Aurora Gallego explica cómo salvan niños en su Casa Cuna

Sor Aurora: «Ninguna mujer quiere abortar y sólo aborta si no tiene otra alternativa»

Sor Aurora Gallego, monja de las Siervas de la Pasión y responsable de la Casa Cuna Santa Isabel en Valencia, lleva 44 en Valencia «dando la vida por salvar la de los niños». Descubrió su vocación al encontrarse en el hueco de un árbol a dos niños recién nacidos muertos, con el cordón umbilical. Sor Aurora está convencida de que no hay ninguna mujer quiere abortar y sólo lo hace si no encuentra otra alternativa. Para conseguir salvar niños, las monjas dirigidas por sor Aurora se anuncian en las Páginas Amarillas entre las clínicas abortivas. De esa manera reciben llamadas de mujeres de todas las edades que quieren abortar y así pueden empezar su tarea de salvación del niño no nacido. Viven básicamente de la Providencia aunque algunas entidades financieras ya colaboran con ellas. En una entrevista concedida a Las Provincias, explica que la crisis está provocando una afluencia mayor de mujeres embarazadas y sin recursos.

(LasProvincias/InfoCatólica) Entrevista publicada en Las Provincias:

–Todo empezó en Barcelona.

-Sí, en Barcelona, cuando tenía 17 años. Me había ido allí desde Galicia detrás de un chico.

–Detrás de un chico?

–Sí, sí, detrás de un chico, que yo ya llevo mucho recorrido. El chico, que era de mi pueblo, había emigrado a Barcelona y yo fui para allá, aunque en esos momentos dudaba entre casarme o ser religiosa. Dio la casualidad de que íbamos los dos por la plaza Urquinaona y al llegar a la altura del metro, en el hueco de un árbol, vimos dos niños recién nacidos allí tirados, muertos, con el cordón umbilical. Eso para mí fue como lo de San Pedro, cuando cayó del caballo.

–San Pablo.

–San Pablo, San Pablo. Es que mi parroquia es San Pedro y tengo mareado al pobre. Bien, pues no pude soportar la visión de aquellos niños recién nacidos. Y le dije al chico: mira, José María (él ahora está casado, tiene sus hijos, incluso hace poco que nos hemos visto allí en el pueblo), mira, José María, le dije, me ha dado un vuelco el corazón y creo que estoy obligada a defender a estos niños como sea. Y puesto que en Barcelona estaba el centro de madres solteras y gestantes le dije: tú búscate la vida como puedas, que yo ya la tengo buscada. Yo de ahora en adelante me voy a dar al Señor para que estos niños que están aquí tengan vida; voy a dar mi vida para que estos niños tengan vida.

–E ingresó en la orden.

–Me decían quienes me conocían que no iba a durar, que era muy trasto, pero ha sido al revés: las que eran un poquito piadositas son las que acabaron marchándose.

–Ya han pasado muchos años en la Casa Cuna, ¿cómo recuerda el principio?

–No teníamos Seguridad Social, no teníamos nada. Los partos se realizaban en casa, muchas chicas eran ocultas.

–Chicas ocultas?

–Se refugiaban aquí porque el novio o el compañero no querían saber nada. Ni los padres. Venían aquí a esconderse. Llegamos a tener 58 chicas, demasiadas. Ahora no se puede admitir esa cifra.

–Por qué?

–Entonces se admitía porque la gente también era más dócil. Ahora vienen muy marginadas, muy deterioradas. Y eso que entonces llevábamos una mala política: sólo recogíamos a la chica la primera vez que estaba embarazada; si volvía a estarlo, aquí ya no podía venir.

–No había segunda oportunidad.

–Era un error. Luego nos hemos dado cuenta de que nuestra misión es defender la vida y hay que acoger al primer hijo, al segundo o al tercero, porque la criatura no tiene la culpa de nada.

–Supongo que el perfil de las chicas ha cambiado mucho en estos 44 años que lleva usted en Valencia.

–Sí, claro. Antes eran fundamentalmente españolas. A veces muy jovencitas... Hemos tenido casos tremendos, como el de aquella chica, de la que me acuerdo perfectamente, que cumplía el mismo día los 13 años y los nueves meses de embarazo.

–Vaya.

–Espera, espera: era la mayor de cinco hermanas y se negaba a ver a su padre cuando este venía a visitarla. Un día la pobre no pudo aguantar más y reventó: confesó que la había violado su padre. Yo ya lo he pasado, decía, pero temo por mis hermanas menores. Dimos parte y metieron al hombre en la cárcel.

