El perdón

Evangelio del jueves de la decimooctava semana del Tiempo Ordinario:

Acercándose Pedro a Jesús le preguntó: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido.
Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste.¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».
Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.
Mat 18,21-35.19,1.

El perdón no es una opción para el cristiano. Es un deber. Se ve claramente en la oración que el Señor nos enseñó, el padrenuestro, que incluye la afirmación del perdón a quienes nos ofenden.

Cristo explica la razón de la obligación de perdonar. El Padre nos perdona todo. Por tanto, no podemos no perdonar todo. Y el Señor va más allá. Advierte de las fatales consecuencias de no hacerlo.

Como quiera que para toda obra buena salvífica requerimos del auxilio de la gracia de Dios, debemos implorarla cuando nos encontramos en situaciones donde nos resulta muy difícil, por no decir humanamene imposible,conceder el perdón. No desesperemos si no podemos perdonar durante un tiempo. Simplemente pidamos a Dios que nos conceda el don de poder hacerlo.

Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

Luis Fernando

4 comentarios

  
Sergio Sanchez Carballido
Cómo usted mismo ha dicho el perdón es un don que debemos pedir insistentemente a Dios. Y más en estos tiempos. Al final mi Inmaculado Corazón triunfará.
18/08/17 12:30 AM
  
JUAN NADIE
Como puede apreciar no comento habitualmente, pero es que esta vez creo que usted comete un error, probablemente por simplificación en un asunto complicado como el perdón.
Usted dice: "El Padre nos perdona todo. Por tanto, no podemos no perdonar todo" pero ese TODO es excesivo. Por ejemplo, si un asesino etarra sale de la cárcel y se va a vivir a su mismo bloque, usted tiene obligación del perdón cristiano, que consiste exactamente en no odiar, y en orar por los que nos hacen daño como dijo Cristo y no devolver mal por mal. Y ya está. No hay obligación de mas y si usted afirma otra cosa o miente o esta equivocado.
Ese TODO que usted afirma no es obligatorio. Usted podría eludir el saludo al asesino, sin ningún tipo de remordimiento.
Le pongo otro ejemplo. ¿Si hay que perdonar TODO como usted dice como es que el código de derecho canónico permite a un cónyuge, suspender la convivencia a perpetuidad si su esposo comete adulterio?
Si fuese TODO como usted dice la Iglesia, desde hace cientos de años, no podría permitir eso y sin embargo lo hace.
Yo se que es usted bien intencionado, pero en estas cosas también hay que ser riguroso. Lo otro es caer en falsa misericorditis.
La Iglesia, y Dios por tanto, no obligan a dar lo que no se puede dar, y por eso permiten que un conyuge ofendido pueda repudiar de facto (aunque no casarse) al marido ofensor. Y eso evidentemente no es el TODO usted expone.
18/08/17 11:04 AM
  
doiraje
Actualmente tengo un conflicto con un vecino, o más bien parece que lo tiene él conmigo. Hace una semana mantuvimos una discusión muy fuerte, y el resultado fue que me agredió. Por supuesto, de inmediato fui al cuartel de la Guardia Civil a interponer la correspondiente denuncia.

Al domingo siguiente me confesé de mis pecados en relación con este vecino, distinguiendo lo que me correspondía a mí, y por tanto confesaba, y lo que no me pertenecía, pues los pecados nunca ocurren descontextualizados, aunque siempre poseen una responsabilidad clara en su comisión, salvo en condiciones excepcionales.

Como le dije en confesión al sacerdote (un sacerdote verdaderamente santo -doy gracias a Dios por proporcionármelo, tras una desoladora sequía de sanos referentes o una proliferación de antirreferentes-), estoy deseando quitarle la denuncia, pero antes debe dar el denunciado una mínima señal o gesto de un cambio de actitud. Si no lo hace, le mantendré la denuncia, y procuraré que resulte condenado (la condena en cualquier caso será muy leve, si es que se produce alguna).

El sacerdote me impuso como penitencia rezar dos misterios del rosario por este hombre. Y sigo rezando hoy por su conversión, pues más allá de su orgullo que propicia el conflicto, es también orgullosamente ateo o tal vez agnóstico. (Lo mío es peor en este sentido, pues soy creyente y no menos orgulloso).

Es muy difícil perdonar si el agresor no da signos al menos de un mínimo arrepentimiento, o de asumir una cierta (que no toda) responsabilidad en el mantenimiento del conflicto. Si no se dan estas mínimas señales, no cabe el perdón, ni Dios nos lo exige. Ni Dios le perdonará a su vez.
18/08/17 1:33 PM
  
Aurora
Estoy absolutamente de acuerdo con que hay que perdonar. Perfecto, pero la legítima defensa no sólo es moralmente buena sino necesaria. Perdón si, pidámoslo a Dios, de corazón, ya que estamos obligados, pero defensa y justicia también.
18/08/17 3:38 PM

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