La utopía lenninista

Queda así el hombre solo, frente a sí mismo; desarraigado, perdido en el ámbito infinito de una libertad sin verdad que es una energía ciega y de una potencia incontrolable.

No me refiero, como quizá  habrá supuesto el lector, a Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin, brillante teórico del marxismo, fundador del estado soviético y uno de los sátrapas más sanguinarios de la historia. Me refiero al no menos famoso Jonh  Lennon, líder de los Beatles y uno de los iconos  míticos de la modernidad. En concreto a su canción Imagine, cuya melodía dulzona está en nuestra memoria colectiva. Bajo su apariencia inocente e inocua, Imagine recoge un conjunto de ideas y valores que han orientado a varias generaciones  y que siguen hoy presentes, imponiéndose poco  poco en la sociedad occidental.

En este mundo, al que Lennon convoca a sus contemporáneos (espero que algún día te unas a nosotros) la vida se reduce al un disfrute del momento (todo el mundo / viviendo el día a día). Nada nuevo,  el antiguo y horaciano carpe diem, presentismo, hedonismo, que son un corolario natural del materialismo. Este hombre light, sin profundidad en el terreno personal, que patina livianamente por la epidermis del mundo, configura una sociedad donde también todos los perfiles se difuminan y reina la levedad: imagina que no hay países (…) el mundo será una solo. Desaparecida la nación, el estado, corre la misma suerte la propiedad: imagina que no hay posesiones. Este mundo donde el hombre se ve libre de tantas ataduras resulta, al fin, una hermandad de hombres. Brotherhood, Hermandad, Fraternidad, concepto que, aunque no pueda negar su origen cristiano, es muy querido a la Ilustración y a la Masonería.

Y todo este sistema, todo este edificio se apoya en un arco de bóveda que no es otro que la negación del sentido trascendente de la vida. La primera frase del tema (imagina que no hay cielo...) descubre bien a las claras su fundamento ideológico materialista: nada por lo que matar o morir, ni tampoco religión.

Queda así el hombre solo, frente a sí mismo; desarraigado, perdido en el ámbito infinito de una libertad sin verdad que es una energía ciega y de una potencia incontrolable. Un hombre solo que, por otro lado, es más manipulable por fuerzas oscuras y egoístas, que parecen tener muchos intereses en este negocio.

Muchas utopías han fracasado, algunas estrepitosamente. Pero esta utopía lenninista sigue avanzando cada vez con menos resistencia, infiltrándose en los resquicios del cuerpo social, de la cultura, de las costumbres y valores. Los que la apoyan son muchos  y poderosos. Los que se le oponen son pocos  y casi heroicos.

Tomás Salas

10 comentarios

Palas Atenea
Yo soy contemporánea de Lennon pero, afortunadamente, nunca le hice mucho caso. A mi lo vaporoso y evanescente no me va, eso me ha hecho distinta a los de mi generación: ni hippies, ni Lennon ni utopias. Puede que sea porque me tuve que poner a trabajar muy jovencita y no estaba para rollos, teniendo en cuenta que Yoko Ono debe ser más que millonaria (pero no con mi dinero).
19/02/17 9:58 PM
Tradicionalista
Siempre me ha llamado la atencion el oir a John Lennon renegando de las posesiones pero sin embargo incapaz de deshacerse de sus propiedades y coches lujosos que el capitalismo le dio. Lennon el icono del liberalismo de los años 60s y 70s, de la revolucion sexual, del pseudo pacifismo, del veganismo, del uso de drogas recreativas, del hippismo, de la muerte del cristianismo y todos sus valores ¿Habria sido famoso y rico John Lennon si hubiera vivido en la URSS? Que facil y bonito es ser socialista cuando se vive del capitalismo.
20/02/17 1:36 AM
Antonio
El leninismo ,como el marxismo ,dos mentiras de la oscuridad ,que como dos oscuridades ,escurecen la mente de los jovenes y confunden al mundo .
20/02/17 2:01 AM
Juan Mariner
Lennon era un hipócrita del carajo de la vela: financiaba al IRA (era de cultura católica e hijo de irlandeses), vivía en el lujo y fue asesinado porque a gente más poderosa que él no les gustaba lo que hacía.
20/02/17 12:42 PM
Luis Enrique
La historia ha demostrado que el hombre no puede vivir si no tiene algo en propiedad, que cuidar, que mantener, que mostrar, etc...

No puede vivir sin posesiones.
20/02/17 11:19 PM
Norberto
El hombre caído, solo frente a su imagen, de una belleza perdida, es tentado con aquello que iba a ser su mismo destino, la vida plena,y queda a su arbitrio en una batalla donde su vela es inflada por los vientos del asesino desde el principio.
Son esas reminiscencias del paraíso perdido, las que hacen tan bellas y apetecibles posturas, canciones poesías , de las cuales el mundo dispone a granel, esa belleza de la congoja, que no logra recordar, y se interna cada vez mas en un laberinto subjetivo, donde no es posible comunicar ni contactar, la soledad radical de la desesperación. Así sin metafísica ni teología, esta este sentimiento herido que no logra acertar. En cierto modo el infierno ya está aquí. saludos
21/02/17 2:48 PM
Proby
Dos cuestiones:

1.- Si el artículo trata de John Lennon, entonces debería titularse "La utopía LENNONISTA", no "lenninista". ¿O es que está hecho aposta para que el lector piense que se trata del nombre de Lenin mal escrito y le pique la curiosidad?

2.- Por encima de todas sus faltas y sus contradicciones (que todos las tenemos), John Lennon fue un gran músico que creó grandes obras de arte. Que en su vida privada fuera lo que fuera es otra cuestión. (De "hipócritas millonarios de izquierdas" entendemos mucho en España, y los que yo conozco no le llegan a Lennon ni a la suela del zapato en el aspecto artístico.) Artistas con vidas poco ejemplares los ha habido a cientos, y eso no nos impide deleitarnos con su música, con sus películas, con sus libros o con sus cuadros. Por favor, dejemos a los muertos en paz.

Dicho esto, ¡ viva Cristo Rey !
25/02/17 9:10 PM
Tomás Salas
Estimado Proby: estoy de acuerdo en los dos puntos. En cuanto al 1, tiene razón; intento jugar con la palabras y apuntar a un tema que no desarrollo: en el fondo, leninismo y lennonismo pueden, a pesar de su aparente lehanía, tener más en común que lo que parece. En cuanto al punto 2, no pongo en duda su calidad de artista popular.
Un saludo
Tomás
26/02/17 11:52 AM
Néstor
Es más, "no propiedad, no gobierno, no religión" era la divisa de los Illuminati de Weishaupt. Consta históricamente, quiero decir.

Saludos cordiales.
2/03/17 6:02 PM
Néstor
En cuanto a morirse, no alcanza para volverse incriticable, sobre todo cuando se ha dejado aquí abajo las semillas de desastres futuros.

Saludos cordiales.
2/03/17 6:05 PM

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