–Cada persona una tragedia.

–Hemos tenido de todo. Desde estos casos así, hasta universitarias con carreras. A veces estas decían a sus padres, para despistar, que iban al extranjero a trabajar. Estas no eran menores de edad, claro. Estas chicas, que tenían un nivel más elevado, escribían a nuestras hermanas europeas y ellas allí quitaban el sobre y remitían las cartas a España para que sus padres creyesen de verdad que se encontraban en Europa al ver el sello.

–Ahora es distinto.

–Totalmente. Ahora están menos cualificadas que entonces: algunas no saben leer, otras no saben español... Pero ahora vamos todos al hospital y antes daban a luz aquí, con el doctor Aviñó y el pediatra García Sala. Ahora tenemos otros problemas, por ejemplo, las que son drogodependientes.

–Qué hacen con una drogodependiente?

-Tener mucho cuidado. El año pasado tuvimos unas chicas que se drogaban, aunque al principio nos lo negaban. Pero, claro, llegó el momento que notábamos que había algo raro, algo que no cuadraba. Las vigilamos y descubrimos que cogían trapos húmedos y los ponían en los detectores de humo. Cuando llegábamos después olía a los olores estos que ya se sabe más o menos..., vamos, que olía a porro.

–¿Usted sabe cómo huelen los porros?

–Ya tengo una experiencia. Nos han enseñado, con charlas y todo, pero sobre todo es que lo hemos vivido. Estas dos o tres que se tomaban el porrete por las noches le rompieron el brazo a una educadora.

–Y qué hacen con estas chicas?

–Avisamos a Conselleria y las ayudan allí. Y sin embargo, aunque ahora son menos dóciles, las mujeres tienden más a quedarse con su hijo. Cuando empezamos era lo contrario: chicas bien que querían continuar la carrera, que querían volver a la familia, que el novio no sabía nada... Entonces tendían a dejar a los niños en adopción.

–Cómo acaban viniendo las chicas a la Casa Cuna?

–A través de Cáritas, de Cruz Roja, de trabajadoras sociales, de quienes nos conocen. O porque nos han visto en internet. Y luego también hay otra cosa muy importante: nos anunciamos en las Páginas Amarillas entre las clínicas abortivas. Y nos llaman confundidas: ¿Es la Clínica Santa Isabel? Es que quiero abortar y no sé cuánto me va a costar.

–¿De quién fue la idea?

–Pues no sé. Del Espíritu Santo. Les decimos que vengan y aquí les explicas el abanico de posibilidades que tienen para salir adelante: que pueden estar aquí todo el tiempo de gestación, dar aquí a luz, permanecer aquí durante un año, que hay una escuela infantil para los pequeños y unos talleres de aprendizaje para ellas, que les enseñamos a hacer un currículo. Y entonces ellas se desploman: ¡Y me habían dicho que no había otra alternativa, que sólo me quedaba abortar!

–Supongo que es cuando más se enorgullecen de su labor.

–Nos basamos en que ninguna mujer quiere abortar y sólo aborta si no tiene otra alternativa. Está sola, en la calle... Si las ves por la calle se nota, yo lo noto, que están pidiendo auxilio.

–¿Siempre hay sitio?

–Mira: si viene una adolescente que está en peligro de abortar, la alojamos aunque nos quedemos sin cama las monjas. Antes nos quedamos nosotras sin cama, que permitir que se quede en la calle una chica a la que están presionando para abortar.

–¿Ha ocurrido realmente?

–Pues alguna vez sí. Alguna monja, ¿eh? Tampoco todas.

–Lo que ustedes fundamentalmente necesitan es dinero.

–Mucho. Porque ellas vienen sin nada, ni siquiera documentación porque están de forma ilegal en España. Tenemos chicas de todas las religiones, de todos los partidos, de todas las razas, de todas las nacionalidades. Nosotras no escogemos el perfil, sino que cogemos a la persona.

–Dónde consiguen el dinero?

–De la Providencia. Hay gente que viene y que ayuda con 20 euros o con 50, con lo que puede. Y luego tenemos otras plazas que las paga la Conselleria. También los bancos: Bancaja, la CAM, Cajamurcia, que nos acaba de regalar una furgoneta.

–No siempre ha habido bancos detrás.

–A veces lo hemos pasado muy mal. Del 65 al 67 nadie nos ayudaba y teníamos que pagar la nueva casa. Íbamos por las eras a pedir arroz, por las casas a pedir limosnas; a Onteniente, cuando era el momento de la cosecha de garbanzos. Pasando hambre, pasando mil cosas.

