(276) San Rafael, ¿“excesivo cuidado” con la Eucaristía? (con reflexión del p. Carlos Spahn)
¡Ay del mundo por los escándalos! Es inevitable que haya escándalos; pero ¡ay del que los provoca! (Mt. 18,7)
Los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los buscan de manera razonable, están dispuestos correctamente y la ley no les prohíbe recibirlos. (Cód. de Derecho Canónico can. 843 § 1; cf. lata. 915)
Por lo tanto, cualquier católico bautizado que no esté impedido por la ley debe ser admitido en la Sagrada Comunión. Por lo tanto, No es lícito negar la Sagrada Comunión a ninguno de los fieles de Cristo únicamente por el hecho de que la persona desea recibir la Eucaristía de rodillas o de pie. (Instr. Redemptionis Sacramentum, 91)
“Cuando no se tiene a Cristo como único Señor a Quien vale la pena servir, se sirve a señores que dan pena" (Mons. León Kruk, fundador del Seminario)
Hace unas semanas una gran parte de la Iglesia en Argentina viene sufriendo una persecución que no por esperable o repetida duele menos, y que ya no se queda en la desacralización de la liturgia (porque ésta ya de facto parece abolida en muchos sitios), o en el desprecio de los templos (convertidos en alojamientos “generosos” para fantasmas enfermos de Covid que nunca llegan), sino que apunta directamente al corazón: a sus sacerdotes y a Nuestro Señor Sacramentado.