El Papa Francisco nos pide no tener temor a la cruz de Cristo

Antes del Ángelus del primer domingo de Septiembre

El Papa Francisco nos pide no tener temor a la cruz de Cristo

El Papa ha recordado que siempre, incluso hoy, la tentación es aquella de querer seguir a un Cristo sin cruz, y de pretender enseñar a Dios el camino justo.

(RV/InfoCatólica) Antes de rezar la oración mariana del Ángelus el día de hoy primer domingo de septiembre, el Papa ha recordado que no hay cristianismo sin cruz, y que debemos pedir la gracia de «no temer sufrir por amor a Dios, a los hermanos, porque este sufrimiento, por la gracia de Cristo, es fecundo de resurrección».

En su reflexión el Papa ha recordado la reacción del mismo Pedro cuando Jesús revela a sus discípulos que en Jerusalén deberá sufrir, ser asesinado y resucitar. En aquel que un momento, San Pedro que poco antes, era una «piedra» sólida para que Jesús pudiera construir sobre ella su Iglesia, enseguida se convierte en un obstáculo, una piedra de obstáculo en el camino del Mesías.

De allí que el Santo Padre ha insistito en que «siempre, incluso hoy, la tentación es aquella de querer seguir a un Cristo sin cruz, y de pretender enseñar a Dios el camino justo».

A continuación el texto y vídeo completo de las palabras del Papa Francisco en el Ángelus:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El hodierno pasaje evangélico (Cfr. Mt 16,21-27) es la continuación de aquel del domingo pasado, en el cual sobresalía la profesión de fe de Pedro, “roca” sobre la cual Jesús quiere construir su Iglesia. Hoy, en fuerte contraste, Mateo nos muestra la reacción del mismo Pedro cuando Jesús revela a sus discípulos que en Jerusalén deberá sufrir, ser asesinado y resucitar (Cfr. v. 21). Pedro lleva aparte al Maestro y lo reprende porque esto – le dice – no puede sucederle a Él, al Cristo. Pero Jesús, a su vez, reprende a Pedro con palabras duras: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres» (v. 23). Un momento antes, el apóstol era el bendecido por el Padre porque había recibido esta revelación del Padre, era una “piedra” sólida para que Jesús pudiera construir sobre ella su comunidad, y enseguida se convierte en un obstáculo, una piedra, pero no para construir: una piedra de obstáculo en el camino del Mesías. ¡Jesús sabe bien que Pedro y los demás tienen todavía mucho camino por hacer para convertirse en sus apóstoles!

A este punto, el Maestro se dirige a todos aquellos que lo seguían, presentándoles con claridad la vía a seguir: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga» (v. 24). Siempre, incluso hoy, la tentación es aquella de querer seguir a un Cristo sin cruz, es más, de enseñar a Dios el camino justo. Como Pedro: «No, no Señor, esto no, no sucederá jamás». Pero Jesús nos recuerda que su vía es la vía del amor, y no hay verdadero amor sin el sacrificio de sí. Estamos llamados a no dejarnos absorber por la visión de este mundo, sino a ser siempre más conscientes de la necesidad y de la fatiga para nosotros cristianos de caminar contra corriente y en salida.

Jesús completa su propuesta con palabras que expresan una gran sabiduría siempre valida, porque desafían la mentalidad y los comportamientos egocéntricos. Él exhorta: «Él que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará» (v. 25). En esta paradoja está contenida la regla de oro que Dios ha inscrito en la naturaleza humana creada en Cristo: la regla que sólo el amor da sentido y felicidad a la vida. Gastar los propios talentos, las propias energías y el propio tiempo sólo para salvar, cuidar y realizarse a sí mismo, conduce en realidad a perderse, es decir, a una existencia triste y estéril. Si en cambio, vivimos para el Señor e impostamos nuestra vida en el amor, como ha hecho Jesús, podremos gustar la alegría auténtica, y nuestra vida no será estéril, será fecunda.

En la celebración de la Eucaristía revivimos el misterio de la cruz; no sólo recordamos, sino realizamos el memorial del Sacrificio redentor, en el cual el Hijo de Dios se pierde completamente a Sí mismo para recibirse de nuevo en el Padre y así reencontrar a nosotros, que estábamos perdidos, junto con todas las creaturas. Cada vez que participamos en la Santa Misa, el amor de Cristo crucificado y resucitado se comunica a nosotros como alimento y bebida, para que podamos seguirlo a Él en el camino de cada día, en el concreto servicio a los hermanos.

María Santísima, que ha seguido a Jesús hasta el Calvario, nos acompañe también a nosotros y nos ayude a no tener miedo de la cruz, pero con Jesús crucificado, no una Cruz sin Jesús: la Cruz con Jesús, es decir la cruz del sufrir por amor a Dios y a los hermanos, porque este sufrimiento, por la gracia de Cristo, es fecundo de resurrección.

