(248) Súplica a San Pío V en tiempos de apostasía

SPíoV y SIgnacio“Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad […] No dejan de interceder por nosotros ante el Padre […] Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad“  (Lumen Gentium, 49)

En tiempos de “turbulencia”, tanto para quienes emprenden viajes aéreos como para todos los que espiritualmente buscamos llegar al Cielo a través de este valle de lágrimas, lo fundamental es ante todo, no perder la serenidad, para nada reñida con la comprensión lúcida de la gravedad de esos momentos.  

Y la serenidad, el don preciado de la paz interior, es prácticamente imposible para un cristiano si no se practican las virtudes teologales. En el ejercicio de ellas, la conciencia de la Comunión de los Santos juega a nuestro juicio un papel fundamental.

En efecto, los santos sostienen efectivamente nuestra esperanza enseñándonos a través de sus vidas la eficacia de la caridad para cambiar el rumbo de la historia, venciendo una y otra vez a la muerte y al pecado.  Esto era lo que sintetizaba un sacerdote amigo al decir:  “lo importante es que recemos mucho y pongamos al Cielo todo a rezar”.

Me pregunto yo también, entonces, hasta dónde aprovechamos este don infinito de intercesión, pidiendo y rogando insistentemente, “bombardeando” sin cesar no sólo a Nuestro Señor y a Su Madre Santísima, sino a los ángeles y a cada uno de los santos “amigos” por las innumerables necesidades que hoy aquejan al mundo y a la Iglesia…

Cuando todo entonces parece hacernos desviar la mirada y quedarnos sólo con lo que pasa “aquí abajo”, es urgente procurar y aumentar el trato de amistad con quienes ya no pueden errar, porque tienen ante sus ojos al “Sol de Fuego” que enamora. Es lo que nos aconseja S. Francisco de Sales; “no mantengas amistad sino con las personas con las que convivir pueda ayudarte, y cuanto más perfectas sean estas relaciones, tanto más perfecta será tu amistad”.

En este día de San José Obrero, pues, modelo de trabajador por el Reino de Cristo, comparto una preciosa oración a San Pío V, “el papa de las grandes batallas” a quien celebramos en el día de ayer, compuesta por un miembro de su Orden, para que se multipliquen más y más nuestros ruegos y amistad con tan egregio modelo de fidelidad a Cristo y a la Esposa.

¡Demos gracias por tan santos pontífices que nos ha regalado la Divina Providencia para nuestra fortaleza, ejemplo y consuelo!

Oración a San Pio V

Insigne San Pio V, que has sido digno de ser llamado Espada de San Miguel Arcángel, a Vos recurrimos en estos tiempos de apostasía de la fe que parecen los últimos de la Iglesia Militante, necesitamos como otrora cruzados aguerridos que tengan en el corazón el Santo Sacrificio del Altar, como yelmo de sus cabezas la Suma Teológica, como arma el Santo Rosario de la Auxiliadora de los Cristianos y por estandarte la perenne Tradición de la Iglesia.

Ilustrísimo San Pio V, Vos que siendo fraile de la ínclita Orden de Santo Domingo fuiste un santo spiovinquisidor, intercede por nosotros para que, llenos del celo de Dios, odiemos el pecado y amemos a los pecadores. Haz que sepamos juzgar al mundo como dice San Pablo y que no caigamos en juicios temerarios como nos advierte Cristo al decir ¡No juzguéis!

Doctísimo San Pio V, enséñanos a amar y practicar la obra de misericordia más grande que es trasmitir la perenne Doctrina Católica, la única Verdad que nos Salva de la condenación eterna a la cual nos lleva el pecado cuando seguimos las tentaciones de nuestros tres enemigos, nuestra naturaleza caída, la idolatría del mundo y los engaños de las huestes satánicas.

