Ama a Dios y cumplirás sus mandamientos

Dice la Escritura:

1ª Juan 5, 2-3
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados.

Juan 14, 15
Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.

Una de las interpretaciones más habituales que surgen cuando uno lee esos versículos es la idea de que amar a Dios consiste, básicamente, en guardar sus mandamientos. Es decir, si  yo hago esto… amo a Dios. Si no peco, amo a Dios. Si no mato, si no robo, si no cometo adulterio, etc, amo a Dios.

Pero la realidad es algo diferente. No se trata tanto de que haciendo algo amenos a Dios, sino más bien porque amamos a Dios, hacemos aquello que agrada al Señor.

El condicional “si amamos a Dios", “si me amáis", va delante, no después. No dice Cristo que si guardamos sus mandamientos le amamos. Más bien el amor que tenemos por el Señor fortalece nuestra voluntad, fortalece nuestra alma, para poder andar fielmente en sus caminos. Quizás lo veamos más claro en los Salmos:

Salmo 40,8
Hacer tu voluntad, Dios mío. Ése es mi querer, pues llevo tu Ley dentro de mí.

Salmo 119,24
Pues tus preceptos son mi gozo, y tus decretos, mis consejeros.

Salmo 119,35
 Encamíname por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.

Salmo 119,92
 Si tu Ley no fuese mi gozo, ya habría perecido yo en mi aflicción.

¿Por qué dice Juan que los mandamientos de Dios no son pesados? Porque quien ama a Dios, desea con todo su corazón cumplir su voluntad. Y de ese amor saca la fuerza para obrar y cumplir la ley divina, inscrita en el corazón y no en unas meras tablas de piedra.

De lo contrario, nos ocurriría como al joven rico: 

Marcos 10,19-22
Ya conoces los mandamientos: “no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio", no defraudarás a nadie", honra a tu padre y a tu madre".
-Maestro, todo esto lo he guardado desde mi adolescencia -respondió él.
Y Jesús fijó en él su mirada y quedó prendado de él. Y le dijo:
-Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme.
Pero él, afligido por estas palabras, se marchó triste, porque tenía muchas posesiones.

Solo encontraremos deleite en los mandamientos del Señor cuando estamos llenos de amor por Él. Y aunque ciertamente el grado de cumplimiento de sus mandatos dice mucho de nuestro amor por Dios, lo primero que debemos implorar del Señor es que ponga en nuestro corazón un amor sincero, profundo hacia Él. Al fin y al cabo, el primer mandamiento es “amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas”. De ese amor nace nuestra futura fidelidad, nuestra victoria sobre el pecado.

Luis Fernando Pérez Bustamante

12 comentarios

  
Juan Andrés
Es tan claro y tan simple que resulta increíble que se nos intente convencer de lo contrario o que sigamos pecando en tanto creamos que amamos a Dios en cualquiera de sus tres personas tomadas en forma aislada unas de las otras. En fin, son tiempos recios y a conmemorar los quinientos años del luteranismo. Señor Jesús, hijo de David, ten piedad de nosotros.
15/03/16 12:23 PM
  
Feri del Carpio Marek
Si no queréis morir de sed en este desierto, bebed la caridad. Es la fuente que Dios quiso poner aquí para que no desfallezcamos en el camino; fuente de que beberemos más abundantemente aún, cuando lleguemos a la patria.

«En esto se manifestó el amor de Dios por nosotros». Ved que nos exhorta a amar a Dios.¿Podríamos amarle si Él no nos hubiese amado primero? Si éramos perezosos para amarle, no lo seamos para corresponder a su amor. Él nos amó primero y ni siquiera así le amamos nosotros. Nos amó cuando éramos inicuos, pero destruyó la iniquidad; nos amó siendo inicuos, pero no nos congregó para obrar la iniquidad; nos amó estando enfermos, pero nos visitó para sanarnos. «Dios, pues, es amor.En esto se manifestó el amor de Dios por nosotros: en que envió a su Hijo único a este mundo para que vivamos por medio de Él.»

Entonces, os doy un precepto breve: Ama y haz lo que quieras. Si te callas, hazlo por amor; si gritas, también hazlo por amor; si corriges, también por amor; si te abstienes, por amor. Que la raíz del amor esté dentro de ti y nada puede salir sino lo que es bueno. (San Agustín, extractos de su séptima homilía sobre la primera carta de San Juan)
15/03/16 4:06 PM
  
Gregory
Es tan simple de entender que cada quien busca entender a su manera y como mejor le parezca, sin embargo es claro de manera que es importante tomarlo en cuenta.
15/03/16 6:59 PM
  
Liliana
Gracias por aclarar lo que debería estar claro.
Mucho daño ha hecho a la Iglesia esta confusión, dejar lo importante en segundo lugar y no poder ver, el grave error, que hace perder el impulso de la Gracia.
Nuestra Iglesia esta enferma de vanagloria, como el joven rico.
Cuando se dice creo en Jesucristo, pero se vive solo para este mundo, no se puede desprender de si mismo para ser secundario en toda la creación, como tampoco puede discernir si la palabra del hermano esta inspirada o no
Hoy la misericordia de Dios, nos invita a salir del pecado, en este caso, no ocupar el lugar del Autor y dueño de la Vida y del Amor.
Gracias por transmitirnos lo que el Espíritu Santo le dice, para animar, despertar y compartir la Fe.
15/03/16 7:11 PM
  