–Y ahora con la crisis.

–Hay más afluencia. Antes tenían más medios, pero ahora el paro... Algunas están internas en las casas, pero las señoras las aguantan hasta última hora del embarazo y entonces las echan y ahí se las den todas.

–Al cabo de los años, supongo que también habrá alegrías.

–Muchas alegrías. Muchos niños que nacieron aquí nos escriben dándonos las gracias. Aunque también hay hijos que buscan a su madre y el problema es que sus madres no los buscan a ellos. Y nosotras no lo podemos saber: por aquí han pasado miles y miles de mujeres.

–¿No sabe el número exacto?

–Es difícil. Unas 1.500 o así. Y claro, como aquí cambiaban los nombres no quedaba nada. No es como ahora que sí que queda todo reflejado. Especialmente hay un chico que nació aquí y fue adoptado y que da mucha guerra porque es abogado.

–El que la denunció.

–Uyyy, madre mía. Un desastre.

-Cuente cuente.

-Estábamos en un corro coloquial con el presidente Camps, con Rita (Barberá) y otros cuantos. Le dije a Rita que me gustaría mucho volver al antiguo torno, aunque con otro nombre, para evitar que tiren a los recién nacidos a la basura. Alguien de detrás debía estar escuchando y grabándonos. Ay, madre mía. Al día siguiente me llamaron para decirme que, según un periódico, el abogado me había denunciado. Me acusaba de incitar a las mujeres a que abandonasen los hijos.

–Usted vive la vida muy de cerca.

–Y tanto. Ves tantas cosas, tantas injusticias. Hay tanta gente tan necesitada que no te importa quedarte sin comer para darles de comer. Incluso mujeres casadas vienen ocultamente: Madre, es que no tengo para el pan. Esto las monjas no lo saben y no quiero que lo comentes, pero acabas dándoles dinero. Es que te parten el alma. Pero bueno, Señor, unos tanto y otros tan poco.

–¿Qué es lo que no quiere que sepan las monjas?

–Que les doy dinero. Bueno, dilo si quieres. Ellas ya saben que les doy dinero, aunque no saben cuánto.

–Usted lee periódicos, ve la tele.

–La tele poco. Escucho la radio. Sólo cuentan desastres. Antes me gustaba ver las noticias, pero ahora. Críticas por aquí, pestes por allá. Positivo no ven nada

–Pregunta provocadora: ¿qué le parecen los 94 millones de euros pagados por un futbolista?

-No sé cuánto es eso. No sé ni cuánto es un millón. Vaya burrada. ¿Pero de dónde sacan los millones? ¿Es que los tienen enterrados en el sótano?

–Se supone que los pagan los aficionados yendo al campo, a través de la publicidad, abonándose a canales de televisión.

–No seré yo. Y eso que me gusta que gane el Valencia, porque mi sangre viene de Galicia pero yo soy valenciana. A mí el che me sale hasta sin querer. Tienes que ser de donde te dan de comer.

–Creo que más da usted que recibe.

–No, no. Mira: lo mejor de estas señoras a las que les das algo es que después te devuelven el triple; o vas al buzón y encuentras un sobre... No me digas que eso no es emocionante: manos que no dais, qué esperáis.

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Más información:

Casa Cuna Santa Isabel

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28 comentarios

Asombro
¡Cuan emotivo!
2/11/09 6:54 PM
Yolanda
Esto es una acción positiva. Si contribuimos, quizá pueda, no sólo salvarse niños concretos, que ya es algo más que suficiente salvar a un solo nasciturus, sino extenderse esta idea de que una embarazada en dificultades tiene otra salida distinta del aborto.
2/11/09 6:54 PM
Faramir
Querida Yolanda:

Es una acción positiva digna de elogio y de imitación, como las que realiza Red Madre, pero no sólo valen esas acciones. También hay que aplicar las prohibiciones y sanciones legales, ¿no te parece?

Hay que explicar a los hombres que pegan a sus mujeres que eso no se debe hacer, pero también castigar a quienes lo hacen.
2/11/09 7:12 PM
naftul
Yo como siempre para llevar la contraria diría que no creo que sea conveniente estar diciendo de las mujeres que abortan,que lo hacen porque no les queda otra salida. Si siempre queda una salida , la mejor , que es cumplir los mandamientos de Dios, ser responsable de los propios actos y hacer el bien. la via sentimental de justificar nada mas y nada menos que un aborto, es una bobada peligrosa.
2/11/09 7:41 PM
azahar
Coincido con el comentario de naftul. Decir que la mujer aborta por no tener salida me parece un error. Y ese error se convierte en la alternativa de la que aborta, pues queda justificado.

También podríamos decir que el que atraca no tiene otra alternativa, si es para comer o para drogarse.
2/11/09 8:06 PM
Estas cosas merecen mucha publicidad, son las cosas que salvan la vida de los bebés. Al final siempre son las monjas las que dan el callo.¡Qué ejemplo para todos!
2/11/09 8:07 PM
luis
La frase sobre que toda mujer que aborta lo hace porque no tiene otra salida es falsa. Debería decir, como en consagración, "muchas", no "todas"
2/11/09 8:47 PM
nachet
"Eso para mí fue como lo de San Pedro, cuando cayó del caballo.
-San Pablo.
-San Pablo, San Pablo."

Es graciosísima. Me he acordado del chiste de Herodes y Pilatos: podría haber contestado: "bueno, imagino que san Pedro también se caería alguna vez de un caballo ¿no?"

Bromas aparte, lo cierto es que la casa cuna de santa Isabel es una institución antiquísima en Valencia, y como valenciano estoy muy orgulloso de que LF haya colgado aquí esta entrevista. Esas monjas hacen muchísimo bien. Para mí, son lo más cercano al Bien absoluto que conozco (bueno, y las del Cottolengo). No me digáis que lo de anunciarse como clínica abortiva para "captar clientas" no es un golpe genial.

En cuanto a la frase de marras, no empecemos otra vez con las disquisiciones puntillosas. Yo creo que todos entendemos que lo que la frase quiere decir es que "la mujer que aborta lo hace porque CREE QUE no tiene otra salida". Precisamente estas hermanas lo que hacen es demostrarles que sí hay otra alternativa.

Bravo por ellas. Pido perdón si alguien se molesta, pero mil veces prefiero a estas monjas (y otras docenas de instituciones similares que hay por toda España), que las politizadas DAV o FEF, por mucha buena intención que tengan sus miembros. Estas no se limitan a salir a protestar: estas salvan vidas todos los días. Ese es para mí el ejemplo cristiano contra el aborto.
2/11/09 9:00 PM
Asombro
ahi, ahi, Nachet, ahora lo has dicho
2/11/09 9:18 PM
Yolanda
DAV o FEF, cierto, nachet, y mira que me da rabia darte la razón.

Estas monjas han salvados vidas concretas d niños que hoy serán, muchos de llos, adultos; niños vivos con familia, nombre y apellidos.

¿Quiénes aparecen aquí en plan crítco de una labor verdaeramente útul y encomiable? Los de siempre, los que anes que católicos, antes que provida, son afectos de organizaciones y partidillos.

Framir, nada que objetar a lo que dices, por supuesto. Mi comentario no excluye para nada lo que dices en el tuyo.
3/11/09 12:21 AM
Qué emoción! Estas son las cosas que suceden todos los días y de las que uno, a primera hora en la mañana, debiera enterarse.

Siento emoción y además orgullo, por ser católica y porque mi fe y mi Dios producen gente así, orgullosa también porque la Iglesia en mi país sustenta una casa cuna con estas características y orgullo porque contacté recientemente a partir de la O-17, a un grupo pro-vida en mi país, que también se anuncia en los períodicos como lo hace esta queridísima hermana y les ofrece a las mujeres otra opción.

Qué emoción y qué orgullo! Hemos de ayudarles, tenemos que hacerlo! Yo aquí, ustedes allá, pero ayudemos, que esta gente no se quede sin saber que existimos y que nos enorgullecemos de su labor, que estamos con ellos.
3/11/09 12:38 AM
azahar
Nachet:

¡Claro que estas monjas hacen mucho bien!. Es la Iglesia la mayor institución benéfica que hay. ¡Ay, si la Iglesia cerrara las puertas! ¡Qué problemas tendría la Administración Pública! El bien que hace a la sociedad es impagable.

Por circunstancias personales y laborales he conocido algunas casas cuna y otros lugares que han acogido a mujeres en las mismas circunstancias. Y a familias enteras por no tener medios de subsistencia. Acuden allí porque saben que les van a ayudar, no acuden a la ventanilla de una oficina municipal que abre de 9 a 14 h., previa cumplimentación de un complicado formulario.

La frase de marras: No es menospreciar, ni mucho menos, se trata de aclarar un mensaje que conlleva al error de interpretación y, tal y como están las cosas, es preciso que la mujer entienda que no hay motivos para abortar, ninguno. Que el aborto no es ninguna alternativa.

Y, en cuanto a las organizaciones que mencionas ¿qué decir? Ya se ha dicho bastante. Y sé a ciencia cierta, porque lo conozco de primera mano, que se han salvado muchas vidas por medio de accciones directas de personas que no pertenecen a estas plataformas políticas.

Es más, en lugar de encabezar un mensaje de arrepentimiento de mujeres que han abortado, se podría haber optado por los testimonios de aquéllas que, en contra de todo, dieron vida a su hijo. Pese a todas las dificultades que se encontraron.

Y ese es el mensaje de fortaleza que hay que transmitir.
3/11/09 1:56 AM
Faramir
Eminentísimo cardenal Antonio María Rouco:

Menos Jornadas de la Juventud y más Casas Cuna como ésta.

Sor Aurora evangeliza más con su testimonio de años que un día palmaditas y guitarritas.
3/11/09 9:19 AM
Asombro
La hermana dice muy claramente que: «Ninguna mujer quiere abortar y sólo aborta si no tiene otra alternativa». Piensen por tanto en los casos que pueda haber, en que no exista otra alternativa, porque tal vez los haya. No muchos, pero puede haberlos.
3/11/09 9:30 AM
Joaquín
Sí claro, Asombro, y en esos casos, a matar al niño, ¿verdad?

Total, somos tantos en el planeta, que por unos cuantos centenares de miles menos al año no se nota.
3/11/09 9:35 AM
Faramir y ¿por qué no un LF menos infocatólica y más Casas Cuna?

Seamos serios, cada cual tiene su labor.Las Casas Cuna ayudar físicamente, LF informar, HO o DAV o FEF concienciar, Rouco guiar, tú y yo rezar...
3/11/09 9:48 AM
Asombro
¿Y si la vida de la madre estuviese en peligro cierto? ¿que hacemos entonces? ¿Matamos a la madre?
3/11/09 10:05 AM
Joaquín
Intentamos salvar a la madre y al hijo. Matar a una persona para salvar a otra no es moral.
3/11/09 10:38 AM
Asombro
Pero es un hecho, que a veces hay que elegir. ¿Quien elige en nombre del la madre?
3/11/09 10:41 AM
Joaquín
¿Quién elige en nombre del hijo? ¿es más ser humano la madre que el hijo?
3/11/09 10:53 AM
nodigno
Pues me ha emocionado el artículo. Una mujer humilde que junto a otras, con poquísimos medios, hace mucho bien.
3/11/09 11:44 AM
Yolanda
tú y yo rezar...
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y a aflojar el boslillo, rojobilbao, a aflojar el bolsillo
3/11/09 12:49 PM
Bravo por las Siervas de la Pasión!
3/11/09 12:51 PM
Abigaíl
¿Por qué se permite en España la existencia de lugares dedicados al asesinato de seres humanos?
3/11/09 1:27 PM
Abigaíl
¿Por qué se permite en España la existencia de lugares dedicados al asesinato de seres humanos?
3/11/09 1:30 PM
mari carmen
Me pregunto por qué esta congregación no ha fundado más casas-cuna y hogares para madres en más capitales de España... Estas vocaciones son muy necesarias en nuestro pais. ¿Por que no se dan a conocer a tantas jovenes provida que buscan llenar su vida en esta causa? ¿Porque no organizan campos de trabajo y actividades donde ellas puedan vivir esta experiencia? Perdona que os contradiga, pero tambien el doctor Poveda está organizando rescates y ayudando a madres desesperadas en Madrid, tambien está la red Madre y DAV está haciendo una labor importante concienciando a través de internet. Cada un otiene su papel...
3/11/09 3:20 PM
Si piensas abortar, no te quedes sin pedir ayuda e información.
3/11/09 4:19 PM
Maria
Y digo señoras monjas que tan buenas son, ademas de explicarle a una mujer que hay otras alternativas... (que ya lo saben); si les ayudan para no abortar, por que no las ayudan a mantener a sus hijos ??? por que su labor es tan buena para convencerlas de que no aborten pero sin embargo se quedan con sus hijos...? Esos hijos tienen el derecho de saber de donde vienen, quienes son, por que no las ayudan tambien a salir adelante con sus hijos... creo que deberían saber la cantidad de niños que hay ahora buscando a esas madres, acuden a ustedes que es donde empezó su calvario y les cierran las puertas diciendo que no saben nada...nada ?? que vergüenza !
30/07/11 6:49 PM

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