Un hombre que se considera mujer denuncia a una juez de Madrid porque no le concede la custodia de su hijo

Efectos de la Ley Cifuentes

Un hombre que se considera mujer denuncia a una juez de Madrid porque no le concede la custodia de su hijo

La Ley de la Comunidad autónoma de Madrid de Protección Integral contra la LGTBifobia (Ley Cifuentes) está siendo usada por un padre divorciado a quien la juez niega la custodia de su hijo. El hombre declara ahora que se considera una mujer y pide no ser discriminado en función de su sexo.

(Actuall/InfoCatólica) La Ley Cifuentes de Protección Integral contra la LGTBifobia ha resultado ser una inesperada bendición para un padre divorciado a quien la juez niega la custodia de su hijo.

En concreto, la juez no le deja recuperar la custodia de su hijo, porque dice que debería ponerse a trabajar para mantener a ese hijo y pone en duda que no perciba ingresos -como alega el denunciante-.

Éste replica que eso es discriminación lgtb-fobia porque la juez no acepta que él desempeñe actividades tradicionalmente consideradas femeninas. «La magistrada -señala en su denuncia- me exige que yo asuma el rol tradicional hetero-patriarcal de ‘hombre proveedor’ y además no acepta mi condición lgtbi».

Hace solo un año esta denuncia hubiera sido implanteable. Pero con las leyes LGTB la cosa ha cambiado.

Qué pasa si el litigante es un varón, un señor con toda la barba. Muy fácil, la Ley Cifuentes (2016) viene en su auxilio. Porque su artículo 1 garantiza el derecho de toda persona «a no ser discriminada», entre otras razones, «por su identidad o expresión de género, reales o percibidas».

Reales o percibidas: la ley Cifuentes admite esas dos opciones a la hora de defender y garantizar los derechos LGTB. Por tanto, si una persona nacida varón se autopercibe de género femenino, aunque sea genitalmente varón, la ley Cifuentes le protege.

Basta con que la persona se sienta de otro sexo al biológico

¿Cómo demostrar alto tan subjetivo? No hay problema. No precisa acreditación ni demostración. La última palabra no la tienen los psicólogos, los médicos, los peritos o los jueces. La tiene el propio individuo que dice autopercibirse de un sexo o de otro, de un género o de otro.

El sexo autopercibido de cada persona es la clave, «sin que deba ser acreditado ni determinado mediante informe psicológico o médico» aunque nada tenga que ver con la realidad anatómica y la evidencia genital de esa persona. «Pudiendo corresponder o no con el sexo asignado en el momento del nacimiento». Lo dice textual la Ley Cifuentes (artículo 3, p.).

Pero además, el denunciante se considera LGTB y se declaró como tal, de forma gratuita, en el mismo Juzgado 28, como lo atestigua un escrito presentado por la Asociación Internacional por la Diversidad Sexual y de Género, el pasado mes de abril, ante el Consejo General del Poder Judicial.

En esa acreditación se indicaba que el denunciante formaba parte del colectivo LGTB y que estaba siendo discriminado por la magistrada del juzgado 28.

 

15 comentarios

mauricio
Que se ahoguen en sus propias contradiciones y arbitrariedades: feminazis versus lgttbimaníacos.

Esto es sólo el principio. La maquinaria LGTTBI está en marcha y no se parará, sobre todo porque no tiene oposición. El Señor se apiade de nosotros.
27/12/17 11:59 AM
Néstor
¿Y si alguien se autopercibe Presidente de España? Que sin duda es "menos natural aún" que el ser varón o mujer. Claro, eso no está en la ley, lo que prueba que ésta es incompleta. En cuanto a los que se autoperciben perros o gatos ¿se están discriminando a sí mismos? No, claro, porque ya habrá salido o estará por salir la ley de igualdad de los animales. Aunque esa debe tener oposición del gremio de carniceros y cosas por el estilo. Veremos.

Saludos cordiales.
27/12/17 12:17 PM
Fer Cáceres
El absurdo del derecho, jajajajaja

Isaías 59: 8-9
"No conocen el camino de la paz, en sus senderos, no existe el derecho. Abren para sí mismos sendas tortuosas, y sólo hay tinieblas: el que las recorre no conoce la paz.
Por eso, el derecho está lejos de nosotros y la justicia, fuera de nuestro alcance. Esperábamos luz, y sólo hay tinieblas, claridad y caminamos a oscuras."