21 comentarios

JuanM
Claro que no, Padre, ahí está Asia Bibi para dar testimonio...
3/09/17 4:08 PM
José Luis
Ya no es solo el Apóstol Pedro, también el resto de los cristianos, nosotros, debemos renunciar a nuestros vanos e inútiles pensamientos, pues no nos lleva por buen camino, sino ajustarnos al pensamiento de Jesús, sus sentimientos, su amor, sus expresiones. Renunciemos a nuestras expresiones, a nuestros gestos, y hagámonos uno en Jesús nuestro Señor. No seamos Satanás, que piensa en la medida del hombre viejo, del pecado, del incorregible. Dios nos quiere santos y perfectos, para que estemos con Él.

Que nuestros pensamientos no sean como el de los hombres, para que no andemos en tinieblas y nos arruinemos sin remedio.
3/09/17 4:27 PM
Anónimo...
¿Y cómo sabemos que la cruz que llevamos es de DIOS... y no del hombre?

; )
3/09/17 4:31 PM
Milton
Entonces la alegría del evangelio no es cierta porque la cruz de Cristo es sufrimiento
3/09/17 6:17 PM
Juan Pablo Lizcano
Cuánto necesitamos que esta reflexión del evangelio ; por el Papa Francisco : la lleve a la practica el mismo Papa ,obispos,sacerdotes,religiosos,religiosas,y Por supuesto todos nosotros los Católicos . Pidamos al Espíritu Santo; que nos llene de sus siete dones . Y a la Virgen María que nos llene de su Fe y Humildad .
3/09/17 8:41 PM
Tomás Bertrán
"¿Y cómo sabemos que la cruz que llevamos es de DIOS... y no del hombre?"

Escuchando su Palabra y poniéndola en práctica.
3/09/17 8:50 PM
Jesus nos muestra la solucion, pero a nuestros ojos , se hace dificil entender lo que nos dice .
Como es eso de que hay que sufrir? a nadie le gusta .
Pero si El lo dice , y le amamos , le haremos caso.
EL SABE , QUE SIN CRUZ NO SE ENTIENDE NI SE APRENDE, NI SE CRECE EN ESPERIENCIA., .
Tampoco se puede uno definir , sin haber pasado por eso .
El que crea en mi , no motrira.
Es un mensaje para los que le aman.
3/09/17 8:51 PM
Franciscus the first
Esa misma Cruz, instrumento de salvación por el Salvador, Único Redentor en quien el Padre se ha revelado plena y definitivamente, debe ser predicada a todos, también a los judíos y a los musulmanes, amén de a los creyentes en cualquier otra religión falsa y a los ateos.
3/09/17 9:24 PM
JuanPablo Lizcano
Oremos porque el Papa,obispos,sacerdotes,religiosos,religiosas, y todos los Católicos ; nos dejemos llevar por el Espíritu Santo y la humildad de la Virgen María . Eso implica seguir únicamente las enseñanzas de Cristo ; siendo una de ellas cargar nuestra cruz. El Señor están explícito , sin embargo muchas personas quieren cambiar el evangelio.
3/09/17 10:58 PM
Roswita
Qué razón tiene cuando afirma que no sólo buscamos a Cristo sin Cruz, sino que además le damos lecciones de como tendría que actuar con los hombres.
El paradigma de ello es la frase que lanzamos cuando nos toca la desgracia: "pero cómo Dios puede permitir esto si nos ama".
3/09/17 11:27 PM
Fuenteovejuna
Cuando el Papa nos recuerda que "no hay cristianismo sin cruz" ha dicho la verdad, porque gracias a ella podremos ganar los méritos suficientes para alcanzar la eternidad.
Eso es lo que la Iglesia ha enseñado durante 2.000 años. No existe otro modo de salvarse.
Sin embargo, no todo lo que reluce es oro, porque no veo correspondencia entre lo que el Papa dice y lo que hace.
En efecto, si para salvarse uno debe cargar su cruz, queda claro que el camino de la salvación no es fácil, sino estrecho, pedregoso y lleno de dificultades.
Eso que bien ha dicho el Papa no parece coincidir con el espíritu del Capítulo VIII de Amoris Laetitia, pues según la carta felicitación que Francisco envió a los obispos de Buenos Aires los divorciados vueltos a casar ahora se han liberado de la cruz que antes debían cargar, porque pueden volver a recibir la Eucaristía de la que antes estaban privados.
Todo esto llama a confusión, porque o bien es cierto que no hay cristianismo sin cruz como el Papa dijo ahora, o es cierto lo que dijo en AL antes. No pueden ser ciertas las dos cosas a la vez.
De ahí la confusión de Milton en su comentario: "entonces la alegría del Evangelio no es cierta porque la Cruz de Cristo es sufrimiento".
4/09/17 1:33 AM
Rigo
Que gran mensaje del Papa, es lo que a mí como cristiano más me cuesta, aceptar mis cruces y eso que son tan leves y pocas.
4/09/17 2:19 AM
Rafael
Tremendo pasaje evangélico, tan difícil de comprender. Le preguntaría al Papa si ese aceptar la cruz, que a todos nos toca, incluye de algún modo que la Iglesia propicie penalidades que son nuestra cruz. Lo digo porque en España esa parece ser la acción de la Iglesia, rendida a los perseguidores. Parecido a lo que hicieron las autoridades eclesiásticas en España en los años treinta del pasado siglo, con el nuncio Tedeschini promoviendo a los perseguidores de la Iglesia. Jesucristo, siendo Dios, y pudiendo evitarlo, asumió la cruz. Pero me parece que aceptar la cruz es una cosa y otra distinta el promoverla, más aún si es colectiva. Le preguntaría al Papa si so capa del aceptar la cruz se está intentando justificar el rendirse ante los perseguidores para intentar evitar o demorar la cruz con la que ellos amenazan. O si lo que se hace es el mero aceptar la cruz.
4/09/17 4:26 AM
Rigo
Que gran mensaje del Papa, es lo que a mí como cristiano más me cuesta, aceptar mis cruces y eso que son tan leves y pocas.
4/09/17 5:57 AM
Franciscus the first
Milton, le recomiendo la lectura de Salvifici Doloris, de Juan Pablo II.
4/09/17 7:20 AM
Tomás Bertrán
Por si es de provecho, pongo el link de nazaret.tv de la homilía del pasado domingo de Mons. Munilla sobre la cruz. Está expuesta de forma sencilla y breve. La verdadera Verdad es explicable, para los corazones limpios, de forma concisa y sencilla, muy fácil de entender.
nazaret.tv/video/57/homilia-2017-09-03-domingo-22-del-to
4/09/17 11:45 AM
Simón
Todos llevamos una a lo largo de nuestra vida, desde que nacemos, hasta que morimos, tenemos que pasar por muchas y diferentes clases de cruces, es inevitable, quien piense, que puede r por la vida sin cruces, está muy equivocado, tenemos que tener los pies muy asentados en la tierra, y reconocer, que sin dificultades y a veces muy duras, no podemos pasar por la vida, la cruz de cada día es inevitable, lo que hace falta es saber llevarla lo mejor posible con la ayuda de Dios, ofrecer nuestros problemas por los pecados del mundo incluidos los nuestros, porque todos somos pecadores, lo mejor es aceptar la cruz de cada día, y no renegar de ella, porque es inevitable, la vida sin cruces no existe, nadie puede decir ni afirmar que vive sin cruces. pidamos a Dios, que nos ayude a sobrellevarla de la mejor forma posible., y no a tratar de rehuirla, porque es inevitable, Dios, Jesucristo es nuestro ejemplo, Él, siendo Dios y Hombre no rehuyó la cruz, sino que la aceptó, como obediencia al Padre, a pesar de todo el Poder que como Dios, y como Hombre tenía. La Cruz, fue fuente de salvación para nosotros, y Jesucristo fue nuestro mejor ejemplo. ¡Señor, pequé, tened compasión de mi.! ¡Amén!
4/09/17 1:12 PM
Roberto Ibarra Videla
..." no tener miedo de la cruz, pero con Jesús crucificado, no una Cruz sin Jesús". Muy verdadero...y su vez contradictorio con el Cap VIII de AL que en el fondo anuncia lo contrario. Que no es posible vivir la Cruz. Parece que ambos texto no tienen al mismo autor...La Paz
4/09/17 3:10 PM
Juan Pablo B.
Porque algunos presumen o peor , afirman que no ven en el Santo Padre Francisco la correspondencia en lo que dice y lo que hace .
5/09/17 12:17 AM
Luz
Estimado Milton,
Llevar la Cruz....siempre es duro, pero si "sabemos" que compartimos la Cruz del Señor, que entregó su vida por cada uno de nosotros, se nos hace "llevadera"...y en cierto sentido "alegre"....porque tiene sentido.Porque -de alguna manera- ayudamos a Cristo a llevar la suya . ¡Esa sí que fue dura,dura!....y Jesús NO la rechazó, porque nos quería salvar a todos.
¡Yo lo entiéndo así Milton!.
Un saludo
5/09/17 10:51 AM
Roberto
Anónimo.

Buena pregunta la tuya; y es que en la práctica esto de la cruz se las trae realmente.
El planteamiento de Jesús es tremendo: "el que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga"
¿Pero que significa realmente que tenemos que "negarnos a nosotros mismos?". A todos nos gusta que nos respeten, nos consideren, no nos machaquen o nos ataquen o humillen.
¿No buscamos mejorar nuestras condiciones de vida, laborales, sociales, etc? ¿entonces como interpretar el planteamiento de Cristo? ¿realizarnos en la vida negándonos a nosotros mismos?
Que nosotros no somos los importantes, sino el avance y el cumplimiento de su Reino, eso cuesta entenderlo, como que para la ganar la verdadera vida hay que perder esta y entregarla.
5/09/17 12:04 PM

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