Sapientísimo Pastor Supremo San Pio V, Vos que procuraste que los sacerdotes atesoren en su inteligencia la doctrina de Santo Tomas de Aquino nombrándolo Doctor Universal y diste a todos los fieles tu Catecismo como arsenal contra la herejía luterana, no permitas que hoy el modernismo les haga creer a unos y a otros que la doctrina cambia rechazando así a Jesucristo que es “el mismo ayer como hoy y para siempre”.

Angélico San Pio V, que has legado a tus sucesores la vestidura blanca de tu hábito, ruega por los sacerdotes en estos tiempos en que la lujuria y sodomía tiene esclavizados a tantos. Desenvaina tu espada para castigar a los que no se convierten para que así los sacerdotes resplandezcan en la tierra como Cristo, siendo varones, célibes y santos.

Devotísimo San Pio V, que has convocado una cruzada contra la invasión islamita de Europa haciendo confesar y rezar el Rosario a todos los soldados y lograste una victoria milagrosa de Nuestra Señora de Santo Rosario. Hoy recurrimos a ti para que intercedas y tomemos tu ejemplo en la invasión mucho más grave de Europa y el mundo entero ya no solo de la herejía mahometana, sino también del sionismo y de sectas pseudocristianas; así también hoy recurrimos a ti para que intercedas y tomemos tu ejemplo en la invasión dentro de la Iglesia del “ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo, y la masonería, madre común de todas ellas”.

Piadosísimo San Pio V, que codificaste la Liturgia de la Santa Misa conservando todos los Misales antiguos como el de nuestra Orden, intercede hoy para que nuestros obispos y sacerdotes abandonen esa estrechez de mente que no permite que brille toda la belleza de los muchos Ritos de la Santa Iglesia. Ruega por los Sacerdotes para que uniéndose piadosamente al Santo Sacrificio del Altar sean causa de santificación de muchos.

Santísimo Vicario de Cristo, si el primer Papa fue corregido severamente por tener su pensamiento en el mundo y no en Dios y necesitó una fuerte reprensión de San Pablo porque permitía la herejía judaizante, ¿qué será de los papas de los tiempos finales si son zarandeados por Satanás como Cristo predijo a Pedro?

Te pedimos por el que hoy es sucesor de Pedro para que nos apaciente con la sabiduría, claridad y firmeza del que es la Verdad y Único Pastor de nuestras almas, Cristo Nuestro Señor. Amén.


Fray Guido Casillo OP

7 comentarios

  
pacomio
San Pio V erigió la primera Diócesis en territorio argentino, Santiago del Estero.
01/05/19 1:45 PM
  
hornero (Argentina)
Excelente oración, santa, ortodoxa y piadosa, que patentiza el extremo mal que aqueja a la Iglesia y a la humanidad por la acción destructora del demonio “en estos tiempos de apostasía de la fe que parecen los últimos de la Iglesia Militante”. Nos recuerda a San Luis de Montfort, su vehemente “necesitamos como otrora cruzados aguerridos que tengan en el corazón el Santo Sacrificio del Altar, como yelmo de sus cabezas la Suma Teológica, como arma el Santo Rosario de la Auxiliadora de los Cristianos y por estandarte la perenne Tradición de la Iglesia.”

