadilla y la farsa de creer que está en nuestras manos hacer un mundo mejor siguiendo las indicaciones del Gran Arquitecto y Príncipe de este mundo en vez de a través de la sumision de toda rodilla al Rey de Reyes.

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13.10.21

No ofendan más a Dios

«Muchos otros signos hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no han sido escritos en este libro. Sin embargo, éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre».
Jn 20,30-31

El 13 de octubre de 1917, hace hoy 104 años, cuando miles de peregrinos se encontraban en Fátima, se produjo el «Milagro del sol» llamado así porque se vio al sol temblar durante unos tres minutos en una especie de «danza». Tuvo lugar tras la última aparición de la Virgen María a los pastorcitos Jacinta, Francisco y Lucía, y tras haber anunciado que haría una señal «para que creyesen».

El mensaje final de la Virgen a Lucía fue:

«No ofendan más a Dios, Nuestro Señor, que está ya muy ofendido»

No ofendamos más a Dios pecando sin arrepentirnos. No ofendamos más a Dios despreciando la gracia que nos conduce a la conversión. No se ofenda más a Dios adulterando el Evangelio de Cristo. No se ofenda más a Dios convirtiendo la gracia en libertinaje. No se ofenda más a Dios facilitando la fornicación y el adulterio. No se ofenda más a Dios profanando la Eucaristía. No se ofenda más a Dios fomentando la idolatría. No se ofenda más a Dios reconstruyendo Sodoma y Gomorra. No se ofenda más a Dios profanando sus templos. No se ofenda más a Dios poniendo a la Iglesia de Cristo al servicio del Príncipe de este mundo. No se ofenda más a Dios negando el buen pasto de la sana doctrina al rebaño de Cristo. No se ofenda más a Dios dejando a los niños en manos criminales. No se ofenda más a Dios agasajando a los apóstatas. No se ofenda más a Dios encumbrando a los heresiarcas. No se ofenda más a Dios ignorando a su Madre. No ofendamos más a Dios siguiendo la senda de quienes desprecian y se burlan de la fe que fue revelada de una vez para siempre a los santos. 

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Laus Deo Virginique Matri

Luis Fernando Pérez Bustamante

15.11.20

Es hora de escribir un nuevo libro

Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.
Ap 21,5

Muchos somos los que, en determinados momentos de nuestras vidas, seguimos el ejemplo de la mujer de Lot y miramos atrás, ignorando el camino marcado por San Pablo:

… una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Fil 3-13-14

Atrás podemos dejar cosas buenas, malas, alegrías, penas, cruces, pecados, etc. Da igual. Ni somos todavía lo santos que Dios nos concede y conmina a ser, ni hay pecado al que no alcance la misericordia de Dios si partimos de la llanura de la impiedad hacia el monte del arrepentimiento.

Si estás herido, quebrantado, abatido o desolado, no te comportes como un perrillo que se lame las heridas y escucha la voz del que te dice: 

«Despierta, tú que duermes, álzate de entre los muertos, y Cristo te iluminará»
Ef 5,14

Si eres de Cristo, recuerda la enseñanza del apóstol:

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Cor 5,17

Cierra el libro de tu pasado y sé dócil al Espíritu Santo que te lleva a escribir el nuevo libro de tu vida entregada a Dios, conforme a la medida de fe que Dios te ha dado (Rom 12,3), “porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Jn 1,16).

Y Aquella que por su intercesión obtuvo de su Hijo la conversión del agua en vino, obtendrá para ti la alegría de estar presto y listo para las bodas del Cordero (Ap 19,7-9)

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Laus Deo Virginique Matri

Luis Fernando Pérez

12.11.20

¿Sabías que....? Reflexiones sobre la Escritura (I)

Versículos citados/comentados:

Juan 15,5b
… porque sin mí no podéis hacer nada.

Fil 4,13
Todo lo puedo en aquel que me conforta.

Fil 2,13
porque Dios es quien obra en vosotros el querer y el actuar conforme a su beneplácito.

1Co 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea de medida humana. Dios es fiel, y él no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas, sino que con la tentación hará que encontréis también el modo de poder soportarla.

1Jn 1:8-2,1
Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.

Rom 6:15-19
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Fil 2,12b
…trabajad por vuestra salvación con temor y temblor

Juan 2,5
Dijo su madre a los sirvientes: “Haced lo que él os diga".

Luis Fernando Pérez

3.11.20

Breves reflexiones (XIII)

El alma se embellece cuando por la acción de la gracia va haciéndose más fiel a la voluntad de su Creador.

El Universo no había sido creado y ya formabas parte del plan de Dios. ¿Pensarás acaso que hay algo de tu vida que no esté cubierto por su Providencia?

Esa cruz que tanto te pesa aligera tu alma del apego a todo lo que te puede alejar de Dios.

Madre de Cristo, Madre mía, madre bella, madre santa, madre Inmaculada y reina de mi alma, no dejes que me aparte del fruto bendito de tu vientre.

Alcánzame Dios el don de perderme en ti en esta vida para hallarme con ti en la eternidad.

Como las lágrimas de Cristo ante la tumba de Lázaro prologaron el milagro, lás lágrimas que derramas por la cruz y las pruebas que Dios te regala son preludio de tu resurrección.

Si se agota la fuente del gozo en tu Señor, la Madre te obtendrá del Hijo el vino nuevo de Caná que alegre tu espíritu.

Sed inagotable de santidad. Fuente de gracia para beber y saciarse. Eso debe ser la vida cristiana.

Y tú, amor mío, que volaste a la presencia del Señor, ¿no habrás de velar por mí cuando contemples su gloria cara a cara?

Ama a quien ama a Dios si quieres fundar un hogar cristiano y criar hijos para extender su Reino.

Luis Fernando Pérez

Breves reflexiones (XII)
Breves reflexiones (XI)
Breves reflexiones (X)
Breves reflexiones (IX)
Breves reflexiones (VIII)
Breves reflexiones (VII)
Breves reflexiones (VI)
Breves reflexiones (V)
Breves reflexiones (IV)
Breves reflexiones (III)
Breves reflexiones (II)
Breves reflexiones (I)