Amós 5: 7
"Ay de los que convierten el derecho en veneno y echan por tierra la justicia".
27/12/17 1:11 PM
Percival
Abrieron la caja de Pandora. Ahora que se traguen todos sus demonios.
27/12/17 1:34 PM
Luis Ignacio
Todo esto puede causar hilaridad, pero los hijos siguen siendo las víctimas de la separación de sus padres. Pobres niños.
27/12/17 1:38 PM
Forestier
Mami de piernas peludas, me duele la tripita.
27/12/17 1:53 PM
Eiztarigorri
Este caso resulta bastante interesante porque la ley de divorcio española es una copia de la ley de divorcio americana que se concibió para proteger a la mujer en una época en que la mujer no trabajaba. Por la demagogia de los políticamente correcto y la estupidez del "yo defiendo las mujeres más que tú" la ley jamás se ha actualizado. Eso significa que la ley otorga a las mujeres derechos de los que carecen los hombres, es decir privilegios. Ahora resulta que el movimiento feminista que tanto ha hecho por el movimiento LGTB se encuentra con la horma de su zapato, porque al transferir el sexo a la consideración subjetiva de cada cual convirtiéndolo en un role de de la voluntad del individuo, resulta que el hombre puede no sólo acceder a los derechos de la mujer declarándose subjetivamente mujer, sino llegar incluso a tener más derechos que la mujer con arreglo a los mismos principios que la mujer ha esgrimido contra el hombre. Así el sistema da más derechos a la mujer que al hombre, pero a su vez más derechos al LGTB o al maricón que a la mujer. Y es que donde las dan las toman. Roma no paga a traidores y el demonio no perdona sus servidores. No es posible beneficiárse de la injusticia y creer que eso nos va a salir gratis. En fin que el Señor les bendiga.
27/12/17 3:15 PM
Alvaro
LF:
Por un lado tiene vd. toda la razón, pero por otra no tanto.

Está claro que este no es un caso de nepotismo, donde la familia es consustancial a las corruptelas. Ni siquiera hay base para pensar que una de las dos, madrina o ahijada, haya influido en forma alguna en las acciones y decisiones de la otra. Hasta ahí estoy de acuerdo con vd, la relación familiar no pinta nada.

En cambio, en este caso sí concurre ese principio moral que tantas veces se enseña en las fábulas clásicas del "cazador cazado", aunque en esta ocasión el cazado no lo ha sido en su propia persona sino en la de uno de los suyos.

Demasiada veces hemos visto una doble vara de medir en políticos que defendían que sus leyes injustas solo se aplicasen a terceros, pero no a los suyos. Habrá que ver qué defiende Villacís, con este dato sobre la mesa.

Un saludo.

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LF:
Sigo diciendo lo mismo. Meter a la familia es absurdo y poco ético. Otra cosa es que ese familiar fuera también político. No es el caso.
27/12/17 5:08 PM
Palas Atenea
A mi me parece bien, qué quieren que les diga, el hombre es espabilado y se ha dicho a si mismo: "¿Cómo conseguiré yo la custodia de mi hijo en esta sociedad desquiciada?-¡Clarito lo tengo, diré que soy una mujer y encima ni siquiera tengo que demostrarlo!". Ahora áteme esta mosca por el rabo, Sra. Jueza.
27/12/17 5:35 PM
MARIELA
Palas Atenea, totalmente de acuerdo contigo.
No es el primer hombre que dice que es mujer para no sufrir discriminación solo por el hecho de haber nacido con barba.
Y habrá más casos y me alegraré porque resaltarán lo absurdo y lo injusto del grupo ese de desquiciados y pondrán en evidencia las injusticias por hacer en las leyes acepción de personas.
27/12/17 8:30 PM
Palas Atenea
Para no sufrir discriminación o para acogerse a su conveniencia, como ocurrió con aquel deportista australiano, que siempre se quedaba el último, hasta que dijo que era mujer, le pasaron a los campeonatos femeninos, y quedó el primero. Puesta la ley, puesta la trampa.
27/12/17 9:38 PM
Rafael
Lo hace con toda la razón dentro de los canónes de este salvaje régimen que siniestramente pretende que las personas no tienen sexo y lo pueden elegir según les de.
27/12/17 10:25 PM
Simon
No se puede ser hombre, y al mismo tiempo actuar como una mujer, alegando que es otro sexo, ó se es una cosa, o se es otra, pero dos a la vez no puede ser. Tiene razón la Juez, si el denunciante, que a demás, tiene un hijo, porque él lo ha engendrado, ahora no puede decir que es una mujer, es una antinomia, y una entelequia, en toda regla, lo que significa entelequia, es que no existe.
¡Paz y Bien! ¡SIMÓN!.
28/12/17 9:50 AM
Juan Manuel Rubio González
En estos casos de hombres que se declaran mujeres a efectos judiciales o deportivos hay otro aspecto moral, aparte del ya discutido aquí: la mentira. “Mentir es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar”, definición clásica.

Si un hombre de verdad piensa que es mujer no está mintiendo, el problema es más mental que moral.

Si un hombre no piensa que es mujer pero lo dice para beneficiarse de los privilegios que se dan a las mujeres, los transgenero y demás ¿está mintiendo? Para mentir hay que tener intención de engañar y todos sabemos que está diciendo una cosa falsa, no nos engaña en absoluto, y él sabe que nosotros sabemos que... Es un caso parecido al del traje del emperador que iba desnudo; todos los veían, pero todos decían que el traje era maravilloso, y los estafadores sabían que todos lo veían, sabían y tragaban. Será otro pecado, pero que sea el de mentir me ofrece dudas.
28/12/17 10:37 AM
Guillermo PF
Juan Manuel, hay otra mentira que ya se ha hecho costumbre y sobre la que nadie dice nada: los católicos viudos que conviven sin casarse para no perder la pensión, habitualmente la de ella. Y tan felices en misa.

Muy relacionado con esto está el matrimonio en separación de bienes. Me ha sorprendido siempre que la Iglesia no obligue a casarse por gananciales, se ve que el matrimonio es indisoluble... pero casi.
28/12/17 12:27 PM

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