Dahrendorf
Pues muchos pastores, obispos y sacerdotes, suelen predicar lo contrario, esto es, que lo importante son las obras y que como haciendo las obras, se las hacemos a Jesús mismo, no hace falta preocuparse demasiado por si amamos a Dios ni qué fe tenemos, porque lo importante es la práctica. Al menos eso he entendido en muchas predicaciones. En una incluso el sacerdote dijo bien claramente que no le importaba lo que creyéramos o no creyéramos, que si estábamos cerca del necesitado, ya estábamos salvados.
Ya como opinión personal, cuánto daño ha hecho pensar que la santidad es como cuando los ciclistas suben una cuesta dura, a golpe de riñón. Más bien me parece que a base de riñones, caemos en la desesperanza. Y qué frecuente es que con respecto a los pecados que nos confesamos (que suelen ser los mismos, más o menos), nos contesten sólo que nos esforcemos más.
15/03/16 8:10 PM
  
susi
El hacer las cosas a base de riñones es pelagianismo, creo.
15/03/16 8:44 PM
  
Miguel García Cinto
Me parece que muchas veces se acentúa el amor al prójimo por encima del amor de Dios.
¿Amo a mi prójimo por si mismo? NO.
La respuesta la encuentro en el siguiente acto de caridad: " Dios mío, te amo sobre todas las cosas y al prójimo por ti, porque Tú eres el infinito, sumo y perfecto Bien, digno de todo amor. Quiero vivir y morir en este amor. Amén.

16/03/16 6:51 AM
  
Isabel
¿Amo a mi prójimo por si mismo? NO.
Y sin embargo hay gente que dice no creer en Dios y ama al prójimo, más que muchos que sí creen o al menos así lo dicen.
Me he encontrado con personas que dicen amar a Dios sobre todas las cosas, de comunión diaria, catequistas, responsables de grupos... y son extremadamente crueles con el prójimo, rozando sino cayendo en la psicopatía.
16/03/16 9:54 PM
  
Yo2
@Isabel.
Varias frases para encuadrar bien lo que dices, que ya es un mantra demasiado extendido:
1) Muestrame tu fe sin obras, que yo, a través de mis obras, te mostraré mi fe.
2) Imagina cómo serían estas personas crueles si además no recibieran la ayuda de los sacramentos... o cuan buenos podrían llegar a ser aquellos con la ayuda de la Gracia.
3) En general, ama al prójimo más la gente creyente o la no creyente? La Iglesia es santa, sus miebros no lo somos, pero nuestros frutos deberían de mostar cuan cerca estamos de la vid.
Un saludo el la Fe
17/03/16 11:11 AM
  
Isabel
Yo2:
Será un mantra pero al mismo tiempo una verdad muy grande, y por eso se habrá convertido en un mantra.
Que las personas buenas sin fe serían aún mejores con la ayuda de la gracia, no tengo ni la más mínima duda. Es así.
Y si esas personas crueles no frecuentaran los sacramentos, (me suena esa frase, la he oído en varias ocasiones durante cinco años), no sé si cambiarían mucho porque no creo que les sirvan, pero en caso de que algún efecto le hagan, sin duda serían asesinos en serie.

Saludos.

17/03/16 4:04 PM
  
Miguel García Cinto
Isabel:
Detecto que te gusta juzgar con mucha dureza y gratuidad, por lo visto conoces a personas de comunión diaria, catequistas, responsables de grupos.... y son extremadamente crueles con el prójimo, rozando sino cayendo en la psicopatía.
En la respuesta a Yo 2, argumentas que, si esas personas crueles no frecuentaran los sacramentos, no sabes si cambiarían mucho porque no creo que les sirvan, pero en el caso de que algún efecto le hagan, sin duda serían asesinos en serie.
Eres más dura que el Alcoyano, te aplicó este sainete futbolístico, por no mermar mi caridad con el prójimo.
Me reafirmo en lo expresado en mi comentario, esto es, "DIOS MÍO, TE AMO SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO POR TI......." Este acto de caridad lo expresa el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. ¿Lo conoces, lees y meditas? ¿Conoces, lees y meditas el catecismo mayor?
No mezcles churras con merinas, dejate de psicopatía y de asesinos en serie.
El Señor te bendiga y te guarde. Paz y Bien.
17/03/16 8:51 PM
  
Isabel
Miguel García Cinto.
Si decir la verdad es juzgar con mucha dureza y gratuidad a personas que yo he conocido, será así. Las he conocido y sé de personas que también las han conocido. Personas que actúan como auténticos fariseos: Muchas normas y ninguna caridad. Si tú no las has conocido ni las conoces, esa suerte que has tenido.

Tú dices que yo he dicho a Yo2 si esas personas crueles no frecuentaran los sacramentos, no sabes si cambiarían mucho porque no creo que les sirvan, pero en el caso de que algún efecto le hagan, sin duda serían asesinos en serie.

Y yo he dicho a Yo2Y si esas personas crueles no frecuentaran los sacramentos, (me suena esa frase, la he oído en varias ocasiones durante cinco años), no sé si cambiarían mucho porque no creo que les sirvan, pero en caso de que algún efecto le hagan, sin duda serían asesinos en serie.
Como ves al cambiar alguna palabra de la primera a la segunda persona del singular, le da cierta confusión al texto.

Como ves, dudo de que a ese tipo de personas les haga algún tipo de beneficio recibir los sacramentos, puesto que siguen con la misma crueldad. Si con los sacramentos son como son, sin ellos serían asesinos en serie. Creo haberme expresado bien.

Si soy dura con ellos, más duros han sido ellos conmigo y con otras personas, derramando su maldad gratuita sobre personas que nada les habían hecho y que venían muy heridas de la vida. Ese tipo de personas son las que les hacen mucho daño a la religión. Te lo puedo asegurar. Lo he oído desde pequeña.

Y por otra parte, me criticas por juzgar a esas personas crueles, pero tú me juzgas a mí.

Gracias por tus bendiciones. Igual para tí. Paz y Bien.
17/03/16 11:33 PM

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