(Luis F. Pérez/InfoCatólica) La Hna Fiedler ha firmado un artículo, "Él me hizo estar orgullosa de ser católica", en el que asegura que aunque no llora a menudo cuando muere una personalidad pública, no pudo evitar hacerlo al enterarse de la muerte del senador Ted Kennedy. La religiosa explica que ella "creció" con el clan Kennedy y recuerda como JFK rompió la "barrera católica" con su elección en 1960. También hace mención de las "palabras proféticas" de Robert Kennedy en su carrera hacia la presidencia, cuando dijo querer abrazar a "los más pequeños" -en referencia a Mateo 25,40 y 45- así como a su oposición a la guerra del Vietnam.
Del senador fallecido asegura que, como sus hermanos, fue un campeón en la defensa de los derechos civiles, en especial de los de las mujeres, y del bienestar "de los más pequeños". Recuerda también su oposición a la guerra de Irak y acaba diciendo que con su muerte el testigo "nos lo ha pasado a nosotros".
La respuesta de los columnistas católicos conservadores no se ha hecho esperar. Fr. John Zuhlsdorf, articulista de The Wanderer, asegura que la defensa del bienestar de los "más pequeños" por parte del senador, no valía para aquellos que "no han nacido". Zuhlsdorf hace referencia a los millones que han sido asesinados antes de nacer y le recuerda a Fiedler que, tal y como el por entonces cardenal Ratzinger explicó a los obispos estadounidenses antes de la guerra de Irak, mientras que los católicos pueden diferir en cuanto a dicha guerra, deben de tener un mismo parecer en relación al aborto.
Por su parte, Patrick Madrid, apologeta católico, publica en su blog una respuesta al artículo de la religiosa en el NCR, en el cual critica sin ambages la defensa que ella hace de la figura de Ted Kennedy. "Como mínimo", asegura Madrid, "Mr. Kennedy fue bastante selectivo a la hora de decidir a quiénes de entre `los más pequeños´iba a defender". El senado, afirma Patrick Madrid, se situó en el bando más extremista a favor de la legalidad del aborto.
"Muchos no saben que originalmente él era un pro-life (pro vida)", asegura Madrid, quien añade que como resultado del infatigable liderazgo de Ted Kennedy, diez millones de "los más pequeños" fueron ejecutados mediante el aborto bajo sus "auspicios senatoriales"
Sin negar la existencia de cualidades positivas en su carrera política, concluye Patric Madrid, la trágica realidad es que la misma "se dilapido con su vocifernate e incansable promoción del aborto. Y eso, tristemente, será su legado perdurable".