Vidi speciosam de Tomás Luis de Victoria: audición comentada
Después de abordar hace unos días la cuestión de la música sacra católica actual en sus líneas generales, quiero compartir hoy con ustedes un bellísimo ejemplo de lo que la Iglesia define como música sacra.
El vídeo del motete se puede ver en la portada de Infocatólica desde hace unos días (concretamente desde el día de la Asunción). En él aparece el texto latino con su “traducción simultánea”, junto con algunas explicaciones. Quizá muchos de ustedes ya lo hayan visto. No importa: en estas líneas encontrarán motivos para disfrutarlo todavía más.
Si a alguien le parecen un poco largas las palabras que siguen ahora, que no piense en todo lo que digo, sino en todo lo que he tenido que dejar de decir por no extenderme en exceso. Les aseguro que esta obra de Victoria, como tantos otros ejemplos de la verdadera música sacra, es un tesoro inagotable del que siempre se pueden sacar cosas nuevas y viejas.
El motete Vidi speciosam de Tomás Luis de Victoria (1548-1611) fue publicado por vez primera en 1572, dentro de su libro Motecta quae 4, 5, 6, 8 vocibus concinuntur. Litúrgicamente se trata del responsorio correspondiente a la primera lectura del primer nocturno de los Maitines de la Asunción de la Virgen María, según la ordenación del oficio divino previa a la reforma del mismo posterior al Vaticano II.
Para quienes quieran situarlo litúrgica y espiritualmente: la lectura a la que estaba primitivamente asociado era el comienzo del capítulo 1 del Cantar de los Cantares, donde entre otras cosas la Amada dice: