Celebración del aniversario con misa y procesión

Mons. Martínez asegura que la Toma de Granada fue un ejemplo y un antecedente de los derechos humanos

La celebración ayer de la Toma de Granada por los Reyes Católicos hace 519 años discurrió sin cambios sustanciales ni incidentes graves y la mayoría de los asistentes reivindicaron su relevancia social y cultural en la historia de España. Las autoridades dejaron flores en las tumbas de los Reyes Católicos. «La conquista estuvo marcada por una extremada humanidad y amor», dijo Mons. Martínez, Arzobispo de Granada

(Agencias/InfoCatólica) En la homilía de la Misa que centra la celebración de la Toma, ante todas las autoridades y los fieles que se acercaron hasta la Catedral, el arzobispo de Granada, Mons. Francisco Javier Martínez, dijo que "una guerra es una derrota de la humanidad aunque lo que celebremos sea una victoria".

A continuación aseguró que de las conquistas, la de los Reyes Católicos fue "la más extraordinaria, exquisita y humana en comparación con otro tipo de conquistas en las que se pasaba a cuchillo. Comparada con otros fenómenos, estuvo marcada por una extraordinaria humanidad y gestos de amor a las personas a las que se incorporaba a la comunidad de la Corona española. Y ese pensamiento español fue el antecedente de los derechos humanos porque se reconocía que las personas de otros pueblos tenían la misma alma".

Un mensaje que acompañó de la "gratitud por una tradición de la que no tenemos que avergonzarnos sino que dar las gracias", y que le sirvió para también para recordar el "derecho a la libertad religiosa", en clara alusión al mensaje del Vaticano al Gobierno español sobre la laicidad.

Procesión, ofrenda floral y acto cívico

Tras salir del Ayuntamiento, toda la comitiva inició la procesión cívica con el Estandarte Real, portado por la concejal de Patrimonio, María Isabel Fernández Muriel, hasta llegar a la Capilla Real, donde se procedió al acto religioso y de homenaje ante la tumba de los Reyes Católicos. Tras la misa, presidida por el Pendón de la Ciudad, la corona de la reina Isabel y la espada del rey Fernando, se volvió de nuevo a la cripta de la Capilla Real, donde se tremoló el pendón y se dejó la ofrenda de flores ante las tumbas.

En cuanto a la representación oficial, concejales del PSOE y del PP (IU no acude al acto y de hecho pide su eliminación), estuvieron presentes el subdelegado del Gobierno, el jefe de la Policía Local, el teniente general jefe del Madoc y representación de la Base Aérea de Armilla, entre otros. De vuelta a la Plaza del Carmen, ya sí era más numeroso el público que esperaba para ver el acto del conocido "¡Granada! Que'. Según el Ayuntamiento, unas 2.000 personas se agolparon en las inmediaciones del Consistorio.

Con la llegada de la comitiva, los grupos de extrema derecha y de extrema izquierda se enzarzaron en una guerra de gritos y silbidos. El himno de Granada era el más respetado pero cuando sonaba el de Andalucía los de extrema izquierda aplaudían y reivindicaban independencia mientras que los de derechas aplaudían y gritaban vivas a España y al Rey cuando sonaba el himno nacional. Una vez concluido el acto, que no tuvo incidentes destacables por la amplia presencia policial, tanto el alcalde, José Torres Hurtado, como el subdelegado del Gobierno, Antonio Cruz, coincidieron en resaltar la presencia de público y la ausencia de incidentes.

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