Después de casi cuatrocientos cincuenta años de su muerte, (1 de mayo de 1572), siete meses después de la batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571), es un faro que alumbra el descalabrado terreno de la Iglesia. Desde entonces, la Virgen ha mostrado repetidas veces su intervención extraordinaria en defensa de la Iglesia. Pero es en nuestros tiempos, de modo específico en Fátima, en los que nos ha revelado que “Al fin triunfará Mi Corazón Inmaculado”, lo que nos introduce definitivamente en los tiempos escatológicos descriptos por el Apocalipsis. Bajo esta luz, nos permite entender el porqué de sus actuales manifestaciones extraordinarias en diversas partes del mundo. María se anuncia como Aurora que ilumina al mundo con la Luz de la Gloria de Cristo que se aproxima al horizonte de la historia, de la Iglesia, de la humanidad y del universo todo.
Es verdad que hay resistencia en aceptar tales Mensajes de esperanza, porque el demonio ha empleado la escaramuza de los barcos en la guerra, cubriendo la Iglesia con una espesa humareda que le impide ver y movilizarse. Casi nadie se anoticia de lo que ocurre, de que ha llegado el Día, como afirma Jesús en San Nicolás, que “a la maldad debéis pisarla y la destruiréis” (idem). Por esta ceguera, ha podido prosperar el NOM. Pero han llegado los tiempos finales y felices que nos permiten vivir con esperanza encendida la caída de la Babilonia y que sea aniquilado el anticristo y sus secuaces por la Victoria de María y de su ejército de la milicia angélica, de los santos y de los hijos fieles que peleamos bajo su conducción.
Qué más podíamos esperar en nuestras vidas, aplastadas tantos años por la Babilonia, que el anuncio gozoso del triunfo de la Virgen y de Cristo, , del anuncio a plena voz por María, de esta preparación del camino al retorno de Cristo en su Segunda Venida, para lo cual nos participa a Cristo que se manifiesta a fin de que “nosotros nos manifestemos con Él en gloria” (Col 3,4).
Así, aún bajo la sombra que oculta este gran misterio, podemos obrar de modo eficaz conforme al llamado de Cristo y de Su Madre en esa “restauración de la armonía primitiva” (Pío XII, Mensaje de Navidad 1957), en ese advenimiento del “nuevo paraíso terrenal” (P. E. Gobbi). “En este día de San José Obrero, pues, modelo de trabajador por el Reino de Cristo, comparto una preciosa oración”. ¡Que sea escuchada, que retumbe en el cielo y en la tierra!
01/05/19 4:32 PM
  
Ricardo de Argentina
"Santísimo Vicario de Cristo, si el primer Papa fue corregido severamente por tener su pensamiento en el mundo y no en Dios y necesitó una fuerte reprensión de San Pablo porque permitía la herejía judaizante, ¿qué será de los papas de los tiempos finales si son zarandeados por Satanás como Cristo predijo a Pedro?"
---

Para pensar en este día en que no se trabaja.
01/05/19 4:48 PM
  
María Alejandra
Gracias, María Virginia, por compartir esa magnífica oración. Como usted pretendía, a mí me ha procurado consuelo, fortaleza y ejemplo. Y seguro que también a otros muchos. Necesitamos orar y pedir a la Virgen María, a los ángeles y a los santos toda la intercesión posible para que nos ayuden a perseverar en las tres virtudes teologales y a practicar todas las obras de misericordia. Son tiempos muy difíciles y necesitamos apoyarnos mutuamente todos los creyentes, los del Cielo y los de la tierra, para que nos arrastren las corrientes del mal en cualquiera de sus formas. No deje de escribir e iluminarnos. Que Dios la bendiga a usted y su familia.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío.
Dulce Corazón de María, sed nuestra Salvación.
------------------
V.G.:Demos gracias a Dios!
03/05/19 3:40 PM
  
Raquel D. Catequista
Gracias por la Oración. Muy oportuna. No la conocía. Los santos intuyeron los sucesos por venir...
Y, no podemos tapar el sol con la mano.
Es tiempo de " turbulencias ", lo dijeron los dos papas anteriores! y León XIII y los Píos, antes del Vat II. Entonces?... Lo dijo y dice Nuestra Madre del Cielo.
Acaso, pretende el de la posada del fin del mundo, que aceptemos como "normal" este tiempo de historia de La Iglesia en que Todo ha cambiado ( tengo 80 años) y nos dicen que nada ha cambiado? Por Dios!
Iglesia Nueva, santos nuevos, ritos nuevos... curas nuevos, progre-modernistas y hasta marxistas? Pastoral sobre Fe... Qué más viene?... El Fin! Oremos, en unión con La Iglesia del Cielo!
04/05/19 3:39 PM
  
Nieves Rosana Ibañez
Gracias, bella oración.
08/07/19 5:08 AM
  
WALDEMIR GARCIA
AMÉN!
30/04/22 6:41 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.