El paraíso, ¿cuento de hadas?

Hawking, al reconocer el postulado ético de no hacer el mal y de obrar el bien y de amar a nuestros semejantes, implícitamente muestra la presencia, a veces escondida, de un Dios justo y bondadoso que inspira nuestra conciencia como un faro luminoso para esta vida y que al mismo tiempo garantiza la justicia y la bondad, ya ahora y de manera más definitiva después de la muerte

El famoso astrofísico británico, Stephen Hawking, ha vuelto a sorprender a la opinión pública con una entrevista publicada en “The Guardian”, el 16 de mayo de 2011, en la que declaraba que el paraíso es un cuento de hadas (“fairy story”) para la gente temerosa de la muerte. No es la primera vez que Hawking hace este tipo de declaraciones. Aunque en pasado reciente se declaraba creyente, no hace mucho afirmó que el universo se explica por sí mismo sin necesidad de acudir a la creencia en el Dios Creador.

Muchas personas ateas materialistas piensan lo mismo, pero el caso de Hawking llama mucho más la atención por ser un científico reconocido, como director de investigación y ex catedrático de matemáticas aplicadas y física teórica de la Universidad de Cambridge. Pero además, Hawking desde la edad de 21 años, padece la enfermedad neurodegenerativa incurable, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que le obliga a estar permanentemente inmovilizado en una silla de ruedas sin apenas poder moverse. Para comunicarse utiliza un sofisticado programa computarizado. He aquí su reciente declaración:

"He vivido con la perspectiva de una muerte prematura durante los últimos 49 años. No tengo miedo de morir, pero no tengo prisa por morirme. Es mucho lo que quiero hacer antes. Yo considero al cerebro como una computadora que dejará de funcionar cuando fallen sus componentes. No hay paraíso o vida después de la muerte para las computadoras que dejan de funcionar, ese es un cuento de hadas de gente que le tiene miedo a la oscuridad".

Llama la atención que Hawking no admite ni la existencia de Dios ni la del alma y rechaza la realidad de vida después de la muerte y, sin embargo, afirma que, a pesar de las nubes obscuras que se ciernen sobre su futuro, goza de la vida más en los últimos años. No tiene miedo a la muerte, ni tampoco tiene prisa en morir, ya que quiere hacer todavía muchas cosas. Incluso enfatiza la necesidad de “cumplir nuestro potencial en la tierra haciendo buen uso de nuestras vidas”. Respondiendo a la pregunta sobre cómo debemos vivir, afirmó: “Debemos buscar el valor más grande de nuestra acción”.

La opinión de Hawking, como las de todo ser humano, merece todo respeto, pero al mismo tiempo su posición intelectual no es del todo coherente. Tampoco lo fue cuando rechazó la creación de Dios, al mismo tiempo que afirmaba la existencia de los principios de la naturaleza que rigen el universo. Dejó sin respuesta la pregunta ¿Quién ha dado origen a esos principios? ¿Acaso son eternos o han surgido de la nada?

De igual manera ahora el principio ético, afirmado por Hawking, de “buscar el valor más grande de nuestra acción”, implica el rechazo de la actitud egoísta de buscar sólo el bienestar propio, aun a costa de perjudicar a otras personas. Pero por ello cabe preguntarle: ¿Por qué el hombre debe esforzarse en hacer el bien? ¿Por qué hemos de sacrificarnos a favor de otras personas? Si Dios no existe y no hay ninguna esperanza sobre el más allá de la muerte, ¿qué sentido tiene la vida? Ha habido personas ateas que ante ese vacío de sentido han preferido suicidarse: “Si tenemos que morir no vale la pena vivir sin ninguna esperanza”.

Por ello creemos que Hawking, al reconocer el postulado ético de no hacer el mal y de obrar el bien y de amar a nuestros semejantes, implícitamente muestra la presencia, a veces escondida, de un Dios justo y bondadoso que inspira nuestra conciencia como un faro luminoso para esta vida y que al mismo tiempo garantiza la justicia y la bondad, ya ahora y de manera más definitiva después de la muerte. Por ello la existencia del “paraíso”, independientemente de cómo se interprete, lejos de ser un fantasioso cuento de hadas, tiene un fundamento en la misma conciencia humana, acreditado por la razón y confirmado por la revelación cristiana.

