3.07.20

No discriminen a Dios

Escribo estas líneas, porque ya no puedo soportar el desprecio y la discriminación hacia Dios. Y esta discriminación (uso esta palabra porque es la que se emplea en todas estas cuestiones) causa más dolor cuando es propiciada por los propios miembros de la jerarquía eclesiástica. Sacerdotes de la diócesis de Río IV han apoyado el día del orgullo LGTBQI (y todo el alfabeto, porque cada vez le agregan una letra para incluir la nueva desviación sexual que aparece). La Provincia Franciscana S. Fco. Solano publicó una imagen promovida por la JUFRA (Juventud Franciscana), con los colores del arco iris diciendo «La fraternidad abraza la diversidad» (traducido significa: «ser fraterno es abrazar los actos homosexuales»).

El sacerdote de Río IV escribió en una red social que la Iglesia debe acoger a estas personas que son las más «vulnerables» de la sociedad, «perseguidas» y «oprimidas», y que debe pedirles perdón por el dolor que les ha causado. Y para ello argumentaba su postura citando el número 2358 del Catecismo de forma parcial. Obviamente los números 2357 (Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves -cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10-, la Tradición ha declarado siempre que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados» -Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8-. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso) y 2359 (Las personas homosexuales están llamadas a la castidad) son omitidos con toda la intención. A su comentario se unieron otros sacerdotes.

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24.06.20

La Virgen de Luján y del Pilar en el corazón de una parroquia de Varsovia

Małgorzata Wołczyk, periodista polaca, nos relata la historia de esta parroquia, con un alma muy hispanoamericana en el centro de su patria.

Polonia y España se encuentran en los extremos opuestos de Europa, pero siempre estarán en la Unión EUROPEA la real y verdadera que se remonta a Christianitas (Cristiandad) y no a la de Bruselas. Por eso, al visitar 39 catedrales en España, siempre me sentía como en casa. Del mismo modo, cuando visiten mi iglesia se sentirían como en casa. Estamos conectados por mucho más de lo que podemos asumir y todo por las mismas raíces, cultura, tradición y el esfuerzo de ser fiel.

Mi iglesia, de estilo neo-romanico, la que veo desde mi ventana, es un ejemplo exitoso de combinación de los elementos de las tradiciones polaca y la de Hispanidad. ¿Quién esperaría que Virgen de Luján descanse en el pintoresco rincón del distrito de Ursynów en Varsovia y convierta esta iglesia en un lugar que conecte polacohablantes con hispanohablantes?

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13.05.20

39 años del atentado contra Juan Pablo II: ¿la «pista búlgara» termina en Moscú?

Tal día como hoy, 13 de mayo de 1981, el asesino turco Alí Agca disparó a corta distancia contra Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro de Roma. Nunca la vida del Papa polaco corrió tanto peligro como entonces. De hecho, el médico Gabriel Turowski, que acudió a Roma para ayudar a Wojtyla en su convalecencia, aseguró que la bala que atravesó su abdomen no llegó a perforar la principal vena por tan sólo seis milímetros. De haberla seccionado, el pontífice se habría desangrado en cinco minutos y no habría llegado por tanto con vida al Policlínico Gemelli.

Por si fuera poco, la otra bala que impactó en un dedo del Papa se desplazó de su trayectoria de modo que no alcanzó la espina dorsal, lo cual podría haberlo dejado paralizado de cintura para abajo. Juan Pablo II se convenció al final de que la Virgen de Fátima, cuya festividad se celebra también hoy en todo el mundo, le salvó la vida aquel día tan aciago.

Desde entonces, se han barajado numerosas hipótesis sobre quién estuvo en realidad detrás del atentado más grave sufrido por el pontífice en sus casi veintisiete años de pontificado.

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29.03.20

Algunos apuntes para la celebración de la misa sin fieles ni ministros

«A causa de la situación totalmente excepcional que estamos viviendo, desde hoy, víspera del III Domingo de Cuaresma, quedan suspendidas todas las celebraciones públicas de la Eucaristía con la participación de los fieles, también la dominical. Los sacerdotes saben que han de celebrar diariamente la Misa ofrecida por todos los enfermos y por quienes los atienden. (Carta del Cardenal Osoro a la Diócesis de Madrid, 14-03-2020)»

Las circunstancias actuales nos obligan a celebrar la Misa sin la asistencia de pueblo, ni de ministros (o sea, alguien que asista al sacerdote que celebra), ni de otros concelebrantes. Veamos algunos aspectos positivos de la espiritualidad litúrgica que nos pueden servir para participar de vida trinitaria y de la comunión de los santos de una manera plena, consciente y activa.

¿Estáis dispuestos a presidir con piedad y fielmente la celebración de los misterios de Cristo, especialmente el sacrificio de la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación, para alabanza de Dios y santificación del pueblo cristiano, según la tradición de la Iglesia? Sí, estoy dispuesto (Pontifical romano, ordenación de los presbíteros, promesa de los elegidos).

La naturaleza del sacerdocio ministerial, que in persona Christi, ofrece el sacrificio y preside al pueblo santo nos urge a celebrar con piedad y fidelidad. Ante la imposibilidad de la reunión de la asamblea el sacerdote tiene más tiempo para la pastoral de la oración y la alabanza. Nuestro ministerio introduce en la Trinidad el hoy de la Iglesia. La celebración litúrgica nos une a la eterna oración que el Hijo realiza al Padre en el Espíritu Santo. Vivir la Misa desde este primado trinitaria nos urge a su celebración diaria. En estos momentos difíciles el Padre escucha la oración del Hijo para enviarnos el Espíritu Santo que hará tiempo de salvación nuestra historia presente.

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26.02.20

Jóvenes chilenos restauran iglesia vandalizada y animan a no tener miedo a los violentos

Durante la mañana del sábado 22 de febrero un grupo de jóvenes católicos se reunió en las afueras de la Iglesia de los Santos Ángeles Custodios, ubicada en Santiago de Chile, la cual data del siglo XIX y que en el año 1990 fue declarada monumento histórico nacional, con el fin de pintar la fachada del templo. Este había resultado afectado con múltiples rayados por actos vandálicos en el contexto de crisis del orden social que está ocurriendo en ese país desde octubre del año pasado.

Los jóvenes, en conjunto con algunos feligreses, el coordinador parroquial y con el permiso del párroco Pbro. José Agustín Tapia Rodríguez, se organizaron para comprar los materiales necesarios para devolver la dignidad al templo, y mientras lo hacían algunos transeúntes se manifestaban en contra de la restauración alegando que los rayados del templo correspondían a «expresiones de arte popular» e «históricas». Esta hostilidad no impidió que con algunos se intentase entablar un diálogo constructivo que lamentablemente no fue fecundo.

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