Aborto. Salvemos nuestra alma

Dice Rajoy que si gana las elecciones de 2012 dejará la legislación del aborto tal y como la aprobó el primer Gobierno de Felipe González Márquez a mediados de los ochenta, afirmación que habrá provocado el mismo entusiasmo entre sus principales colaboradores, abortistas todos, que decepción en los votantes que todavía creían que el PP defiende el derecho a la vida.

Las declaraciones de Mariano Rajoy suelen pertenecer al reino de la ambigüedad salvo cuando acude a los micrófonos de la cadena SER, emisora que no escucha absolutamente ninguno de sus votantes y lugar en el que se sincera todo lo que un político puede hacerlo sin que en la profesión le acusen de deslealtad corporativa. Así ha ocurrido en la reciente visita del líder del PP a la radio todavía propiedad del grupo Prisa, al menos en lo referido a un tema que para muchos tiene una importancia toral: el aborto.

Dice Rajoy que si gana las elecciones de 2012 dejará la legislación del aborto tal y como la aprobó el primer Gobierno de Felipe González Márquez a mediados de los ochenta, afirmación que habrá provocado el mismo entusiasmo entre sus principales colaboradores, abortistas todos, que decepción en los votantes que todavía creían que el PP defiende el derecho a la vida.

Como es bien sabido, la primitiva ley fue un coladero que convirtió a España en el abortorio de Europa, discutible galardón que por lo visto Rajoy quiere recuperar para nuestro país. En última instancia, lo único que hace la reforma aprobada por Zapatero es otorgar carta de naturaleza legal a una situación de hecho, el aborto libre y a cuenta del Estado, que ya preexistía desde los inicios de la ley que Rajoy ha situado como el epítome de su proyecto centro-reformista para la sociedad. Por tanto, por más que insistan Mariano y sus voceros, el volver a la ley del felipismo o mantener la del aidismo es lo mismo en términos criminales. La disyuntiva ante la que deben pronunciarse los políticos por tanto no es entre una ley permisiva y otra más laxa aún, sino entre el derecho a vivir y el asesinato legal de seres humanos.

Naturalmente ningún católico puede votar al partido del señor Rajoy salvo que quiera poner su alma en riesgo de perdición, porque las enseñanzas a este respecto de los Concilios, los Santos Padres, los Doctores de la Iglesia, sus instituciones y el vigente código de derecho canónico son muy claras, condenando a la pena de ex comunión sin necesidad de instrucción de proceso eclesiástico (latae sententiae) a todos los cómplices sin cuya ayuda no habría podido ser cometido el crimen del aborto.

¿Se convierten en cómplices los que votan a un partido cuyo principal dirigente muestra públicamente su acuerdo con el aborto? Hombre, hay opiniones para todos los gustos (miren sin ir más lejos al abortista del hisopo a las faldas de Martínez Sistach), pero cuando se trata de la condenación eterna cualquier precaución es poca. Y como la alternativa es votar a minipartidos de la órbita de la derecha radical, tan socialistas o más que el PSOE, con lo que salvamos el alma pero perdemos el intelecto, lo más probable es que en las próximas citas electorales haya mucha más gente pescando en la costa o triscando por el monte de lo que viene siendo habitual.

Total, la ilusión es que íbamos a echar a ZP y el tío ya ha dicho que se va solito...

 

Pablo Molina es miembro del Instituto Juan de Mariana.

Publicado originalmente en Libertad Digital

10 comentarios

Eduardo Jariod
Gracias, D. Pablo, por este artículo y por la valentía de defender con tanta claridad la coherencia que ha de mostrar todo católico que se precie de serlo. Valentía que es doble al exponerlo en un medio liberal como LD.

En efecto, ningún católico debería votar al PP. No sé dónde estaré a la hora de votar, pero seguro que no en un colegio electoral.
20/04/11 5:34 PM
oriante
Estimado Pablo Molina:

Mucho me temo que la España actual no está preparada para "irlandizarse". Lo malo es que cada día se "canadaniza" más.

En Irlanda fue famoso el "caso X" de aborto, en el cual una joven violada de 14 años amenazaba con suicidarse si no le permitían abortar. Se le negó el aborto.

No me puedo imaginar lo que le pasaría a un Gobierno que se pusiera tan estricto en la España actual: la turba destruiría la Moncloa.

Por eso no podemos tildar tan fácilmente de "malvados" a los gobernantes. Ellos no son más que servidores públicos, y como decía Aristóteles: "Cada pueblo tiene el gobierno que merece".

Comencemos por promover la bendición intrauterina (ceremonia semejante al bautismo, pero para con un feto) en todos los templos que podamos influenciar.

Si nosotros mismos, los católicos, marginamos en forma canalla al menor prenatal, ¿qué podemos esperar de los demás?
20/04/11 6:10 PM
Ricardo de Argentina
"Salvemos nuestra alma". Sí señor, ya quisiera oir a los obispos diciendo esto con más frecuencia. Si hasta llama la atención que lo diga un laico, por lo poco que se machaca esta cuestión tan esencial y vital.