 

P. Miguel Manzanera, SJ, miembro de la Comisión de Doctrina de la Conferencia Episcopal de Bolivia

7 comentarios

Cayetano Ripoll
Veo que no entiende como puede existir la moral sin un dios, sin embargo se puede demostrar que existen los comportamientos morales pero lo que no se puede demostrar es que exista algún tipo de dios. La génesis y funcionamiento de la moral se puede explicar perfectamente sin necesidad de un dios, la génesis y funcionamiento de la conciencia se puede explicar sin la necesidad de un dios y el funcionamiento del universo tampoco necesita de un dios para ser explicado; en cuanto a su origen no está todavía claramente determinado, pero, de tenerlo, también existen explicaciones plausibles que no necesitan de un dios.

Usted puede creer o no creer, es su derecho como ser humano, pero quedando bien entendido que su Dios es un añadido que usted elige superponer a una realidad que no lo necesita para ser explicada,

P.S.: En su uso de "principios de la naturaleza" llega usted a resultados equivocados porque parte de un supuesto erróneo. En la naturaleza no existen "leyes" por más que se las llame así, esto forma parte de una herencia terminológica decimonónica, sino patrones que se han obtenido observando determinadas regularidades que se producen en algunos sistemas que comparten características similares y que se pueden considerar aproximaciones a la realidad tanto más fiables cuanto mayor sea su valor predictivo.
10/06/11 6:41 PM
Luis López
"Si no se suicida, el ateo no tiene derecho a creerse lúcido"

(Nicolás Gómez Dávila. "Escolios a un texto implícito")
10/06/11 8:49 PM
jorge
Cayetano

La génesis de la conciencia y su funcionamiento no necesitan para su explicación de Dios, de acuerdo

La operación del universo tampoco, de acuerdo.

Pero la moral si necesita de un Dios, de lo contrario se convierte en un sistema formal de conceptos y definiciones que terminan siendo incompletos en el sentido de Goedel. Los sistemas morales modernos, en su mayoría agnósticos, llevan rastros del imperismo inglés, aunque lo nieguen.

La demostración está en la conversación entre Jesús y el joven rico. Éste cumplía con todos los preceptos de su sistema moral, es decir los Mandamientos. Pues bien, Jesús simplemente le dijo que su sistema era incompleto:

"Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme" Marcos 10, 17-22.

Así, el sistema moral se cierra con la presencia de Jesús, a quien hay que seguir.

Cualquier otro sistema moral, como los actuales, son tan incompletos como los Mandamientos. Sólo aquél que incorpore al Dios revelado a través de su Hijo, se torna completo, para la felicidad del hombre.
11/06/11 3:33 AM
josé
si hace el bien y evita el mal se salvará.
11/06/11 12:30 PM
Cristóbal
"El que cree en Mí se salvará, y el que no se condenará" (Jesús de Nazaret)
11/06/11 5:34 PM
Cayetano Ripoll
Respuesta a Jorge:

Cierto, los sistemas morales actuales parten principalmente del humanismo en sus dos vertientes (contrapuesto y unido al cristianismo) pero han sido muy influenciados por los resultados prácticos de la ciencia, de ahí esos "rastros" que usted apunta de empirismo y de ahí también su tendencia al agnosticismo; lo que es una precisión muy acertada ya que la mayoría lo confunde con el ateísmo.

Sin embargo, yo no he intentado establecer en ningún momento juicios en cuanto al valor o compleción de los sistemas morales, que es lo que me contesta, sino que he afirmado la capacidad poseemos de describir su origen y explicar su funcionamiento.

En este sentido la moral puede explicarse como las normas que son adecuadas para el funcionamiento del grupo y que deben ser cumplidas por sus miembros, entendiendo que esta obligatoriedad de cumplimiento puede ser establecida de diversos modos y con diferentes grados de rigidez dependiendo del grupo que se considere.

En cuanto a su origen, sistemas pre-morales(*) se encuentran presentes en otros primates, como los chimpancés, lo que apunta en el sentido de que deben poseer una gran antigüedad. En el mismo sentido apunta el estudio de comportamientos más simples como la empatía, base fundamental de cualquier sistema moral, y que se encuentra ya presente (ha sido demostrada experimentalmente) en ratas de laboratorio y está muy desarrollada en chimpancés (hasta el punto de ser capaces de compadecerse y de engañar).
11/06/11 9:14 PM
javier
Algun día Hawking descubrirá que en el alma tmabién hay agujeros negros
20/06/11 3:53 PM

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