Ateo se convierte tras escuchar homilía de 45 minutos

(ECOS de la CAVERNA) Los treinta o cuarenta fieles que ocuparon sus bancos el domingo pasado en la parroquia de Santa Emerengarda, en el pueblo de Alcaudete del Melonar (Ciudad Real), no esperaban nada fuera de lo común. La Misa dominical, sin embargo, tuvo un desenlace insospechado que ha causado un gran revuelo en el pueblo.

El párroco de Santa Emerengarda, don Agapito (o “Gapi”, como prefiere ser conocido), acostumbra a pronunciar homilías que su anciana madre califica de “inspiradas”, pero uno de los feligreses describió como “inacabablemente eternas”.

En esta ocasión, junto a los parroquianos habituales se encontraba Fidhel M., de origen venezolano, que según parece sólo había acudido a la iglesia para agradar a su novia, Margarita R. “Aunque yo nunca he creído en esas cosas, pensé que si la acompañaba una vez me perdonaría por lo de Laura”, ha declarado Fidhel. “Ya le había explicado cien veces que fue su amiga la que me besó a mí, pero no había manera de que lo entendiera. Así que tuve que ir con ella a Misa”.

“Durante los primeros minutos, estuve pensando en mis cosas”, explicó el muchacho. “Pero, cuando vi que el tiempo pasaba y pasaba, la cosa comenzó a intrigarme”.

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