Si alguien me sirve, que me siga

Evangelio del jueves de la decimooctava semana del Tiempo Ordinario:

En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la perderá, y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna.  Si alguien me sirve, que me siga, y donde yo estoy allí estará también mi servidor. Si alguien me sirve, el Padre le honrará.
Jn 12,24-26

¿Cuánto podemos llegar a vivir en este mundo? ¿20 años? ¿50, 80, 120? ¿y qué son todos esos años comparados con la eternidad? Si de lo que vivamos ahora va a depender nuestro destino eterno, ¿no será sabio apostarlo todo a la única carta que nos asegura una eternidad plena de felicidad?

Todos sabemos que vamos a morir -el cuándo solo lo sabe Dios- pero muchos se comportan como si esta vida fuera principio y fin de nuestra existencia. Eso en un ateo tiene sentido. En un cristiano, no.

Para estar con Cristo, y el Padre, en la eternidad, hay que seguirle y servirle ya en esta vida. Quienes le niegan hoy y en la hora de su muerte, solo le volverán a ver el día del juicio. Y a partir de entonces vivirán la eternidad condenados en el infierno. La atrición, tan denostada y despreciada hoy en día, cumple su papel en el plan de salvación del hombre. Necios son los pastores y maestros que contribuyen a burlarse del temor al infierno, por mucho que haya de ser el amor, y no el temor, lo que más nos atraiga al Señor.

Señor, concédenos el don de seguirte y servirte por el resto de nuestras vida. No permitas que el pecado nos aleje definitvamente de ti. Danos siempre la gracia de la conversión.

Luis Fernando

2 comentarios

  
Luz
Efectivamente.....¿que són 120 años, por ejemplo, comparados con toda la etenidad?...¡nada!.
Yo le pido a Dios ese dón del que tu hablas Luis Fernando y desde que estuve en Fátima el pasado més de mayo,siguiéndo uno de los consejos de la Virgen de Fátima,rezo por las personas que mueren ese día. ...porque si aLguien reza por ellas ¡pueden salvarse!. ¡Tan grande es la MISERICORDIA DE DIOS!.
Gracias por tu artículo!.Es un aliciénte para que lo cristianos sembremos la buena doctrina y para que no nos olvidemos de rezar unos por otros.
Un saludo
10/08/17 11:32 PM
  
José Luis
Servirse a Cristo no es lo mismo que servirse de Él para sí mismo, pues entonces significaría que se finge un amor al Señor. Pero el Señor que conoce claramente los corazones, sabe muy bien si verdaderamente hay amor, y mejor que fuese que sí, para no ser excluido de su compañía en el Reino de los cielos.
Dice San Agustín: Sirven a Cristo los que no buscan sus propios intereses, sino los de Jesucristo (1Jn 2,6), «Síganme», esto es vaya por mis caminos (San Agustín, Tratados sobre el Evangelio, 51,12).
Y es en el conocimiento de la Sagrada Biblia, que el Señor nos enseña los pasos que hemos de dar, para no equivocarnos y seguir a Cristo. Y en el caso de estar equivocado, de nuevo acudimos a la Sagrada Biblia, “Señor, ¿qué tengo que hacer? ¿Qué quieres que haga?", Y Jesús nos pide que nos neguemos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirle. Perseverar siempre en la Voluntad de Dios.
11/08/17 7:48 PM

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