Pero en cambio no comparto la conclusión. Ni la entiendo. ¿Porqué habría de perder el intelecto quien votase a partidos minoritarios? ¿Cómo pueden ser "socialistas" los partidos que defienden la vida?

Menos todavía comparto el abierto abstencionismo que promueve el autor, tan en sintonía con la orden que nos dan los liberales desde la Francesada para acá: "Católicos, ¡a la sacristía!"
20/04/11 7:05 PM
Nova
Sr. Molina, yo soy votante de uno de esos minipartidos que usted llama "de la derecha radical, tan socialistas o más que el PSOE" y no sé si habré perdido el intelecto o no. Si lo he perdido, entonces usted tiene un serio problema, porque lo que sí tengo bsatante claro es que usted es más tontito que yo, querido.

De entrada, no es difícil ser más social que el PSOE, dado que las políticas que practica el PSOE son propias de capitalistas radicales; por mucho que ese partido se haga llamar "socialista". Y, si ser defensor de los principios innegociables, según nos pide a los cristianos Benedicto XVI, es ser radical de derechas, entonces yo lo soy y a mucha honra. Entérese bien.

Lo que sí comparto con usted es que un católico no puede votar al PP. Y también comparto que votar a un partido provida da gran tranquilidad de conciencia.

Viva Alternativa Española.
21/04/11 4:01 AM
josé
Zp se marchó y no volverá, pero si el PP quiere el voto de los católicos debe modificar asuntos de su programa electoral...
21/04/11 10:44 AM
Ricardo de Argentina
Las próximas elecciones españolas serán muy interesantes, porque tenía entendido que iban a ir al PP muchos votos antiZP, antes que se supiera de su abdicación, como una forma de asegurarse su no retorno, pero ¿y ahora?
¿Irán esos votos a los partidos minoritarios?
21/04/11 1:12 PM
jose bascones
No todos los partidos que defienden la vida y que son antiabortistas y están dispuestos a derogar la ley del aborto, incluyendo el compromiso programatico de abolir dicha ley, son de derechas. Además de Alternativa Española,cuyo programa económico es mas bien de derechas, está el partido SAIN (Solidaridad y Autogestión Internacionalista) cuyo programa económico es claramente de izquierdas. Dentro del espectro político de partidos de inspiración católica hay para todos los gustos desde el punto de vista del programa económico.
22/04/11 8:03 PM
Chimo Vice
Sr. Molina, reconozco que tiene estilo para escribir y es ingenioso, pero le pierde su acérrimo liberalismo, que por muchas virtudes que pueda tener no deja de ser una ideología. Y no se puede absolutizar lo que es relativo. Sea más respetuoso con las opciones políticas de inspiración cristiana entre las que, evidentemente, no está el actual PP. Con un poco de esfuerzo e imaginación podrían obtener 1 ó 2 diputados por Madrid, para empezar, y quien sabe si el PP necesitaría pactar con ellos para sacar adelante algunas leyes o votaciones.
23/04/11 8:17 PM
Raúl
Bueno, este artículo lo escribió Pablo Molina para su columna habitual en un periódico digital defensor del liberalismo más radical, con lo cual me resulta un poco chocante encontrarlo reproducido en esta página. Tampoco sé muy bien cuál es el sentido del artículo. Cuando lo leí en aquélla web me pareció un poco irónico y con cierto tonillo sarcástico, como por otra parte todos los que escriben esta sarta de eruditos intelectuales del liberalismo digital (me admira esa capacidad de parir artículos como churros sobre los más diversos temas...), con lo cual se acrecientan aún más mis dudas sobre la idoneidad de la publicación de este artículo en una página católica. Pero bueno, como suele decirse (y nunca mejor dicho), doctores tiene la Santa Madre Iglesia, así que los responsables de info católica sabrán lo que hacen...
24/04/11 2:03 AM
hidaspes
Personalmente, como católico, no tengo ningún problema en suscribir este artículo, salvedad hecha del mensaje final, ya criticado agudamente por otros, en el sentido de exhortar a la abstención y descalificar a dignas formaciones extraparlamentarias como "ultraderecha radical". Del resto, ya se trate de liberalismo o no, me parece sentido común, que es algo que los católicos no podemos despreciar, venga de un liberal o no.
Veamos el lado positivo: de entre los numerosos lectores asíduos de Libertad Digital muchos tomarán nota de lo incompatible de sus principios con la postura proabortista del PP.
Si acaso, añadiría una crítica adicional al artículo de Pablo Molina: la postura proaborto del PP no es exclusiva de la cohorte del PP ni de sus "Nuevas Degeneraciones"; viene de largo, ya de los tiempos de Aznar, cuando con mayoría absoluta ni osaron tocar el régimen del genocidio abortista.
25/04/11 10:20 AM

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