Niño "medicamento"

NIÑO “MEDICAMENTO”

Pregunta

A la mayoría de la gente le ha parecido bien y un gran logro que un niño haya sido concebido de tal manera que pueda salvar su hermano de una grave enfermedad. Parece que la Iglesia no se alegra según algunas declaraciones episcopales y, sobre todo, de Mons. Sgreccia, que incluso ha hablado de “nazismo” en todo esto. Si no le es inconveniente me gustaría que escribiera algo sobre el tema…

Respuesta

Mons. Elio Sgreccia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, preguntado por el denominado “niño medicamento” nacido hace algo más de un mes en la capital andaluza, explicó que esta concepción comporta que se seleccionan los embriones y que muchos embriones que han sido eliminados, eran hermanos del que se ha dejado nacer. La Instrucción Donum Vitae, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, enseña que al embrión se le debe el respeto que corresponde a la dignidad personal. Indirecta, pero claramente, está diciendo que el embrión es un ser personal, es persona. Todos hemos sido embriones en un momento determinado de nuestro desarrollo homogéneo. La comprensión del ser personal debe entenderse desde una hermenéutica de la “continuidad” y no desde una hermenéutica de la “ruptura” que postula unos “saltos” ética y metafísicamente injustificables: “ahora es persona y un segundo antes no”. Esto es absolutamente indemostrable. Desde la perspectiva personalista cristiana hay que mantener que toda intervención terapéutica sobre el embrión ha de ser para bien del mismo, respetando su vida e integridad. Primum non nocere: lo primero no dañar. Es evidente que para la consecución del “bebé-medicamento” se han destruido otros embriones, seres personales, y esto es moralmente injustificable. Muchos se limitan a mostrar unos logros espectaculares pero ocultan a qué precio han sido obtenidos. Tal vez pueda parecer algo fuerte la alusión que hizo Mons. Sgreccia a Hitler a propósito del caso que nos ocupa. Mons. Sgreccia dijo:”Contiene una selección humana que recuerda a Hitler. De los otros no se habla". “Seleccionar: tú sí, tú no", ha dicho, para después añadir que se trata de un niño “criado para ser medicamento de otro". Yo creo que puso el dedo en la llaga. En el fondo, y a pesar de que muy pocos se atreven a decirlo, lo que se plantea con el aborto y con ciertas manipulaciones biomédicas, es la eugenesia. Un proceso de selección que sólo daría paso a la vida a los más sanos, a los más fuertes… Y, ¿acaso no era ésta la finalidad de muchas de las monstruosas intervenciones de Hitler? Ya va siendo hora que abramos los ojos y nos dejemos de hipocresías y eufemismos y digamos las cosas por su nombre. Desde una antropología cristiana y desde una antropología digna del hombre hay que decir que cada persona tiene un valor inmenso por sí misma y una dignidad intangible independiente de su mucha salud, fortaleza o cualquier otra valoración. Así, toda persona ha de ser querida por ella misma y no supeditar su vida a nada ni a nadie. El “niño-medicamento” no ha sido querido por sí mismo sino que su vida se ha finalizado para otra realidad.

2 comentarios

  
Luis Fernando
Alguien comparó el caso de este niño con el de los hijos concebidos en la nobleza con el único fin de asegurar la sucesión. Es decir, la persona planteaba que no puede ser totalmente inmoral que se busque un fin "benéfico" al concebir a un ser humano ya que eso es algo que se viene realizando desde mucho tiempo atrás.

Por supuesto, en lo del caso del bebé de Sevilla creo que lo peor es la eliminación de los otros embriones en base a una selección genética. Pero sí me gustaría saber cómo replicaría usted al argumento que he expuesto.
28/11/08 10:56 PM
  
Freman
Insulto desde el 213.37.221.30
29/11/08 12:55 PM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.